♡ Él es muy enfermizo, cuídalo.
Aquella noche la temperatura había bajado considerablemente, llegaron al tope de cinco grados bajo cero y en descenso.
Se había dedicado a hornear durante la tarde, hizo galletas en forma de corazón, magdalenas y varias tartas dulces y saladas, siempre terminaba cocinando de más cuando pensaba en su novio, Dabi estaba muy delgado.
Llevaba preocupada demasiado tiempo, él había salido por la tarde, siendo casi media noche aún no regresaba.
Solo esperaba que estuviera abrigado.
El cuerpo de Dabi era débil, y usualmente la pasaba muy mal cuando se resfriaba.
Se exaltó un poco al oír el tintineo de las llaves intentando abrir la cerradura, había llegado.
El azabache ingresó algo tambaleante a la casa, vestía su ropa usual, el abrigo negro que solía llevar no servía para soportar las bajas temperaturas.
—¿Dabi? —murmuró, corriendo al instante para auxiliar a su novio.
Lo tomó entre sus brazos y cerró la puerta como pudo, él era muchísimo más grande, sin embargo se las arregló para poder recostarlo en el sofá.
Al tener el horno encendido desde hace mucho, el pequeño departamento que compartían se había calentado completamente.
—Calor —balbuceó, sus palabras eran dichas con dificultad, casi jadeante—. Tengo... calor.
No podía apartar la mirada de los labios de su pareja, estaban pálidos, casi rozando un tono azulado—. Eres un tonto —susurró, pasando sus manos por el rostro del mayor—. Estás helado.
Dabi tenía problemas para diferenciar el frío y el calor.
Se relajó un poco al notar como sus palidas mejillas empezaban a tomar algo de color, tuvo que ir a la cocina por alguna bebida, agradeció haber estado preparando chocolate caliente.
Hizo que él se levantara un poco y lo ayudó a beber—. Saliste a la calle con este clima y sin abrigo alguno —murmuró, no podía parar de regañarlo—. Al menos pudiste regresar a casa.
Tocó su frente otra vez, no sería nada bueno si Dabi tenía fiebre, empezaba a recuperar calor con lentitud.
—¿Estuviste a salvo en mi ausencia? —susurró, su tono aún era muy bajo y ronco.
Sintió un revoltijo de emociones ante aquella pregunta.
Ambos vivían en una zona peligrosa.
Miró con ternura los ojos de su pareja y vio la preocupación en ellos—. Sí —murmuró, acariciando con suavidad la mejilla del mayor—. Pero preferiría que tú te quedaras en casa para poder protegerme.
—Yo... —la voz de Dabi había sido aplacada por un jadeo de dolor.
Se sorprendió mucho ante eso, empezó a tomarle el pulso y la temperatura.
El invierno crudo era de las estaciones más difíciles para su novio, Dabi tenía las defensas muy bajas, por lo que era extremadamente propenso a contraer algún virus o caer en hipotermia, la última vez fue un broncoespasmo, no quería saber qué vendría luego.
Pero siempre lograba salvarlo.
—Estás ardiendo —murmuró en el instante que tocó su frente, debería estar rozando ya los cuarenta grados.
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[ Dabi boyfriend goals ] ©
FanfictionPequeños escenarios donde podrás leer las ventajas de salir con el villano más moja bragas de todo BNHA. ¡Por favor, disfruten!