capítulo uno:
escapando de casa.
— ¡DOLORES, VUELVE AQUÍ! — La chica siguió corriendo escaleras arriba mientras su hermano aún la llamaba —, ¡Dolores, te dije algo!.
Antes de que Eric la alcanzara y se le ocurriera encerrarla para que le diera una explicación sobre lo que acababa de pasar, Dolly se metió al baño con rapidez y trabó la puerta con el cerrojo.
Cuando Eric llegó a la puerta del baño comenzó a golpearla y a gritar de nuevo.
— ¡Dolores, sal de ahí!, ¡esto es importante!.
— ¡Me estoy cepillando los dientes! — Mintió.
— ¡Lo hiciste hace quince minutos!.
— Estoy asqueada — Se excusó, sin siquiera importarle que él hubiera escuchado. Tomó el vaso que estaba sobre el lavabo y lo llenó de agua, luego comenzó a hacer gárgaras, mantenía el agua por unos segundos en su boca y luego la escupia en el lavabo, repitió el proceso tres veces. Finalmente, abrió la puerta del baño y se encontró con Eric.
— Ven aquí — Él la tomó de la muñeca para llevarla a su habitación y la obligó a sentarse en la cama —. Espero que tengas una explicación para esto — Le mostró las monedas que tenía en su otra mano.
Dolores bufó.
— Eres un exagerado, simplemente es cambio que me sobró de los cinco dólares que me diste la última vez.
— ¿Y para que los estás guardando? — Preguntó, revolviendo su cabello pelirrojo con ansiedad.
— Para comprarme más cosas con el dinero que me diste hoy — Contestó de manera inocente —, no me alcanzan tus cinco dólares para las cosas que yo quiero, sólo me alcanzan para comprar dulces.
— ¿Entonces por qué no me pides más?.
Si bien Dolores podría haberle pedido más dinero a Eric para comprar todo lo que ella quisiera, la chica sabía perfectamente que su hermano no le entregaría el dinero así de fácil, no, él pediría algo a cambio, le diría a Dolores que si quería algo debía ganarselo, y Lolita tenía muy en claro que era ese algo que Eric pediría a cambio.
— No quería molestarte — Mintió.
Eric suspiró y tiró las monedas sobre la cama.
— ¿Cómo te fue en los exámenes?.
— Bien, la señorita Beatrice dice que estoy lista para empezar la preparatoria — Sonrió con falsedad —, ¿me enviarás a la escuela como los otros chicos?.
— No lo creo, Lo.
— ¿Por qué? — Preguntó con cansancio.
Él se agachó para quedar a su altura.
— Porque los niños son demasiado hormonales, más que nada los mayores.
— ¿Y?.
— Lolita, debes saber que eres una chica muy linda, y los demás podrían aprovecharse de ti.
— ¡Yo se defenderme! — Exclamó —, ¿crees que es normal que no tenga amigos con la edad que tengo?.
— Lo...
— ¡Es tu culpa que no tenga amigos, porque no confías en mi!.
— ¡Basta! — Le gritó. Dolores se quedó callada —. Quédate con tus malditas monedas, y deja de gritarme, porque tendrás que darme algo demasiado especial para que te deje ir a esa maldita escuela.
Eric se levantó y se dirigió a la puerta de la habitación de Dolores, que estaba abierta.
— Ahora te quedarás encerrada hasta la hora de la cena por contestarme de esa manera, y por hacer tanto escándalo por esa estupidez, espero que estés contenta — Luego de decir eso, él cerró la puerta haciendo mucho ruido.
Dolly se acercó a la ventana y la abrió, pegado a esta, había un árbol, lo que le dificultaba la vista a ella hacia la calle.
De repente, Dolores miró el árbol, luego las monedas tiradas en la cama, después la puerta cerrada con llave y por último, miró el árbol otra vez.
Una idea loca había llegado a su mente.
¿Sonaba demasiado loco decir que quería bajar trepando por el árbol y salir un rato a tomar aire hasta la hora de la cena?, Eric no tenía porque enterarse.
Ella sonrió y corrió hacia su cama, tomó las monedas y las guardo en el bolsillo de sus shorts, luego se acercó a su escritorio y abrió una pequeña cajita rosada en la que había una pequeña foto de la familia completa, algunas hebillas, un collar y los cinco dólares que Eric le había dado cuando llegó del trabajo. Guardó el dinero en su otro bolsillo y volvió a cerrar la caja.
— Tranquila, Dolly, tú puedes... — Se tranquilizó a si misma.
Primero pasó una pierna y la apoyó sobre la rama más firme y cercana, luego pasó la otra y estiró su mano para agarrarse de otra rama cercana. Ya fuera de su habitación, comenzó a bajar con cuidado de no pisar una rama frágil y caer, dos minutos después logró su cometido, había salido de su habitación, probablemente su hermano estaba dándose una ducha, ya que eso iba a hacer antes de que comenzara el lío de las monedas, así que sin cuidado, Dolores caminó hasta el frente de la casa y luego, con emoción y sonriente, comenzó a correr hacia algún lugar remotamente interesante para poder gastar su dinero.
Pero eso no era lo único que iba a hacer esa tarde, porque, en los barrens, el club de los perdedores estaba intentando ayudar a Ben Hanscom, quien había sido atacado por Henry Bowers.
Prepárate, Dolores, porque este verano será una verdadera catástrofe.
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Lolita; IT.
FanfictionDolores conoce al club de los perdedores una tarde luego de salir sin ser vista de su casa, lo que ella no sabe es que se vería enredada en miles de problemas, uno más loco que otro. it, capítulo uno. the losers club x oc.