Lolita; IT.

O3. For the first time

Capítulo tres:
por primera vez.

CUANDO DOLORES LLEGÓ A SU CASA, LO PRIMERO que pensó fue que estaba muerta, y se quedó observando a su hermano sentado en las escaleras del porche de la casa, con algunas cajas a su alrededor, él alzó la vista y miró a su hermana con furia. En ese momento a Dolly le dieron ganas de salir corriendo, pero era demasiado tarde.

Se acercó con cautela mientras jugaba con los lentes que acababa de comprar.

— Hola — Susurró.

— ¿Sólo eso vas a decir?, ¿hola? — Ella miró sus pies—. Mirame a los ojos cuando te hablo, Dolores Marina Wilde.

La menor miró a su hermano con miedo, acababa de llamarla por su nombre completo, y eso no era una buena señal.

— ¿Qué... qué pasó? — Preguntó mirando las cajas.

— Nos desalojaron, eso pasó — Eric revolvió su cabello—, tendremos que dormir en un hotel hoy.

Dolores hizo una mueca. Ella sabía que su economía no era la mejor, pero no creía que estuvieran tan mal como para que tuvieran que desalojarlos.

— Yo...

— Si tienes algo para decirme hazlo en el auto, ayúdame a subir estas cajas y toma tu mochila. Tienes muchas cosas que explicarme.

Dolores suspiró y hizo lo que su hermano le pidió, una vez que todas las cajas estuvieron bien acomodadas dentro del auto, tomó la mochila y se sentó en el asiento del copiloto. Eric arrancó el auto y dejaron el patio de su casa.

— ¿Dónde estabas?.

— Fui a la farmacia — Contestó con un hilo de voz—. Llevé todo el dinero que tenía y compre esto — Le enseñó los lentes de sol.

— Tardaste demasiado, estuve media hora esperándote, y la farmacia no está tan lejos.

— Estaba hablando con una chica — Se apresuró a contestar—, se llama Beverly, la estaba ayudando a elegir algo y me preguntó si quiero ir a la cantera con ella mañana.

— ¿Sólo eso? — Cuestionó el pelirrojo con el ceño fruncido.

— Sí — Asintió—, ¿me dejarás ir?, volveré temprano.

— Déjame pensarlo — Eric siguió conduciendo—. No.

Dolores bufó, se puso sus anteojos y se quedó mirando las calles por la ventana.

•   •   •

DOLORES NO SE SENTÍA TAN BIEN COMO SU hermano le había prometido.

Sentía asco de estar junto a su hermano de esa manera, era una horrible sensación, pero en su cabeza ella se repetía una y otra vez que luego de eso él la dejaría en paz. No podía estar más equivocada.

Y si la sensación de asco era horrible, el dolor no era nada comparado con eso, y parecía que a Eric no le importaba en lo más mínimo eso, sólo hacía lo que se le daba la gana. Pero Dolores no quería decir nada, porque tenía miedo de que su hermano la golpeara como hace un rato.

Finalmente, Eric suspiró y se levantó, sonrió mientras se acomodaba los pantalones y veía a Dolly, que estaba tirada en la cama sin expresión alguna.

— Iré afuera a fumar un cigarrillo, Lolita, ya vuelvo — Tomó un encendedor y salió de la habitación del hotel.

La chica suspiró, y se sentó lentamente, cuando hizo eso pudo ver que las sábanas blancas estaban manchadas con sangre, con su propia sangre. Inevitable, sus ojos se cristalizaron cuando vio eso.

Como pudo se levantó, acomodó su ropa y tomó otras prendas limpias de su mochila, se dirigió al baño y comenzó a llenar la bañera de agua. Unos minutos después la bañera estaba llena, se sacó la ropa y se metió enseguida, mientras el agua caliente la relajaba y calmaba el dolor que sentía. Cuando vio que el agua se teñia de color rojo gracias a la sangre que todavía tenía en sus piernas, se derrumbó, todo eso había sido demasiado.

Ella no quería hacer todas esas cosas.

Ella no quería tener nada que ver con el monstruo de su hermano.

Me costó un poco escribir éste capítulo, no sabía muy bien como expresar lo que sentía Dolores, pero intenté hacerlo lo mejor posible.

Creo que está de más decir que la situación por la que Dolores está pasando es horrible y nadie debería experimentar eso, pero lamentablemente es algo que pasa mucho en todo el mundo, y quise tocar este tipo de tema con el objetivo de mostrar que a pesar de que alguien pase por situaciones así, siempre se puede salir adelante si se tiene ayuda.