Capitulo II

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Era una perfecta escena familiar. Lord William estaba cerca del fuego mientras leía ciertos papeles. Kale que era el segundo hijo del vizconde de Kendall, tocaba tranquilamente una pieza de música en el pianoforte del saloncito. Madelyn se encontraba cerca recostada en un sillón mientras leía. Y Corrie se encontraba tranquilamente bordando un cojín. Era la más tranquila y hogareña de los tres. Nunca había tenido una institutriz al igual que Madelyn,su madre había insistido en enseñarles ella misma y al morir ella Madelyn tomo ese papel con Corrie. Aunque admitía que a veces era algo más concesiva de lo que tenía que ser con Corrie, estaba satisfecha de su alumna. Era toda una damita. Tenía un carácter bondadoso y gentil. Le gustaba mucho la costura y los animales. Su figura era grácil y era de buen parecer. Ejercía un gran poder en la casa gracias al cariño que todos le tenían. Y había conquistado la confianza de casi todos los animales de la propiedad. Kale por el contrario era la vivacidad en persona. Era habilidoso en casi todos los deportes y amaba estar al aire libre como Madelyn. Era el único hijo varón y por lo tanto el heredero. Contaba con diez y ocho años, era alto y bien formado. Había heredado los ojos de su padre, los cuales eras completamente negros. Y era bastante apuesto. Le gustaba gastar alguna que otra broma con sus hermanas y la servidumbre de vez en cuando. Pero era de buen corazón, muy inteligente y educado. Había terminado su educación con el vicario del pueblo y pronto se marcharía a Oxford para completar su educación. De pronto la música paro y Kale se levantó para estirarse.

-Odio los días lluviosos- declaro al asomarse a la ventana y ver todo el paisaje cubierto por una capa de agua.

-A mí al contrario me gustan- replico Corrie mientras seguía bordando - es hermoso ver como todo rejuvenece con la lluvia.

-Pero yo al contrario envejezco aquí encerrado -

-Pobre Kale, pronto será un viejo encerrado - dijo riendo Madelyn.

Kale hizo una mueca a su hermana y se tiro en un sillón. Y se puso a jugar distraídamente con las borlas de un cojín.

- ¿Ya tienes todo tu equipaje listo querida? - pregunto lord William mientras se levantaba y guardaba sus papeles en un cajón.

-Si papa, Beth lo está terminando en este momento-

-Ustedes las mujeres son muy complicadas, viajáis con mucho equipaje - dijo Kale al recordar los dos baúles apilados en la alcoba de su hermana.

-Te daré un consejo hijo mío, nunca trates de comprender a las mujeres, solo déjalas ser y muéstrales tu apoyo- dijo sabiamente su padre.

Su padre así era, muy práctico. Madelyn se sorprendía de cuan diferente era a su madre muchas veces. Realmente había encontrado a su media naranja. Él era muy tranquilo mientras que su madre era la vivacidad en persona. Era algo serio y desde que murió su esposa se volvió aún más taciturno. No era muy amante de la convivencia y su círculo social se limitaba a sus vecinos y alguna que otra rara visita de parte de sus familiares. Era respetado y estimado por los que lo rodeaban y eso le era suficiente. Tenía el pelo blanco por la edad y era muy pulcro en su persona. Era afable y de buen corazón. La puntualidad era todo para él y mantenía en perfecto orden su casa. Trataba de en lo posible no tener problemas con nadie y vivía pacíficamente.

-Listo- dijo satisfecha Corrie mientras contemplaba su cojín terminado- ¿Qué les parece?

-Está muy lindo hija mía, pero me temo que ya esta casa tiene suficientes cojines, ¿dónde piensas ponerlo? -

-Oh eso no es ningún problema papa, este cojín no es para esta casa sino para la señora Brook la esposa del vicario, me enterado por parte del señor Rusek que tuvo una recaída de su enfermedad y me eh propuesto hacerle este cojín para ella- informo Corrie de buena gana - Kale ya que te urge salir y amas salir al aire libre más que yo, crees que en la primera oportunidad que tengas puedas entregarlo por mí.

-Sera todo un placer para mí, además tengo que ir con el señor Brook por un cuadernillo que deje allí olvidado la última vez que fui-

-Es muy lindo de tu parte, Corrie. Yo le eh mandado hoy con Jack una canasta de nuestras mejores naranjas- contó Madelyn satisfechamente mientras cerraba su libro.

-Su madre estaría orgullosa de ustedes y yo también- declaro su padre mientras daba un beso en la frente a cada una.

-Gracias papá- dijeron las dos.

-Bueno se hace tarde, me voy a acostar. Traten de no desvelarse, recuerden que Madelyn sale mañana temprano y tiene un largo viaje por delante-

-Si papá, buenas noche- lo despidieron sus hijos.

-Bueno chicos creo que también nos deberíamos ir a dormir- dijo Madelyn mientras recogía su libro.

-Por favor Madelyn, hay que quedarnos un poco más, es la última noche que estarás en casa, hay que hacer algo divertido- rogó Corrie.

-Bien, ¿qué propones? -

-Mmm no lo sé, el que se encarga de eso es siempre Kale- replico Corrie recurriendo a su hermano a falta de ideas.

-Puede que tenga una idea, vengan conmigo- dijo Kale incorporándose con una sonrisa.

Madelyn y Corrie salieran detrás de Kale. Y recorrieron silenciosamente la casa hasta llegar a la cocina.

-Oh niños, ¿se puede saber que hacen a estas horas en mi cocina? - los regaño cariñosamente la señora Rusek cuando los vio llegar.

-Es que queríamos un pequeño aperitivo antes de dormir- dijo Kale con tono persuasivo. Siempre había sabido cómo conseguir aperitivos con la señora Rusek.

-Bueno, aquí tengo algo que puede servir para ese propósito- pronuncio la señora Rusek mientras sacaba una charola con pequeños bocadillos fríos.

Dieron las gracias a la señora Rusek y comieron rápidamente los bocadillos entre las risas por el ingenio de Kale. Después del pequeño aperitivo la señora Rusek los mando directamente a la cama.








Cartas de mi madreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora