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Adrien volvió al orfanato al otro día, esta vez no para ver a Naomi sino por una llamada de urgencia de parte de Nelida, al llegar al lugar lo primero que hizo fue encerrarse en la dirección para hablar con aquella mujer, la adulta lucía preocupada.

─La madre de Naomi estuvo aquí ayer─ dijo sin darle tiempo al rubio de sentarse

─¿Dijo su nombre, algo que me ayude  encontrarla?─ la mujer niega

─Me afirmó que no piensa volver, si Naomi hubiera estado ayer, se habrían conocido─ se lamentó

─Es mi culpa─ suspira

─Para nada Adrien, aprecio tus esfuerzos por hacerla feliz─ hace una pausa ─La culpa es de ella, esa mujer es malvada─ se queja ─Un ser horrible, tan horrible como el suéter de cuello de tortuga que usa─ el modelo la mira

─Eso es algo nuevo─ sonríe ─Mientras más rasgos tengamos, más fácil será, y si estuvo aquí no debe estar lejos

─Pero me dijo que no iba a volver jamas─ gira su silla y le da la espalda al de ojos verde ─No se como el mundo tiene gente tan mala, con personas así, Hawkmoth parece un bebé de pecho

─Tranquila, si pude convencerte de que me des información, creo que podré con ella, así deba pagarle para que la vea unos minutos, lo hare─ la contraria se gira y lo mira

─No creo que el dinero la cambié, envía cheques bastante altos, por eso Naomi es la interna con más comodidades en todo el orfanato─ suspira

─Bueno ya veré cómo la convenzo, no hay dudas de que lo hare─ se levanta ─Dejale mis saludos a Naomi, hoy no podré verla, pero haré mi mayor esfuerzo para dar con su mama─ sale del lugar

─Eres un ángel Adrien Agreste─ sonríe

El rubio vuelve a la mansión de forma rápida y va directamente al despacho de su asistente; allí Nathalie escribía en la computadora unos balances de la última linea que se vendió.

─¡Nathalie!─ grito, la mujer se asusta y lo mira ─Tengo un dato nuevo sobre la madre de mi amiga─ hace una pausa y se sienta frente a la mujer ─Usa suéter de cuello de tortuga

─Sin dudas una mujer con buen gusto─ toca su cuello, el rubio se percata de que ella usa un suéter así ─Veras, no le digas a nadie, pero como tú padre es un paranoico por la seguridad, tengo acceso al sistema de reconocimiento facial que el departamento de policía tiene sobre la ciudad─ sonríe ─Despues de terminar con los balances y la sesión de fotos, creo que podría chequear esos rasgos con el sistema, casi todo Paris está ahí, si no la encontramos con eso, olvídate de encontrarla

─Se que la encontraremos─ réplica confiado

─Bien, entonces ve a cambiarte así terminamos cuanto antes y la buscamos─ mira la pantalla ─Tu amiga tendrá a su madre hoy mismo

─Eres la mejor, te adoro Nathalie─ se levanta y sale del lugar, la mujer se sonroja

Después de una tarde llena de trabajo y fotografías, Adrien y Nathalie se encierran en el atelier para empezar con la búsqueda de la mujer que es la madre de aquella chica, ingresando los datos, el sistema comenzó a hacer su trabajo y en unos cuantos segundos dios tres opciones, dos de ellas estaban en la ciudad, y la tercera se encontraba hace tres años fuera del país.

─Bien, aquí tienes a tus posibles candidatas─ mencionó la de lentes orgullosa por su trabajo

─Ninguna es─ bufo el adolescente

─¿Como sabes eso?─ se quejó

─Manuela Saints, Sandra Frents y Grace Prince─ hace una pausa ─Ninguna tiene "N,S" en sus iniciales

─Espera─ mira fijamente al rubio ─Jamas me dijiste que sabías sus iniciales─ bufo algo molesta

─Perdon, lo olvide─ sonríe jocoso ─Quien quiera que sea esa mujer, desapareció pero jamás dejo de enviar cheques para los gastos de mi amiga, y los firma con las letras "N,S"

─Sabes algo, jamás me dijiste el nombre de tu amiga─ sus manos comienzan a temblar, comenzó a atar cabos, y las señales iban a una sola persona, ella y su hija abandonada

─Se llama Naomi─ contesto tranquilo, la ejecutiva siente como si el mundo se cayera sobre ella

Los nervios de Nathalie estallaron, no podía creerlo, su respiración aumenta rápidamente y su corazón parece querer huir de su pecho, todo este tiempo se estuvo buscando a ella misma, no podía creer lo cruel y despiadada que es la vida, de entre todos los huérfanos que tiene la ciudad de París, Adrien justamente se fue a encontrar con la que era su hija, y por más que quisiera pensar que no era así, todas las pistas apuntaban a ella.

─Dejemos esto aquí─ hablo con voz temblorosa ─Seguiremos luego se que hay un error

─Bien─ se levanta ─Gracias por ayudarme, no sé porqué pero siento la necesidad de ayudar a Naomi, quiero que sea feliz, aún no logro entender porque su mamá la dejo ahí, sola, sufriendo por querér estar con ella durante años

─Alguna buena razón debe tener, ahora ve a tu cuarto y práctica piano por favor─ ordenó evitando verlo

─Si Nathalie─ se va en silencio

Cuando el joven estuvo lo suficientemente lejos, la de lentes irrumpió en llanto, se odiaba a si misma por ser tan descuidada, quería desaparecer del mundo en ese preciso momento, ahora las cosas se le hirian de las manos y todos la odiarían.

En mitad de su crisis, Gabriel entro en el lugar encontrándose con Nathalie de esa forma, como si fuera un reflejo corrió hacia ella y la abrazo.

─¿Nath que pasa?─ pregunto sin soltarla, ella solo llora ─Nathalie por favor, ¡dime qué pasa!─ exigió tratando de hacer que ella lo mire

─¡No pasa nada!─ grito separándose de el

─Estas llorando Nathalie, ¿cómo puede ser eso nada?

─No es nada, lo juro─ se seca las lágrimas

─¿Puedes confiar en mí tan solo un segundo?─ retrocede

─Confio, pero no es nada─ suspira para calmarse ─Ya sabes que me tiene mal, no hay otra explicación

─Amor─ se acerca ─Creo que deberíamos ir al cementerio, te hará bien, y podrás descargar todas tus penas, habla con el, verás que calma

─No, es una pésima idea─ se gira y le da la espalda ─Ya está, estaré bien, es solo un momento─ se limpia la cara con el dorso de sus manos

─Como quieras─ la toma por sus hombros ─Por favor no dudes en buscarme cuando estés así, quiero compartir todos tus momentos, más aún si estás triste─ hace una leve pausa ─No me dejes afuera de tu vida, no quiero ser solo tu novio, el que está ahí para darte besos y decir cosas lindas, también quiero ser quien limpie tus lágrimas y te traiga paz en tus momentos más oscuros─ ella se gira y lo mira fijamente, sus lágrimas vuelven a brotar de sus ojos

─No te merezco─ se balanza sobre el y este la envuelve con sus brazos, aprisionando su diminuto cuerpo contra su pecho

─No digas eso─ acaricia su espalda y luego su cabello ─Soy yo quien no te merece, eres una mujer increíble, y yo un idiota que creo que no sabe cuídarte

─No digas eso─ suspira ─Eres perfecto─ se suelta un poco de él y lo mira

─Si tú lo dices─ sonríe y besa su frente ─Te amo Nathalie, de verdad, eres. . . increíble, jamás estuve así de enamorado

─Tambien te amo Gabriel─ baja su mirada ─Mas que a nadie─ esconde su rostro en su pecho

Ambos se quedan así abrazados hasta que Nathalie se calma por completo, luego el la acompaña hasta su habitación y la deja allí para que descanse, de verdad le preocupaba su novia, últimamente estaba demasiado emocional y eso era muy extraño en ella, seguro la presión de tener que ocultar sus sentimientos era mucha, debía decirle a su hijo cuando antes y liberarla de semejante contra dicho.

Miraculous: Quiero estar contigo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora