17

486 51 23
                                    

Era de tarde, Paul se había ido del restaurante después de pasar todo el día hablando con Nathalie, ambos ya se volvían más cercanos poco a poco, del que no había rastros hace varias horas era del aclamado diseñador y ex villano Gabriel Agreste; para la azabache era un alivio, no tenía ánimos para verlo, cada vez que lo hacía sentía un dolor inmenso en su pecho.

Con el caer de la noche el restaurante se preparó para recibir a los comensales que noche a noche elegían el lugar para cenar, hoy, las damas y dueñas del emprendimiento, recibían la ayuda de Adrien, el cual estaba aburrido y quería por lo menos un día probar hacer algo normal.

A mitad del servicio, el aclamado diseñador se hizo presenté, camino a paso tranquilo por el gran salón, y se paró frente a la caja registradora, la de lentes lo mira con odio, este desvía su mirada y saca unos paquetes desde detrás de su espalda.

─Quiero hacer las cosas bien─ musitó sin atreverse a mirarla ─Son para ti

Nathalie toma los regalos sin decir nada y procede a abrirlos, el primero era una caja inmensa de arándanos bañados en chocolate, y el segundo era un oso panda de peluche, el cual tenía temática ejecutiva, portaba lentes y una chaquetita negra.

─Gabriel─ suspiro enternecida por el gesto, jamás pensó que este pudiera atinarle a uno de sus gustos ─Es precioso─ sonríe mirando al oso, el diseñador se anima a mirarla ─Gracias

─No me agradezcas. . .haría cualquier cosa para ver esa hermosa sonrisa pintada en tu rostro─ hace una pausa ─Se que esto no arregla el gran error que cometí, pero espero que sirva para ablandar un poco tu corazón y que pronto puedas perdonarme, porque yo quiero estar contigo y nadie mas─ baja su mirada y la esconde en el suelo

─Tal vez tengas razón─ acomoda el oso en el mostrador ─Algun dia, seguro podré perdonarte─ agrego burlona

─Bueno, que tengan buenas noches─ se gira y sale del lugar

─Vaya que don serio tiene buen gusto─ comento Sarah acercándose a ella

─Si─ abre la caja de arándanos ─No puedo creer que me haya traído esto, solo Alex solía hacerlo─ mira a su amiga ─Espero no sea una señal

─Yo creo que sí, tal vez tu novio te está diciendo desde el más allá que dejes de ser una testaruda y lo perdones─ sugirió agarrando uno de los bombones

─¡Hey son míos!─ se quejó cerrando la caja y escondiendola como si fuera algo preciado

Después de esta hermosa escena las amigas junto con el rubio cerraron el local y se fueron a descansar, por hoy habían tenido suficientes actividades.

Mientras tanto en París, Marinette y Naomi tenían una pijamada, Adrien antes de irse le dejó encargado a su mejor amiga cuidar de la azabache menor, no quería que se sienta sola durante el tiempo que él estuviera fuera.

─Gracias por esto Marinette, jamás había tenido una pijamada─ comento la de ojos cielo con mucha ternura, estaba emocionada

─No agradezcas, ¿somos amigas no?, Para eso estamos.

─¿Lo somos?─ pregunto dubitativa

─Si─ respondió alegre

─Pense que estabas conmigo porque Adrien te lo pidió─ suspiro melancólica

─Claro que no─ ríe nerviosa ─Si bien Adrien me pidió que no te deje sola, la paso muy bien contigo

─Me alegra oír eso─ sonríe ─¿Sabes si Adrien volverá pronto?

─No lo sé, aún no llamo, y mis mensajes no le llegan─ se acuesta frustrada ─Pero no creo que tarde en venir

─¿Lo quieres verdad?─ se animó a preguntar

─Si. . .y mucho─ dice sin pensar

─Ya lo sospechaba─ se acuesta también

─Espera no─ la contraria ríe

─¿Quién no quiere a Adrien?, es el chico perfecto, y tiene un corazón de oro─ suspira

─¿Ta~Tam~Tambien lo quieres?

─No tontita─ la mira ─Es un gran amigo, pero no lo quiero así, valoro mucho que se haya procurado por mi, pero mi corazón ya está tomado─ guiña un ojo

─¿Y quién es?─ indaga curiosa

─Es uno de los chicos del orfanato, según Nelida entro el mismo día que yo─ suspira ─Desde que lo vi, no paro de pensar en el

─Creeme que te entiendo─ bosteza

─Algun día les diremos y seremos felices Marinette, lo prometo─ cierra sus ojos

─Espero que así sea─ también cierra sus ojos

Las amigas se quedan dormidas ante la mirada risueña de Tikki, la kwami estaba feliz de que las niñas se llevarán tan bien,  pero al mismo tiempo sufría, temia que un villano aparezca en cualquier momento y Ladybug no se las pueda arreglar sin la ayuda de Chat Noir. Si tan solo supiera que el villano más temido de toda la ciudad, se había rendido para animarse a amar otra vez.

Miraculous: Quiero estar contigo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora