Miraculous: Quiero estar contigo.

20

Nathalie despertó temprano en la mañana, a su lado, aun dormía plácidamente el gran diseñador de modas Gabriel Agreste; la mujer se levantó de la cama, abrió el gran armario que ahora le pertenecía, y comenzó a buscar entre todas las prendas de la colección de ropa que su prometido le regaló, algo acordé para la ocasión, finalmente encontró un pantalón de pantorrilla ancha color blanco, una camisa roja, y unos hermosos zapatos negros, con su outfit elegido, ingreso en el baño, tomo una ducha y salió cambiada, para este entonces su novio continuaba durmiendo como si el ruido que la mujer causó en toda la habitación fuera silencio.

La ejecutiva con una gran sonrisa pintada en su rostro, le depósito un beso en la frente a su amado, y salió del lugar, el hombre se revolvió en la cama, pero continuó con su sueño. Nathalie bajo las escaleras a paso tranquilo y tembloroso, al final de estás encontró al rubio menor de la casa, esperándola con impaciencia, sus ojos se iluminaron al verla, por unos instantes temió que se haya escapado nuevamente, pero esta vez no fue así, ella estaba ahí, radiante como siempre y dispuesta a enfrentar un temor que la aterrorizó durante años.

─Te ves preciosa─ menciono el adolescente en tono galán

─Gracias. . .es parte del gran ingenio de tu padre, yo solo las llevo puestas─ guiña un ojo

─¿Estás lista?─ pregunto con cautela tratando de no generar incomodidad en la contraria

─Si─ suspiro intranquila ─Vamos

Ambos salieron de la casa y abordaron el automóvil de la familia, el guardaespaldas apenas vio que estos estaba arriba y con el cinturón de seguridad puesto, salió del predio de la mansión a toda velocidad, para la azabache esos escasos minutos que se tardaba en llegar al orfanato le pareció una eternidad y cuando se quiso percatar ya se encontraban estacionados frente a la puerta de este emblemático lugar, el rubio bajo primero, le dio la vuelta al coche y abrió por ella su puerta, luego le extendió su mano y ayudó a Nathalie a bajar, el robusto musito un leve "suerte" y arrancó para más tarde volver por ellos.

Ambos caminaron por los pasillos del orfanato hasta que llegaron a la oficina de Nélida, allí golpearon tres veces y esperaron que la mujer los deje pasar, su asombro fue grande, jamás se espero ver a esos dos juntos nuevamente, pensó que huyeron y que la pobre Naomi ahora estaría el doble de sola.

─Buenos dias─ saludo la de mechon rojo sentándose junto con Adrien frente al escritorio de la adulta

─Vaya sorpresa─ musito atónita

─Si lo es─ replicó la de lentes ─Vine por Naomi─ dijo y automáticamente un silencio profundo inundó el lugar

─¿Hablas en serio?─ cuestionó con duda, la mujer asintió ─¿No es ninguna broma verdad?─ indago temerosa ─Naomi es una chica muy sentimental, no quisiera que le rompas el corazón más de lo que ya lo hiciste

─Prometo que no lo haré, vine aquí para llevarla conmigo─ afirmó decidida, la contraria mira al modelo

─Seremos una familia─ comento feliz

─Ya era hora─ suspira aliviada ─Adrien, ven conmigo, vamos por Naomi, nadie mejor que tú para darle la noticia─ se levanta

─Bien─ sonríe y se para ─Ya venimos─ advierte a su asistente y sale del lugar

Nelida y Adrien caminan unos pasos hacia la habitación de la niña, una vez allí la mujer le dice a Adrien que es mejor que pase solo y luego sea él quien la lleve con su madre, el rubio hace caso y en entra en la habitación, allí Naomi leía una revista, se la veía tan tranquila.

─Buenos días Nao─ saludo con pudor, la joven levanta la mirada, la fija en el y no puede creerlo

─¡¡Adrien!!─ grito fuertemente para luego acercarse a el y abrazarlo ─Marinette dijo que me iba a avisar cuando sepa de ti─ se separa y lo mira con molestia

─Perdon─ se disculpó ─Le pedí que no te avisara

─¿Por que?─ se quejó

─Era muy importante que no sepas que volví─ se pone serio ─¿Sabes porque me fui?─ ella asiente

─Sesion de fotos─ afirmó decidida

─Bueno. . .te mentí.

─¿Como?─ se cruza de brazos

─Me fui porque descubrí quién es tu mamá, y la tenía que encontrar─ los ojos de la chica se abren como platos

─Adrien no estoy para bromas─ dijo sin creer lo que esté le decía

─No te hago bromas, tu mamá está aquí, en la oficina de Nélida, quiere verte.

Apenas termino la frase la chica abrió la puerta y salió corriendo, corrió tan rápido que en medio segundo ya estaba frente a la puerta de la oficina de Nelida, allí poso su mano sobre el picaporte y espero unos segundos, cuando su corazón se tranquilizó abrió la puerta sin dudar; del otro lado Nathalie estaba de espaldas, su corazón se paralizó al sentir la puerta abrirse, su cuerpo al instante empezó a temblar.

─¿Mamá?─ musito con temor, su corazón también estaba paralizado, soño tanto con este momento que no creía que fuera verdad ─¿Eres tú?─ dijo al ver que no obtenía respuesta de parte de la mujer que tenía frente suyo ─Sabia que Adrien mentía─ agrego con desilucion

─¡No!─ exclamo sin voltearse ─No miente─ se gira y hace contacto visual con la chica ─Soy yo─ menciono con sus ojos cristalinos por las lágrimas

─Mama─ dijo y corrió hacia ella abrazándola fuertemente como si no quisiera que se separen nunca más

─Lo siento─ dijo y eso hizo que la chica la suelte para volver a su posición cerca de la puerta

─No tienes que lamentar nada. . .estabas trabajando y lo entiendo─ la de lentes suspira

─Sabes que no es asi─ se acerca a ella, cierra la puerta y luego le pide que se siente

─Es mejor así mamá─ replicó viéndola sentarse frente a ella ─Duele menos, no soy una idiota

─Entiendo si me odias─ dice tranquila

─No te odió, solo no entiendo. . .porque.

─Por ser una idiota─ suspira ─Deberia haberte cuidado, pero hice todo lo contrario, mirate, y tú aún me quieres como si fuera la madre del año

─Eres mi madre, siempre soñe con esto, no puedo odiarte─ desvía la mirada ─Solo me cuesta entender que hice mal. . .

─¡Nada!─ eleva su voz ─No hiciste nada, todo es mi culpa, gritame, odiame, has lo que tienes que hacer, pero no me trates tan bien, no lo merezco─ derrama unas lágrimas

─Mama, no perdamos tiempo en eso─ toma su mano ─Ya perdimos suficiente

─Naomi─ dice y llora aún más, la joven se levanta de su asiento y la abraza fuertemente

─Siempre te ame mamá, y no quiero que me dejes nunca más, ese es mi único deseó.

─No pienso hacerlo, por eso estoy aqui─ la suelta y sonríe ─Vendras conmigo y jamás te apartaras de mi lado─ sonríe ─Naomi Sancoeur─ la joven la mira fijamente y sus ojos se humedecen

─Mi~Mi apellido─ menciona muy emocionada ─Mama─ la vuelve a abrazar

─Mi niña─ besa su cabeza

─¿Mama puedo saber tu nombre?─ pregunto con curiosidad

─Nathalie─ contesta tranquila

─Tienes un nombre hermoso─ dijo con alegría ─Siempre supe que tendrías un nombre tan lindo, te quiero mama

Ambas mujeres se abrazan nuevamente y luego salen de aquella oficina, Adrien las esperaba afuera, los tres se abrazan, para finalmente salir del orfanato, no sin antes despedirse de Nélida, quién cuido de la joven todo este tiempo. Nathalie, su hija y Adrien, suben al auto y este parte de regreso a la mansión.