[X] FVNERIS CORDIS

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—De un mundo en decadencia has venido a buscar el camino hacia la sabiduría. ¿Estás dispuesto ha pagar el portazgo?

Mi corazón palpita con fuerza pero no puedo apartar mi mirada de mi reflejo en el estanque mientras la voz continúa hablando.

—¿Sabes cuál es tu problema? Siempre has querido saber más de lo necesario. Y entre más respuestas encuentras más preguntas tendrás. Quien desea obtener mucho acabará con poco: la catedral más alta es aquella que no tiene techo. Y yo soy igual que tú, Lázaro, pues somos hermanos.

Veo a mi hermana aparecer detrás de mí en el reflejo del estanque.

—¡Ven a mi lado, Jen! No tienes por qué estar sola, yo estoy contigo. Solo debes hacer un esfuerzo y dejar la maldad. Nadie debe saberlo, a nadie le importará, solo vuelve conmigo, te lo ruego.

—¿Volver a ese mundo maldito donde te alimentan con fe sobre cosas que nunca puedes ver ni tocar y si tratas de estirar el brazo para llegar a ellas, eres un hereje?

—Vine hasta aquí para hallar la verdad y el conocimiento, se suponía que mi espíritu encontraría paz pero en su lugar solo hay más confusión y oscuridad.

—Seguir pensando de esa manera no te servirá de nada, Lázaro. Ninguna verdad te hará libre, deberás hacerlo por tu cuenta. ¿Ya has visto el cielo en este lugar? Las nubes tienen rostros. ¿Crees que los estamos imaginando? ¿Has escuchado lo que susurran las hojas al volar en el viento? Es fácil creer cuando la magia es real. Mientras tanto te esmeras por mantener tus pies clavados en la tierra y agachar la mirada. No puedo entregarte el mundo, Lázaro, pero está aquí para ti. Tu vida empieza ahora.

—La fortuna favorece a los valientes, Jen. El amor vendrá con el tiempo; tarde o temprano llegará. Todos los caminos te apartarán del infierno si solo das la vuelta. Tu alma aún puede ser rescatada, aún escucho esperanza en tu voz. Yo puedo entregarte el mundo... está esperándonos a ti y a mí. Espero que logres encontrar la verdad, depende solo de ti. Agradezco a Dios por lo bueno pero también por el sufrimiento, pues nos permite saber que estamos vivos. Espero que puedas escuchar su voz pues dice la verdad. Su puerta nunca está cerrada solo debes tocar y te dejará entrar. Tu camino empieza aquí.

Aparto la mirada del lago un momento para abrazar a mi hermana pero Jen ha desaparecido, en su lugar solo encuentro un ave negra que emprende vuelo de inmediato.

Al volver mis ojos de vuelta al agua, una visión infernal se manifiesta ante mi. Rostros con ojos ampollados llenos de terror gritan mientras son quemados vivos en un sitio de fuego y azufre. Almas en pena en eterno sufrimiento cumplen su condena en el averno. Todos aquellos que no escucharon la verdad, ciegos porque no quisieron ver. Entre ellos se encuentran el doctor Isaac Troy, el obispo monseñor Antonio Di Pietro y Santiago, el nuevo capellán del hospital. Sus almas claman por la salvación y oran por volver a sus cuerpos. Acaso han sido juzgados y castigados erróneamente? Su pecado fue el de la ignorancia. ¿En realidad merecen una eternidad de sufrimiento por ello?

De camino de vuelta a la aldea encuentro a una vieja bruja con la cara pálida y desprovista de cabello mas que de dos o tres hebras presidiendo una ceremonia en el bosque en medio de una muchedumbre. Pequeños montículos de tierra forman un círculo cuyo centro ocupa el cuerpo de un hombre inerte. La bruja coloca otros dos montículos de tierra sobre sus ojos y uno en su boca mientras efectuaba su elegía.

—El corazón de Eletorn solía flotar por el vacío del espacio exterior, siempre dividido y separado entre dos mundos. El hombre nunca vive más que el fruto de su labor. Y Eletorn nos dejó mucho en que pensar... largos caminos por recorrer. Sus descubrimientos en el conocimiento del más allá serán recordados por siempre... libros mágicos que podrían llenar bibliotecas.

Bruja terrenalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora