[XXII] INVICTVS

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Pequeños copos de nieve brillan en la oscuridad y escucho campanillas en el aire.

Ahora escucho voces y preguntas, siento ojos mirándome y dedos señalándome. Lo que dicen producen sensaciones extrañas que no logro describir, aunque sé que son personas que existen en la realidad y no solo en mi mente. ¿Acaso están aquí para ayudarme?

-¡Dios mío, si es el padre Lázaro!

-¿Estaba en el hospital?

-Escuché que tiene problemas mentales.

-¿Será peligroso?

-Siempre fue muy tranquilo.

-Sí y muy amable. Solía tener una sonrisa pintada en el rostro, pero ahora...

No se imaginan que mi sonrisa nunca fue sincera. Que todo lo que había logrado en mi vida nunca fue para mí, sino para los demás. Que todo fue un gran error. Le daba paz y esperanza a los demás pero para mí eran territorios inexistentes en un mapa ficticio.

-Abran paso, no está respirando.

Escucho a alguien sollozar en la distancia mientras ora por mí. No saben lo poco que eso me sirvió. Todos los días que pasé orando a Dios mientras estuve encerrado sirvieron en vano para liberarme, eso debí hacerlo yo mismo.

-Dios por favor, sálvalo...

Como la libertad, cualquier otra cosa que deseamos está esperando como una fruta que cuelga de la rama de un árbol. No caerá sobre nuestro regazo. Debemos extender los brazos un poco más y arrancarla con nuestras propias manos.

-¡Padre Lázaro, abre los ojos! ¡Despierta!

-¡Vuelve al mundo real, por favor!

Ya puedo ver sus rostros. No son tan diferentes del mío. Insisten en que sane cuando ellos se encuentran sumidos en la misma enfermedad de la que todos somos víctimas.

En mi pecho resurge el dolor al recordar el momento cuando, en mi niñez, cerré la puerta hacia mí mismo y tiré la llave, para consagrar mi vida a la voluntad de los demás.

-Su hermana vive en su imaginación, en un mundo de fantasía.

-Un cuento de hadas.

-Su mente dejó el mundo real hace mucho tiempo. Su personalidad cálida y jovial es ahora un semblante frío y distante.

-¡Dios que terrible!

-Tras flaquear su fe y desobedecer a la iglesia, su vida se volvió una tragedia. Su mente construyó un mundo mágico cuando todo lo que tenía en el mundo real se derrumbó.

-Yo siempre oro por mis hijos, para que sus pies siempre estén bien puestos sobre la tierra y sus cabezas no estén en las nubes...

Los sollozos se vuelven más fuertes. Oigo sus pies arrastrarse por el lodo. Me pregunto si ya se habrán dado por vencidos y han ido por una pala y un pico para cavar un hoyo dónde enterrarme junto con todas mis fantasías.

* * *

El silencio se apodera de la noche una vez más y escucho las campanas tocar las doce a medida de que mi cuerpo es arrastrado lenta y dolorosamente hasta el mar.

Mi mente se encuentra tan cansada como mi cuerpo desgastado. Los días y emociones del pasado que se alojan en mis memorias inevitablemente empiezan a deshacerse y me vuelvo incapaz de conjurar ningún recuerdo, de sentir ninguna emoción. Mi corazón se apaga como una llama ahogada mientras mi cuerpo flota en el agua. Las olas me revuelcan y me llevan hacia las profundidades del océano. El sol desaparece en el horizonte al anochecer.

Bruja terrenalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora