Captive | Levi ˣ Eren

Capítulo 13

Un montón de caballos rodearon la antigua cabaña que fue ocupada por Levi Ackerman y Eren Jaeger. Los jinetes, miembros del ejército de Marley, bajaron a inspeccionar el lugar, con una patada derrumbaron la puerta principal, pero el sitio se encontraba vacío. Debe estar ocultándose. Pensaban todos los presentes mientras continuaban inspeccionando. Otro grupo se dirigió al sótano, pero tampoco tuvieron éxito, no encontraron más que rastros de sangre, pero fue ignorada, pues buscaban a un asesino, era seguro que habrían otras víctimas.

–¿Está seguro que era esta la cabaña?– Preguntó Hange, coronel de la brigada, hacía Erwin Smith.

–Es esta.– Respondió con seguridad, pues había sido uno de los pocos datos que era verídico.

Hange se volteó y sin decir más se alejó para llamar al resto de soldados, les ordenó retirarse por ahora y volver al palacio donde el rey esperaba por una respuesta.

–¡Deben encontrarlo!– Gritó el Zeke frente a la coronel quien le había comunicado sobre la visita a dicha cabaña. –Debemos vengar la muerte de mi hermano.– Habló esta vez con más calma.

Aquella noche tras terminar con el baile una mujer pasó por el lago cuando lo encontró teñido de rojo. Los de alto rango fueron los primeros en ser informados, todos creían que se trataba de alguna amenaza, pero no fue hasta semanas después cuando recibieron la noticia que nadie quería conocer; Una carta del reino enemigo les informaba que ahora tenían la cabeza del príncipe, Eren Jaeger estaba muerto.

La familia real y el pueblo entero se vistió de luto, el príncipe quedaría en sus memorias, pero su nombre seguramente no trasendería en la historia. Conforme las semanas avanzaban el tema solo fue parte de un recuerdo, ya nadie buscaba respuestas. No debían olvidar que el rey era aún novato y no podían dedicarse a invertir sus recursos en quien ya había muerto, en cambio debían enfocarse en guiar a Zeke. Además el poder militar no estaba dando su mejor rendimiento y sufrían de un atraso tecnológico, una guerra solo traería  pérdida para su reino y se correría sangre en vano. No estaban preparados para una masacre y por ello la rechazarían.

Sin embargo el tema volvió a recorrer los pasillos del palacio cuando se apareció el Doctor Smith, en el pueblo su nombre se conocía en cada rincón, las personas, atraídas por su carisma, no dejaban de hablar de él, quien además hacía milagros al tratar a sus pacientes, incluso extranjeros viajaban para recibir sus tratamientos. La visita en el sitio real fue una sorpresa, pero no dejó de ser bienvenido, mucho menos esperaban la información que ahora les brindaría.

–Levi ha sido quien secuestró, mató y vendió al príncipe. La noche del baile se lo llevó y luego lo mantuvo prisionero en una cabaña.

La corte entera quedó boquiabierta y el caso volvió a abrirse, si entonces había sido un hombre y no una nación podrían acabarlo. Confiaban en las palabras de tan querido doctor y pronto empezaron a preparar a sus más nobles soldados para acabar con quien había arrebatado la vida del hijo menor de los Jaeger.

–¿Cómo sabe usted todo eso?– Listos para acabar con la junta Hange lanzó tal pregunta, necesitaba una respuesta que lograra sacarla de toda duda y hasta entonces no podría confiar en Erwin.

–Varias noches después me llevó, amenazó con matarme si no cooperaba, después de eso me mostró el cuerpo del príncipe, tenía una herida en su abdomen, quería que lo revisara y me asegurara de que resistiría el viaje al reino vecino.– Su testimonio no se basó más que en mentiras, pero mentir no era nuevo para él, había trabajado con un criminal durante años y aprender tal habilidad era un requisito.

Erwin había ensuciado sus manos desde el momento en que aceptó ayudar a Levi. Una misión como esa traería consigo una importante suma de dinero, no podía rechazar algo así, sin embargo el dinero jamás llegó a él y su cabeza ahora estaba en juego si llegaban a atrapar su cómplice. No podía arriesgarse más y fue entonces cuando decidió hablar, las personas confiaban en él y por lo tanto también en su palabra, de alguna manera perdonarían sus pecados sin siquiera conocerlos.

El reino enteró conoció el rostro de Levi, la recompensa sería enorme para quien pudiera llevarlo al palacio donde una sentencia sería ejecutada. Pero se encontraba tan lejos ahora que siquiera podía enterarse de la búsqueda a su persona, sin embargo fue algo que previó, no podía escapar con el príncipe y mantenerse a salvo.

–Deberíamos visitar Ingengis Morsus, si Levi entregó ahí el cuerpo deben conocer algún otro dato sobre él.– Insistió Hange, no era la primera vez que hacía esta propuesta, sin embargo había sido ignorada.

Tras un suspiro de parte del rey la aceptó, ahora estarían cerca del criminal, sin embargo debían ser cuidadosos para no desencadenar una guerra. No actuarían de inmediato, debían formular un plan para distintos escenarios, pero empezarían cuento antes a trabajar en ello.