Capítulo 12

192 11 0
                                    

Había llegado la noche, pero esta era diferente a las otras, Eren se mantenía despierto esperando aún a que Levi le otorgara el permiso para dormir, sin embargo durante la espera se sentía seguro y tranquilo. Se cubrió con una sábana que le daba calor y además jugaba con ella enrollándo un extremo con su dedo. Estaba sentado en medio de la cama, pues sabía que quedaría dormido en una posición más cómoda y debía de evitar esto.

El cambio que tenía le daba cierta tranquilidad, no sabía donde estaban, pero ya no se hacía esa pregunta y mientras menos dudas tuviera las preocupaciones también disminuirían.

No perdía el temor a Levi, pero su presencia le daba seguridad y si era lastimado sabía que era su responsabilidad por no actuar al agrado del pelinegro. Se lo debía por haber salvado su vida, era lo único que su mente comprendía dejando a un lado que lo había convertido en su prisionero.

Se abrazó a sí mismo al escuchar un chillido proveniente de la entrada. Sus ojos que empezaban a cerrarse, ahora estaban bien abiertos esperando órdenes. Esta vez, ya rendido, se había tendido en la cama, le daba la espalda a la entrada y mantenía su mirada fija en la pared de al lado, en esta se reflejaba la sombra del pelinegro gracias a la luz que le daba una vela que cargaba.

Eren, sintiendo al contrario acercarse más, se mantuvo estático y se abrazó con más fuerza como si tal acto lo protegiera de Levi. Pronto escuchó un sonido del metálico tocar el suelo y segundos después estaba a su lado Levi. Su cuerpo empezó a temblar, entonces recordó como ese hombre había abusado de él en distintas ocasiones, estaba asustado, sin embargo esta vez no pondría oposición a lo que hiciera, sentía una deuda con él y aceptaría pagarla con esto.

Levi introdujo su mano por debajo de la camisa del príncipe, fue ascendiendo hasta llegar a la parte superior de la espalda donde la venda no estaría molestando. No hizo más que acariciar esta zona, sus dedos estaban fríos, pero pronto su temperatura aumentaria.

La mano libre del pelinegro se mantenía debajo de su cabeza simulando una almohada, después de todo no estaba ahí para molestar a su presa, estaba cansado, era todo. Sus ojos fueron cerrándose y sin darse cuenta había caído dormido en la misma cama que Eren.

El castaño solo se percató de que las caricias habían terminado, creía que este haría un próximo movimiento y continuaría de una u otra forma, pero no fue así. No se sentía del todo cómodo, Levi tomaba gran parte de la cama, pero además la insertidumbre que le generaba lo ponía ansioso, no lo dejaba dormir. No fue hasta después de unas horas, cuando la vela ya se había apagado, que se volteó cansado de estar en la misma posición, en ese momento notó al pelinegro ya dormido.

Poca luz entraba a la habitación, ya era de madrugada y aún no dormía nada por esperar lo que nunca sucedió.

Sus ojos se posaron sobre el rostro de Levi, tenía facciones finas, eso le permitía intercambiar con facilidad con una mujer. Se veía indefenso y tranquilo mientras dormía, era la primera vez que podía dedicarse a observarlo con tanta tranquilidad, olvidaba que era aquella doncella que desde lejos seguía para esperar el momento en que pudiera acercarse y bailar en su compañía. Su cuerpo también era delgado, no aparentaba tener mucha fuerza, pero bien sabía que no era así.

No hacia más que detallar su rostro y cuerpo, los pensamientos que por su cabeza pasaban estaban llenos de inocencia, abandonando la forma de aquel príncipe que sólo buscaba sexo. Se acercó solo un poco y se fijó en sus labios, los había probado ya, pero no sintió más que asco en esa ocasión, había sido tomado a la fuerza, sin embargo si volvía a repetirlo sería por su voluntad, entonces si así era ¿Volvería a odiar esa sensación?

La curiosidad tomó el control de su mente y lo obligó a actuar, no tendría otra oportunidad para hacerlo estando Levi indefenso. Algún otro prisionero tomaría esa ventaja para lastimarlo o escapar, pero su mente estaba siendo manipulada por falsas ideas y la tranquilidad del pelinegro para estar ahora con tanta comodidad se debía a que conocía el actual estado de Eren.

El castaño se acercó lo suficiente y juntó sus labios con los ajenos, cuando se aseguró de que el contrario aún dormía empezó a moverlos. Supo de inmediato que la sensación ahora era distinta, en definitiva no se sentía asqueado, quizás si volvía a forzarlo sentiría eso de nuevo. No fue un beso de amor, no podía sentir algo como eso a quien lo tenía prisionero, pero agradecía por haberlo salvado, por mostrarle una visión nueva del mundo y por estar ahí, simplemente no lo odiaba.

Se detuvo antes de que despertara y cerró sus ojos para intentar dormir, aún faltaban un par de horas para que se hiciera de mañana, además cuando Levi se levantara lo vería a él dormido y no habría rastro de que ese beso existió.

Captive | Levi ˣ ErenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora