Capítulo 5

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Habían pasado seis días desde que su vida de lujos le había sido arrebatada al príncipe Eren Jaeger, aunque lo que era menos de una semana se había transformado en una eternidad. Aquellos banquetes de los que gozaba ahora eran vegetales crudos que muchas veces llegaban a su boca sin haber sido lavados previamente. Una simple caminata por el jardín ahora le era imposible, pues apenas veía la luz y los largos baños de agua caliente que las mucamas preparaban implicaban ahora constantes abusos por parte de un Ackerman.

En ocasiones lloraba por las noches, cuando la luz no existía y nadie lo veía. Mientras era acogido por la frígida brisa que penetraba su cuerpo y lo hacía temblar, incluso en esa época la noche no escapaba de las frías temperaturas. El recuerdo de su madre le llegaba a la memoria preguntándose si le daría abrigo al verlo así. Pero toda esa melancolía   desaparecía ante los primeros rayos de sol, ni una sola lágrima sería vista por el hombre que lo tenía en cautiverio, no se lo permitiría, por lo que se la pasaba buscando en tan simple lugar alguna distracción a los más negativos pensamientos que lo hicieran ser vulnerable.

Pero en la búsqueda de un poco de estabilidad mental ignoraba su salud física, no solo su alimentación se había convertido en un problema, sus tobillos ahora tenían marcas en un intento de caminar más allá de lo que le permitían, un simple rasguño le haría sangrar. Sus piernas y brazos ahora estaban cubiertas de moretones por cada golpe que recibía, pero en cambio su torso estaba limpio, reflejaba el temor de Levi por llegar a abrir la herida en su abdomen y por ello se alejaba de la zona lo que más le era posible.

Su olor tampoco era agradable, sin importar los baños constantes que tomara siempre terminaría adquiriendo toda la suciedad que había en ese lugar y quedaría impregnada en su cuerpo. Quien lo viese ahora no lo trataría con un príncipe, no sería reconocido, en su lugar sería un mendigo cuyo valor sería nulo.

Los pasos a los que temía escuchar empezaban a transformarse en un escape. Era humillado, golpeado y abusado, pero si se comparaba con el eterno silencio escogería sin pensarlo la compañía de su agresor. Su mente divagaba cuando se hayaba en soledad, buscando conversación con las paredes o insectos que se encontraban por ahí y solo lo harían perder la cordura. Ver a Levi significaba que aún no estaba solo, incluso si el mundo había empezado su apocalipsis. No, no era alegre con la llegaba del Ackerman, tampoco la esperaba, sin embargo era una visión positiva que lograba alcanzar a tener.

Recostado a una pared, Levi lo observaba cruzado de brazos. En ocasiones solo lo vigilaba, no apartaba su mirada de él y se mantenía en silencio.

–Levi ¿Por qué me mira tanto?– Preguntó desde el suelo, estaba de rodillas con la mirada baja, no se permitía verlo a los ojos, pues solo le traía un recuerdo que se desvanecía en su mente y no lograba reconocer. Odiaba esa sensación.

–Veías de esta forma a cada joven que llegaba al palacio ¿Ahora te incómoda recibir esa atención?

–¿Cuánto sabe de mí?–Murmuró.

–Quien no sepa de ti entonces no conoce su pueblo. Las personas de la ciudad no dejan de pronunciar tu nombre, los rumores que se crean en el palacio bajan a oídos de los campesinos.

–Usted no habrá confiado todo esto en los rumores de un pueblo.

Como respuesta el pelinegro se encogió de brazos, pero Eren no necesitaba que se lo dijeran, estaba convencido de que estaba en lo correcto.

–¿Podré salir algún día?– Pero más que querer hacerlo buscaba romper con el silencio, ese silencio que poco a poco lo ensordecia.

–Gánate ese derecho.

Y si existía la oportunidad no la dejaría ir.

–Bien.– Aceptó.

Levi dio unos pasos al frente, sería la primera vez que tenía  el consentimiento del contrario para actuar sobre él. Apoyó su mano en la mejilla de Eren, sus ojos reflejaban una inmensa tristeza, soledad y un vacío que no sería llenado, pero esto último no era consecuencia de un secuestro. Ackerman se agachó sólo un poco y junto sus labios con los contrarios, tal acción tomó por sospresa al joven, no lo había besado antes, aunque sus labios le eran familiares. Pudo soportar los primeros segundos donde estos se frotaban mutuamente, pero el primer tacto con la lengua del mayor causaba reproche en él. Cerraba sus ojos con la intención de pensar en que sería una chica quien probaba su boca, pero su aroma se encargaba de acabar con esas ideas, sin duda era un hombre. Saliva se deslizaba por su barbilla hasta caer al suelo, era repugnante, pero era el pago por una libertad condicionada.

Levi abrió sus ojos y seguidamente se separó, detuvo el beso que tanto conflicto causó en Eren, pero antes de apartarse lo suficiente besó nuevamente sus labios, fue corto, pero suficiente para hacer que el castaño entrara en un dilema al cual no dejaría de darle vueltas.

Sin duda había probado esos labios, la forma en que recibió ese último beso le traía algún recuerdo a su memoria, pero no lograba identificarlo. Era cálido, incluso viniendo de él, como si quisiera calmarlo y asegurarle que todo estaría bien. No podía confiar en una sensación que solo venía de su cabeza, no podía siquiera asegurar que su mente estuviera ahora sana.

–¿Puedo salir?– Preguntó nuevamente, apenas lograba que su voz saliera.

–Hoy no será ese día.–

N/A: Espero que les esté gustando y como aclaración (?) por ahora todo eso que Levi hace es por humillación, solo aclaro xD Gracias por los votos y comentarios ♡

Captive | Levi ˣ ErenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora