16.Desayunos no legales

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No puede ser. Mi cabeza comenzó a maquinar a toda prisa sin encontrar ninguna solución al huracán que se aproximaba imparable hacía mí.

Lo que más miedo me da es la reacción de mis padres al saber de las mil veces que he atentado con la vida y la futura paternidad de Jordan, aunque supongo que en cuanto se enteren de que nos han encontrado juntos en la cama van a montar tal fiesta que empezarán a elegir el sitio de nuestra boda. Casi me lo puedo imaginar, fingirán lo disgustados que están mientras yo me intento explicar pero por dentro,sus mentes ya estarán pensando el menú y dónde iremos de viaje de novios.

Que los señores Walker se enterasen tampoco me gustaba, sinceramente nunca hemos tenido una relación muy fluida, en las pocas reuniones en las que hemos coincidido su actitud pedante y arrogante (parece que ya se sabe de dónde lo ha heredado) les hace insoportables, aunque debido a el buen contacto con mis padres sólo me quedado tragar.

Lo raro es que Jordan y yo no nos hubiésemos cruzado antes a pesar de la cercanía de nuestras familias, aunque tiene sentido si se tiene en cuenta que esta aquí interno.

-Señorita Harrison ¿no me ha escuchado? Vaya a cambiarse y la espero aquí a las diez en punto- temblorosa asentí y corriendo subí a la habitación dónde Alice y Chelsea se estaban poniendo el uniforme

-¿Se lo ha contado?- preguntó Alice

-Así es, así que procedo a redactar mi testamento antes de mi muerte

-Eres un poco exagerada

-Mi familia y la suya han sido avisadas y están de camino aquí- ambas me miraron con los ojos muy abiertos

-Estoy segura de que saldrás de esta y no pasará absolutamente nada, confía en las fuerzas naturales del universo- dijo Chelsea mientras encendía un cigarrillo

-Precisamente por eso, gracias al amor que el universo de mierda siente por mi, Jordan va a descubrir, si no lo sabía antes, que nuestros padres decidieron que sería buena idea liarnos, lo cual sólo hará que me muera de vergüenza y que Jordan se ría de mi por los siglos de los siglos

Alice y Chelsea me miraron en silencio sabiendo que yo tenía razón

-Mia no sé como lo haces, pero tienes la capacidad de tener una respuesta preparada para cada contestación de Walker así que confía en esa habilidad e intenta tirar para adelante lo más dignamente posible- empezó Alice

-Además sus padres también lo intentaron tanto como los tuyos por lo que él tiene que sentir absolutamente la misma vergüenza 

Asentí poco convencida y miré el reloj-Llegamos tarde a clase y necesito despejarme antes de la que se me viene encima

-Eres muy rara, la gente se despeja haciendo pellas, no yendo a una clase doble de literatura- me picó Chelsea y me consiguió hacer reír

Me cambié y nos sumamos a la marabunta de alumnos que llegaban tarde a sus respectivas asignaturas hasta que llegamos a nuestro aula.

Por supuesto dio la maravillosa casualidad de que ese día volvimos a repasar a Shakespeare y en concreto Romeo y Julieta, como si mi vida fuera una constante burla y el mundo no se cansase de recordarme mi mala suerte. Aunque para ser sincera mi atención estaba más bien puesta en la fabricación de mil excusas para la escena de la cama, las patadas, los insultos, incluso para lo del granizado pero nada era algo creíble. 

¿Plantarse con un megáfono debajo de mi ventana a recitar versos? Nadie me va a creer y me sacarán de aquí para meterme en un centro de rehabilitación por que creerán que lo que desayuno por las mañanas no es legal.  Sólo espero que no estemos en la misma sala cuando ocurra la conversación por que realmente voy a desear que se abra la tierra y me trague a lo más profundo de su ser (mi drama está de vuelta)

St Claire: Internado para rebeldes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora