9.La estupidez no se cura

25.5K 2.2K 419
                                    

Domingo, esa palabra resonó en mi cabeza con fuerza cuando la misma estridente voz de todos los días me despertó.

La verdad es que he pasado una semana más tranquila de lo que me imaginaba en un principio, he conseguido que no me castigaran más, lo cual es un gran avance por que lo último que quiero es volver a aguantar los perdigones de saliva de la señora de la biblioteca cada vez que me mandaba callar, más que una persona parecía un aspersor viviente.

Además no he vuelto a ver a Jordan ni un día y la verdad es que lo agradecía, no quiero más momentos incómodos y menos sabiendo quien es su familia y la relación que tiene con la mía 

Pero toda esa paz que he conseguido alcanzar en esta semana parece que está a punto de esfumarse. Cuando lo hablé con Chelsea me aseguró que aunque el domingo los chicos vinieran eso no quiere decir que le vaya a ver sí o sí. Al venir el colegio completo, unos quinientos alumnos más o menos, distinguirle sería complicado pero no imposible y si le sumamos la capacidad que he desarrollado para chocarme con él las posibilidades se triplican

-Por fin domingo, el mejor día de la semana- murmuró Chelsea levantándose 

-Si que te tiene que gustar para levantarte la primera- susurró Alice mientras se estiraba- Yo por mi me quedaba aquí recluida para evitar más sorpresas como las de tus amiguitos del otro día

-Me quedo contigo- dije sin querer salir de la cama

-Escúchame Mia ya te lo he dicho no es muy probable que os encontréis pero si lo hacéis no pasa nada ya te he dicho que mientras no te transformes en su punto de mira no va a pasar nada y en cuanto a lo de Alice, tranquilízate ni Collin ni ningún chico no volverá a subir en tu presencia

Sin mucha convicción asentí y me levanté mientras Alice se encogía de hombros y resoplaba 

Bajamos a desayunar y todo el ambiente habitual de adolescentes medio dormidas y perezosas había sido sustituido por un nerviosismo general de chicas que miraban impacientes el reloj de la cafetería. Las veteranas intentaban tranquilizar a las nuevas mientras se retocaban el pelo y ellas reían con inquietud y hablaban de como sería estar con los chicos un día entero

- ¿A que hora llegan? Por que a alguna de las presentes las va a dar un infarto antes de que pongan un pie aquí- empecé sirviéndome café ignorando toda la alegría de las alumnas

-En media hora así que ya puedes desayunar rápido- siguió Chelsea mientras se acababa su cuenco 

-Entiendo que les haga ilusión pero por Dios sólo son chicos- dijo Alice 

-No dirás lo mismo cuando lleves aquí metida un par de meses más- Chelsea le guiñó un ojo y me metió prisa para que acabara

-Me va a sentar mal el café y te juro que cuando se me revuelva el estomago y vomite apuntaré hacia ti

-Si así puedo ver a los chicos antes aguantaré tu vómito- reí y le di el último sorbo mientras Chelsea nos agarraba a mi y a Alice y nos subió a la habitación a la velocidad de flash

Yo me tumbé de nuevo en la cama volviéndome a quedar dormida mientras Alice adelantaba deberes y Chelsea se maquillaba

-A ver chicas el plan es el siguiente, si cualquier profesora pregunta me encontraba mal y he subido a la habitación 

-¡Has dicho que no subirías a más chicos a la habitación!- saltó Alice

-Dije en tu presencia tu no vas a estar, oh venga Alice por favor- le puso mirada de cachorrito y ella cedió

-Vale pero limpia las sábanas bien y cuando vengamos quiero que el susodicho esté fuera ¿vale?

Chelsea asintió y la abrazó-Eres la mejor

St Claire: Internado para rebeldes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora