33.Caerle mal a la suerte

22K 1.9K 346
                                    

Chelsea y Alice me escuchaban con la boca abierta y cuando acabé de hablar se miraron entre ellas aunque pude notar algo que me hizo sospechar que yo no había la única a la que le había pasado algo ayer

-¿Ayer paso algo?- pregunté. Alice miró al suelo y Chelsea se cruzó de brazos

-Collin se pasó por la habitación- empezó

-¿Qué?- dije confusa aunque intuí el porqué 

-Quería ver a Alice- concluyó en un tono neutro que yo sabía que ocultaba 

-Ya te he dicho que le dejé un libro, venía a devolverlo- murmuró Alice 

-Alice, ya te he dicho que no me importa que le dejases el puñetero libro, es el hecho de que le de igual entrar cómo hacía cuando estábamos juntos y restregarme su presencia por la cara- hizo un parón- me duele. Me ha quedado muy claro que a él le da exactamente igual la mierda que tuvimos pero al menos que tenga un poco de empatía por mí 

-Yo creo...- la señorita Grafton se giró al notar murmullo y las tres tuvimos que callar hasta que se volvió a dar la vuelta en dirección a la pizarra- creo que Collin- continué esta vez más bajo- no es consciente de que esto te puede molestar

-¿Por qué todos le defendéis? Es un cabronazo mentiroso que lo único que hace es pasar por delante una y otra vez lo bien que está

Alice permanecía en silencio y callé. Chelsea no entendía que los acercamientos de Collin no tenían nada que ver con intentos de molestar sino búsquedas de momentos con Alice, algo que parece que ninguna de las dos parecía estar pillando. Lo que más curiosidad me generaba era saber que pensaba Alice de todo esto, si estaría notando las intenciones de Collin sobre ella, si ella tenía esos sentimientos o que pensaba hacer para gestionar todo esto. En este punto no querría ser ella. 

-Por cierto ¿Cómo tenía Collin un libro de nuestra habitación?- preguntó Chelsea y Alice se mordió el labio

-Uno de esos días que venía a esperarte a la habitación yo estaba antes, me lo pidió prestado y yo se lo dejé- Chelsea levantó una ceja analizando a Alice a la cual parecía que estaba sometiendo a un interrogatorio y finalmente suspiró 

-Vale, creo que voy a poner un pestillo en la ventana o la próxima vez le tiraré la escalera esa de mierda que utilizan para entrar pero Collin no volverá a poner un pie dentro

-Te digo por experiencia que lo de tirar la escalera no es un método efectivo- respondí mientras se me escapaba una sonrisa al recordar ese día 

-Me da igual, se la voy a quemar o algo así- dijo con una mirada sádica, sacó el mechero del bolsillo y lo encendió haciendo que las alumnas de alrededor se giraran cómo si Chelsea acabase de descubrir el fuego

-¿Oye me lo dejas?- susurró una- es que me aburro tanto que creo que voy a quemar las esquinas del libro

Chelsea se encogió de hombros y se lo lanzó

-Ahora toca hablar de lo tuyo- murmuró Alice 

-No hay nada de que hablar, estoy jodida 

-Pero si tus padres te van a comprar la tarta de boda en cuanto se enteren- dijo Chelsea

-Mi problema no es el castigo de mis padres, se van a llevar la alegría de su vida, es el hecho de que piensen que se han salido con la suya y si a eso se le sumamos el castigo de West.....no voy a salir de mi maldita habitación hasta fin de curso

-Mientras no te castigue sin la excursión de fin de curso- contestó Alice bostezando

-Tampoco te pierdes nada, un fin de semana a una casa rural encima este año lo van a hacer en abril así que seguro que hace frío 

-Mientras no caiga en mi cumpleaños me da igual- dije escurriéndome en la silla

-¿No vamos a prestarle atención al hecho de que casi lo haces con Jordan?- puse los ojos en blanco y me encogí de hombros

-No tengo nada que decir 

-Oh venga Mia, admítelo de una vez por todas ¿Qué sentido tiene que te lo ocultes a ti misma?

-Es dejar ganar a mis padres

-A la mierda tus padres, olvídate de ellos, esta es tu vida y si te gusta Jordan no te puede frenar el hecho de que un par de prehistóricos crean que estamos en el siglo catorce

-Es más complicado que eso

-Escúchame Mia- Alice acercó un poco la silla- al final si dejas de hacer lo que quieres por esto, les dejas ganar por qué están controlando tu vida de manera indirecta al dejar de hacer algo sólo por que les beneficia 

Fui a responder pero al ordenar todo en mi cabeza sabía que tenían razón al tiempo que otro tema se colaba en mi mente

-¿Qué es el día de la familia?

Chelsea soltó una carcajada sarcástica- El viernes todas las familias de los alumnos vienen, comemos juntos, los profesores hablan con ellos ya sabes esas cosas, es todo tan cursi que sólo nos queda cantar la granja de pepito alrededor del fuego 

-Bueno, Jordan dijo que sus padres nunca vienen a cosas del colegio y los míos estarán tan ocupados que mandarán a mi tía otra vez, ella sabrá interceder por mi y de paso puede que quiera venir para ver a Abbey 

-Lo de que tu tía y Abbey estuviesen juntos es muy fuerte- respondió Alice a la vez que intentaba coger apuntes 

-A mi me parece todavía más que lo hiciesen en tu casa en navidad 

-La historia de ellos me da mucha curiosidad pero mi tía no suelta prenda 

-Pues ya se lo sacarás y en ese momento nos lo tienes que decir a nosotras las primeras

Reí- Supongo que sí aunque creo que por el momento seguirá teniéndoselo callado 

-Aunque creo que no creo que ni tus padres ni los suyos no vengan- dijo Alice

-¿Por qué?

-Una vez me dijiste que no tentase a tu suerte y me da que a tu suerte le caes un poco mal

-Sin que lo digas, mi suerte me odia a muerte, pero prefiero pensar cosas positivas

En ese momento la alarma de fuegos saltó por el humo de las páginas quemadas de la chica del pupitre cercano y el agua nos empezó a mojar a todas 

-¡Sheila al despacho de la directora ahora!¡Las demás todas fuera!

Y las alumnas abandonamos entre risas la clase 

¡Hola a todos! Apoyo la teoría de Alice de que a la suerte no le cae demasiado bien Mia. Sea como sea ¿Creéis que el día de la familia iran los padres de Mia y los de Jordan? ¿Sólo los de Mia?¿Sólo los de Jordan? Espero que os haya gustado ¡y nos vemos en el próximo capítulo!

St Claire: Internado para rebeldes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora