𝘤𝘰𝘮𝘱𝘭𝘪𝘤𝘢𝘵𝘦𝘥 | alejandro rosario

capitulo 4

Alejandro fue a hablar con su hermano y luego regresó con una sonrisa para comenzar a hablar.

—Mira yo.. te encuentro linda, simpática–habló–Quiero ser más que amigo tuyo

Yo me sonrojé

—Yo, también, pero debemos ir lento, ¿ya?, porque está Mattia, y ahora que me conocen como su prima no quiero que quede un desastre y..–me empecé a alterar

—Hey tranquila–me miró y me abrazó–Vamos a ir lento, ¿ya?, y cuándo crea que es el momento, te pediré oficialmente que seamos novios y ahí será tu decisión

Yo le di un beso en la mejilla

—Lo que menos quiero es que Mattia se enoje contigo–confesé

Nos miramos fijamente y el esbozó una sonrisa. Hablando de Mattia, adivinen quién me estaba llamando. Contesté el teléfono.

—Amber, ¿a qué hora llegas?, ya son las diez y te puede pasar algo si vienes sola

—Si, al tiro voy

—Está bien, nos vemos

Alejandro me miró con curiosidad

—Era Mattia, me debo ir

—Está bien, te acompaño a la puerta

Él me acompañó a la entrada de su casa y cuándo me iba a despedir, se acercó a mi y nos dimos un beso, nos sonreímos mutuamente. Cuándo me di vuelta me encontré con dos señores que me miraban fijamente con unas sonrisas emocionadas.

—Ay por dios Alejandro, ¿quién es esta niña tan bella?–su madre me abrazó

Mientras me abrazaba su padre alentaba a Alejandro, yo lo miré con una sonrisa un poco apretada por su madre.

—Mamá, papá, se llama Amber, no somos novios, aún–dijo–ya, déjenla ir, la hostigan

Yo me sonrojé y me despedí de todos para luego irme a mi casa, pero saliendo de la casa de Ale, sentí que alguien me tomó la muñeca.

—Amber, ¿quieres venir mañana a la piscina después de almuerzo?

—Si, claro–acepté su propuesta–Entonces.. adiós

Él se despidió y se fue corriendo emocionado de vuelta a su casa, la mía quedaba cuatro casas más lejos así que no era un gran recorrido.
Al llegar subí las escaleras y le avisé a Mattia que ya había llegado.

—¡Llegué!

—¿Tanto rato con Kairi?, ah, por cierto vino una señora a hacer aseo de la casa por órdenes de mis padres, mañana vendrá a hacernos almuerzo y desayuno

—Está bien, mañana en la tarde saldré

El asintió y siguió viendo su teléfono, yo me puse pijama y empecé a hacer videollamada con Kairi para contarle lo que había sucedido hasta que me quedé dormida.

• • •

Desperté, eran las 12, anoche me había quedado hasta las tres hablando con Kairi, así que tomé algo ligero.

Me puse a grabar TikToks mientras esperaba el almuerzo, y a leer comentarios, la gente me respetaba, eran buenos conmigo. Ganaba seguidores rápido, me empezaron a preguntar que cuándo iba a ir a eventos, etc.

La hora de almuerzo llegó así que bajé a comer, y cuándo terminé de comer me arreglé para ir a la casa de Alejandro, le avisé a Mattia y me fui.

Llegué y toqué el timbre, me abrió su madre, yo la saludé.

—¡Amber!, qué gusto verte de nuevo–dijo emocionada–siéntate

Yo me senté en el sillón junto a ella

—Y cuéntame, no te había visto antes, ¿eres de aquí?

—En realidad no, vine por mi primo mientras que era verano, debe conocerlo, es Mattia Polibio

—¡Me hubieras dicho que eras una Polibio!, conozco a su familia, son un amor, y Mattia es un chico muy loco–reímos

—¡Mamá!, ¿Sabes dónde está mi traje de baño?, ¡Amber ya va a llegar!–gritó desde el segundo piso

Ella me hizo un gesto refiriéndose a que iba a ayudar a Ale y empezó a hablarle en español, yo me reí

Vi que su hermano pequeño llegó y se sentó con el ceño fruncido y con flotador de patito lo que me causó cierta curiosidad

—Así van a ser las cosas, si no se besan en frente de mi te presto a mi hermano

—¿Hecho?–pregunté confundida

—Ven, vamos a la piscina–me agarró de la mano

—Alto ahí, ¿Que haces tú con mi niña bonita, Emiliano?–llegó Alejandro

—Déjalo, si es tan tierno

Emiliano le sacó la lengua a Ale en forma de burla. Fuimos al patio y saludé a Ale con un beso en la mejilla.

Empecé a ver a Alejandro quitarse la polera, mierda, tenía hasta las venas marcadas

—Te dejé babeando y lo sabes–dijo guiñándome el ojo

Yo rodé los ojos y sonreí, luego me quité los shorts y la polera

—Te dejé babeando y lo sabes–lo imité

Tomé su mano y lo empujé, pero yo también caí a consecuencia de eso, Emiliano también se tiró gritando un "Al agua pato".

Abrí los ojos debajo del agua y lo vi, el también los tenía abiertos, nos sonreímos y le di un beso corto hasta que salimos a la superficie.
Empezamos a tirarnos agua, el me subió a sus hombros, jugamos con pistolas de agua y su hermano, obvio, hasta que decidimos salirnos.

Nos recostamos en las toallas un rato, su hermano y él tomaron helado mientras que yo me recosté

—Ay, el sol me quema–saqué mi bloqueador y se lo entregué a Ale–¿Me echas?

—Si, claro

Él me untó por toda la espalda y luego recostó su cabeza en mi espalda

—¿Mattia te contó sobre qué vamos a ir a Nueva York, verdad?, es para un evento–dijo–Te invitaron, aún no quiere decirte, siente que no estás lo suficientemente preparada

—Mattia es mi primo y mejor amigo, y me está ocultando muchas cosas, no entiendo qué pasa

—Es sobreprotector, eso lo hace desconfiar, en el fondo es bueno y lo sabes

—Obvio que lo se, lo conozco desde que nací, solo, no quiero perderlo por tonteras Ale

Los dos nos sonreímos y después subimos a su cuarto, yo estaba en su cama viendo el teléfono y él haciendo TikToks, hasta que se escuchó un ruido

—¡Alejandro!, saca tu largo cabello, soy Mattia–se escucho desde afuera

—¡Mierda!–gritamos

Él me escondió debajo de su cama, cada vez sentía que Mattia estaba más cerca..