𝘤𝘰𝘮𝘱𝘭𝘪𝘤𝘢𝘵𝘦𝘥 | alejandro rosario

capitulo 18

—Nada, es sobre la fiesta de tus padres, además de que Anna no me quiso ayudar a escoger ropa para mi cita doble–dije falsamente enojada tratando de cubrir el hecho de que se habían besado hace unos segundos

—Te ves bien así, eres preciosa–dijo Alejandro tomándome de atrás y dándome un beso en la mejilla

—¿Cita doble?–preguntó Álvaro–¿irán con otra pareja?

—No, iremos con una persona más–Ale me miró y se rió

—¿Que tipo de trío planean?–dijo Roshaun disimuladamente tratando de meterse a la conversación

—Es Emiliano, siempre nos quiere acompañar, es una ternura–reí–Bueno,  creo que nos tenemos que ir, pero antes tengo que hablar algo con Roshaun sobre este fin de semana

Álvaro se despidió y se fue a su habitación con sus galletas, yo cerré la cocina y miré fijamente a los chicos.

—Entonces, ¿Este es tu delito?, criminal–le dije a Roshaun enojada

—No queríamos que te enteraras así–dijo Anna

—¡Por dios!–grité–¿Es esto serio?, porque si no es serio no hay necesidad de decirle al Aloe Vera–dije diciendo su apodo

—A mi me gusta y lo sabes, Amb–dijo Roshaun–pero le dije a todo el mundo que era como mi hermana menor, además hay mucha diferencia de edad

—Y mi hermano va a salir lastimado tratando de pegarle–agregó Anna

—Tiene razón–dijo Alejandro

—Miren, si se quieren no hay ninguna barrera entre ustedes, miren a Charli y a Chase, tóxicos pero igual

Vi como la "pareja" asentía.

—Ustedes dos, técnicamente son una pareja, así que deberán decirle a Álvaro, este mes, o yo lo haré–los miré con desafío–y si no quieren estar juntos, eso deben decidirlo

—Que linda mi bebé mandona–dijo Ale dándome un beso en la mejilla

De repente la puerta se abrió.

—¡Alejandro de Jesús!–dijo Emiliano hasta que me vió–¡Amber!

—¡Emiliano!–yo me agaché y le di un abrazo–¿qué haces aquí?, pensé que debíamos ir a buscarte–dije mirando a mi novio

—Alejandro me dejó afuera–hizo una mirada triste–No quería que yo los viera besarse

—¡Emiliano!–gritó Ale

Mis otros dos amigos rieron y nos miraron con ternura.

—Bien, creo que debemos irnos si no queremos llegar tarde a la película, ¿no es cierto?

El levantó los brazos y asintió. Los tres nos fuimos, yo me despedí de mis amigos no sin antes darles una advertencia.

Tomamos un Uber para llegar al cine, compramos palomitas y bebidas.

—¿Emiliano cuál quieres?–preguntó Alejandro

—¡Coca-Cola!

—Yo quiero Pepsi–dije

—Entonces una Pepsi grande y una Coca-Cola mediana con palomitas porfavor–le dijo al señor que atendía para luego dirigirse a mi oído–Voy a robarte de tu bebida como robé tu corazón

Después se separó y me guiñó el ojo, yo rodé los ojos.
Cuándo le entregaron la comida, la tomamos y entramos a la sala.