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Al perro no le agradó la conquista que se trajo de Japón papá.

Eso y la ropa para mascota que compró.

No. No sean estúpidos;al sirviente Kim Taehyung no le trajo nada.

-Lo siento tanto, Taehyung. Puedes estar molesto en verdad,hijo. Me decía mientras acariciaba al perro con el ridículo mini saco y boina que le había puesto.

¿En verdad se puede tomar una disculpa como sincera si nisiquiera te ven a la cara?

-No,papá. No pasa nada,supongo y debiste estar muy ocupado y por eso no pudiste ...

-ah... así es.

Y con su serie de bostezos exagerados y su manera de frotarse el rostro se muy bien que me esta pidiendo de forma sutil que le deje tranquilo.

-Oh ... está bien,descansa.

Habían pasado de las ocho de la mañana y papá aun no se aparece. Y obvio,la alimaña pulgosa tampoco.

-Bien. Este es tu momento, Tae.

Destreza en la cocina? Cero.
Pero sé preparar un café decente y un par de tostadas con jalea y algo de frutilla picada.

Listo todo lo coloqué en la bandeja y esperé tres minutos más.

Nada. Ninguno aparece. Me preocupé.

Subí con sigilo las escaleras hacia su habitación y una serie de estornudos violentos me sorprende.

Ya. Papá enfermó y es por eso que no había bajado. Su hora de salida es a las siete y el jamás se retrasa. De pié frente a su puerta escucho como parece hablar por teléfono, seguro y está designando trabajos a su asistente.

Yeontan comienza a ladrar y me siento pillado. Toco la puerta y me invita a pasar.

               



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Es así cada que trato de conversar con él. El maldito perro siempre esta de por medio. Aun ni porque enfermó deja que le haga compañía para cuidarle mejor.

Rechazo el café cuando le dio el primer sorbo y aseguró estaba muy amargo para su gusto. El demonio de cuatro patas saltó sobre la charola tirandolo todo junto con mi oportunidad y eso solo provocó que mi padre se enojara conmigo.

-Taehyung! Como traes porcelana,corta. Tannie pudo herirse . ¡caramba,se que le odias pero es un animal indefenso,por Dios!

Me hecho varias veces de su habitacion y yo como un tonto preocupado por su salud le seguí insistiendo en que me dijera que es lo que podía traerle de la farmacia pero,solo siguió echandome.

Supongo que por mi cara suavisó su tono al correrme una vez más,alegando de no querer enfermarme.

¡Soy joven y fuerte,solo ¡MIRAME! podía enfrentarla.

Pero claro,El demonio de cuatro patas podía estar allí,hechado sobre las piernas de mi padre y él ... regalandole caricias a su diminuta cabecilla.

Lo envidio.

Porqué a pesar de no ser bueno ni para guardián de casa. Mi padre siempre parece estar orgulloso de él.






Psd:

Mi papá toma café sin azúcar cada mañana.

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