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Reproches,miradas incriminatorias y regaños. Por varios días.

Eso es lo que me gané  por ser gentil.

Ahora papá  había  tomado un descanso por una malcompensacion que sufrió. Las largas jornadas al parecer, ya comenzaron a cobrarle.

Al pulgoso parece que ya se recuperó  de su .... mh ... encuentro.

Papá  no ha dejado de consentirlo ni un poquito. Ah ... yo estoy bien,al igual que los muebles. Es todo un mundecillo en donde solo habitan papá  y Yeontan. Tal como en el cuento del principito o algo así.  Recordais el cuento,cierto?

Bueno. Yo parezco ser las cosillas esas que molestaban al príncipe.

 

--Nooo! ¡¿Qué  haces!?

--¿Porqué  tanto grito,que pasa?

La había  mordido. No. La había        des pe da za do. Toda.

Ese maldito pulgoso se habia tragado,devorado, roido como una maldita rata asquerosa mi bolso.

Amaba ese bolso y es el que llevo a clases.

--Ah ... ¿enserio estas haciendo un alboroto por tan poco? Bah... toma efectivo y ve a comprar  otro.

La cólera  y el resentimiento se apoderaron de mí. Esto es inconcebible. Injusto. Egoísta.

No puedo más .

El nisiquera estaba viéndome.  No se disculpó  y tampoco me dió la cara por su falta de empatía  hacía  mi persona.

Mi boca se abrió  sola y escupió.

--Disculpate ... discúlpate ahora.

El se quedo quieto en donde estaba. Y tal como en las pelis,giró  su cuerpo despacio aún  con su perro en brazos.

--¿Perdón?

Me dolió. Su cara de indiferencia su tono burlón. Duele. Soy su hijo.  Que diablos le pasa.

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