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La visita de un Ángel.

Un Ángel  pequeño y hermoso.

Ojos brillantes como estrellas y cuando te sonríe,estos te enseñan la Luna.

El calor en persona. Tranquilidad. Compañía.

Así llegó  Jimin.

Esa noche no pregunto nada más.

Se acercó  a mi,sin miedo alguno pese a que me giré  a darle la espalda,no quería  que viera estas lágrimas que salían  sin parar. Él no me negó,solo  colgó su abrazo desde mi detrás.

--Que bueno que estas de pié- se que me sonrió, pude sentirlo mientras aún  me abrazaba.

Mi mente se negó pero mi cuerpo no. Solo se quedó allí, paralizado recibiendo el calorcito que Jimin nos daba. Me sentí  muy apenado pero él  se atrevió  a ir mas allá y acarició  mi cabeza.

Instintantaniamente sonreí.  Él  comenzó  a batir mi cabello para después alejarse.

Había  traído comida. La sirvió  y me invitó  a comer.  El parecía tan cercano a mi que hizo que me sintiera como un invitado en mi propia casa.

Hace tanto tiempo que nadie me trataba de esa forma que me sentí  extraño.

--Vamos ... tienes  que comer.

Allí estaba esa sonrisa de nuevo.

Y como niño tras Hamelín,yo lo seguí.

--¿Quieres ... tomar un baño? Te ayudaré  si me lo pides.

--¿Huelo tan mal?

--Un poco. Pero .. esta bien,enfermaste ... ¿quieres platicar de como eso sucedió ?







Mi pecho al igual que el resto de mi ser se sentía  cálido, calentito y no,no era fiebre.








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