Cuando cierro mis ojos

Capítulo 8

“Necesitas salir de la habitación, Louis. Has estado durmiendo casi todo el día”. Lo reprendió Zayn, abriendo las cortinas de su dormitorio.

Louis había pasado la mañana, entrando y saliendo del sueño, con la esperanza de que Harry se uniera a él otra vez después de su abrupta partida. Pero cada vez que había vuelto a dormir, Harry simplemente no estaba allí.

Los rayos del sol hicieron que Louis gimiera en señal de protesta.

“¡ZAYN! ¡CIERRA LA MALDITA CORTIINA!”.

“Sólo si me prometes que vas a salir de la cama y vas a ir conmigo al hospital a visitar a mi prima. Está en pediatría con una pierna rota. Lo menos que podemos hacer es llevarle un oso de peluche y dos sonrisas”.

Louis se sintió culpable y salió de la cama, cubriendo sus ojos del sol con la mano

“Por favor, sólo… cierra la cortina”.

Zayn hizo lo que Louis le pidió y sonrió triunfalmente.

“Amigo, este va a ser la mejor visita al hospital”.

Louis suspiró antes de cambiar su pijama por un suéter y unos jeans negros.

“Yo conduzco y tú pagas la gasolina” dijo  Louis, agarrando las llaves del coche.

“Trato” acordó Zayn.

“Pero, tienes que llevarme cargando hasta el coche”.

Antes de que Louis pudiera objetar, su amigo saltó sobre su espalda. Louisse retorcía en protesta, pero Zayn simplemente no se iba a bajar.

“¿Enserio, Zayn?”

“Louis. Por favor, ayúdame a cumplir mi sueño de infancia en donde mi mejor amigo me lleva cargando hacia el coche”.

“Es medio raro para ser un sueño de tu niñez”.

“¿Está poniendo en duda la existencia de mi infancia?“

"¿Será porque no tiene ningún sentido?” 

“Me parece mucho más interesante tener poco sentido. Me ha servido bastante hasta ahora”.

“A veces me preguntó porque soy tu amigo”.

“Porque traigo extravagancia a tu vida”.

“Hay bastante extravagancia en mi vida ya”

“… Y sin embargo, seguimos teniendo esta conversación mientras me sigues cargando”.

Louis rodó los ojos ante el punto valido de Zayn. Si no podía tener sus propios sueños, al menos podría cumplir alguno de su amigo.

Aunque fuera bastante ridículo…

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Scarleth y Harry habían pasado la mayor parte de la noche platicando. Por la mañana, Harry se dio cuenta que había dejado a  Louis solo en su sueño mientras platicaba con ella.

Le hacía sentirse un poco culpable, pero al mismo tiempo al menos podría evitar la conversación sobre la opción del trasplante. No necesitaba otra persona presionándolo para hacerlo. En última instancia, era su elección.

“¡Oh, dios mío, mi turno terminó hace como una hora!” exclamó Scarleth, mirando su reloj.

Harry intentó no sentirse afectado por su exclamación, pero antes de que pudiera reflejarlo, Scarleth se dio cuenta.

“No quise sonar así. Simplemente no puedo creer que el tiempo pasó volando tan rápido. Mira, tengo que salir, pero tienes que ponerme al corriente sobre lo que tú y Louis hablen esta noche ¿de acuerdo?” pidió ella, sonriendo genuinamente a su nuevo amigo.