Capítulo 20

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No hubo nada que la doctora O'Malley haya podido hacer para oponerse a la petición de su paciente. Ya no quería el trasplante y mientras ella podía rogar y suplicar todo lo que quisiera, hacerlo sería poco profesional e incluso podría haber sido relegada del caso.

Ella dejó el hospital devastada, pero no había nada que pudiera hacer. Harry había hecho su elección y ella tenía que respetar eso.

Louis se dirigió al hospital después de su breve enfrentamiento con Zayn y entró a la habitación de su novio con el corazón acelerado. Se sentía culpable, pero sabía que Harry necesitaba escuchar su razonamiento del porqué del engaño.

Mientras caminaba por el pasillo hacia la habitación de Harry, escuchó a las enfermeras que platicaban sobre su ahora "rota" relación y trató de ignorarlas. Él no quería ser influenciado por las personas que lo rodeaban en vez de ser capaz de seguir sus propios instintos. No estaba seguro si podía confiar plenamente en sí mismo, pero lo que tenía bastante claro es que nunca iba a darle la espalda a Harry.

Louis golpeó el marco de la puerta de Harry y esperó algún tipo de respuesta por parte del chico que le importaba tanto. Harry se veía peor de lo que Louis lo había visto en su vida, casi todo el color de su piel había desaparecido al igual que la chispa de sus ojos. Harry había perdido la esperanza y era culpa de Louis (o al menos se percibía de esa manera).

Harry finalmente se percató de la aparición de Louis y lo miró entrecerrando sus ojos, lo cual hizo que Louis se sintiera aún más extraño que antes. Las cosas no habían ido bien en el sueño, pero Louis tenía la esperanza de que iba a tener la oportunidad de plantear su punto de vista mejor de lo que lo había hecho en el sueño.

"Hola" murmuró Louis con cautela ya que todavía estaba probando las aguas. "¿Puedo pasar?"

Harry simplemente se encogió de hombros como respuesta. Louis quería desesperadamente abrazar a Harry, pero sabía que no era una opción. Sólo podía esperar que un día fuera a suceder de nuevo...

Louis se sentó en la silla al lado de la cama de Harry y empezó a mirar alrededor de la habitación con nerviosismo. Quería ser capaz de plantear sus ideas de forma perfecta. "Ya sabes, cuando nuestros sueños se conectaron, en realidad yo nunca anticipé que estaríamos donde estamos ahora. Yo sabía desde el primer sueño que algo había sido alterado para siempre en vida, pero en aquel entonces pensé que estaba loco, pero ahora sé que el cambo eras tú y era para mejor".

Harry finalmente lo miró, las lágrimas de resentimiento lo habían traicionado. Quería desesperadamente echar a Louis fuera de su vida para siempre pero en alguna parte, en el fondo, sabía que Louis había vuelto a encender por completo su voluntad de vivir que por lo menos le debía una oportunidad de redimirse.

"Lo siento mucho por mentirte" continuó Louis, notando el cambio en la atención de Harry. "Tienes que saber que lo hice porque pensé que de alguna manera yo te estaba ayudando. Ahora sé que no necesitas mi ayuda cuando eres tan fuerte. Harry, no necesitas que nadie te diga cómo vivir tu vida y te prometo que nunca voy a hacer eso otra vez".

Abrumado, Harry se mordió el labio en una profunda reflexión antes de sentir que algo se movía en lo más profundo de su ser. Desde que se había despertado esa mañana una parte de él se sentía perdida y no de una manera emocional, sino de una manera puramente física. No se había molestado en informar a cualquiera de las enfermeras porque odiaba la forma en que lo miraban con lástima.

De repente, sintió que la bilis subía por su esófago y antes de que pudiera siquiera recibir ayuda de Louis, había vomitado todo en su cama. La diferencia era que este vomito no era del tono habitual, era una vibrante carmesí.

Cuando cierro mis ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora