C A P I T U L O. X

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En el '73, después de que Travis fue dado de baja de la marina, vio a un médico. "No puedo dormir", dijo. "Estoy pasando por un mal momento. Malos pensamientos. No puedo relajarme, ¿sabe? " Solo quería unas pastillas para dormir. Algo para ayudarle a pasar las noches difíciles.

La sonrisa del hombre era levemente condescendiente, y él asintió y escuchó a Travis con el aire de un padre escuchando a un niño hablar sobre monstruos debajo de la cama.

Después de algunas preguntas, el tipo diagnosticó a Travis con un trastorno de estrés postraumático, un nuevo y elegante término que los doctores estaban lanzando últimamente. La guerra acababa de terminar. Muchos jóvenes regresaban de Vietnam con la cabeza jodida.

En los viejos tiempos lo llamaban conmoción. Cuando su padre era joven y militar, fue fatiga de combate. Siguieron cambiando las palabras, agregando más sílabas. Probablemente para sentirse más inteligentes.

El médico le dio a Travis unas pastillas, que luego tiró, porque lo hicieron sentir como un zombi, y una recomendación para ver a un terapeuta, que Travis ignoró porque no tenía el dinero. De todos modos, no veía cómo se suponía que hablar debería ayudar.

Trastorno de estrés postraumático. Travis odiaba la frase, y odiaba la forma simplista en que se desprendía de las elegantes lenguas de los jóvenes médicos: tipos que nunca habían visto el combate, pero creían que entendían porque habían leído un montón de libros. Como si los libros pudieran decirle algo sobre lo que realmente se siente el apuntar con un arma a otro ser humano y apretar el gatillo, o el mirar fijamente el cañon del arma de otra persona, en la mira de la aniquilación ¹.

No es que las descripciones no se apliquen. Hipervigilancia Hostilidad. Desconfianza. Insomnio. Pesadillas Recuerdos. Él tiene esas cosas, claro. Pero llamarlo un desorden nunca le sentó bien.

En este mundo, los que no pueden luchar no sobreviven. Incluso antes de la guerra había indicios de esta realidad. Él era un niño bajo y flaco. Los matones lo veían como una presa fácil, y rápidamente demostró que estaban equivocados. Su padre le había enseñado cómo lanzar un puñetazo, cómo lastimar a alguien con sus manos, y la mejor manera de evitar ser empujado a un casillero era sangrar la nariz de alguien una o dos veces. Después de eso lo dejarian en paz.

Una mente formada por la violencia no está dañada. Ha visto cómo es la realidad y cómo se adapta. Solo los hombres más afortunados y más seguros pueden escapar de esa violencia, entonces ¿por qué deberían decidir qué es la enfermedad y qué es la salud?

Como sea, eso es lo que piensa la mayoría de los días. Pero hay algunas noches- en las que despierta de los malos sueños, vomitando sus tripas- en las que se siente enfermo. Se siente herido.

Pero esto también parece un reflejo de la realidad. A su alrededor, donde quiera que vaya, ve quebrantamiento, horror, sangre y suciedad. Estar bien en un mundo así es una forma de autoengaño. Esos hombres, los que están en oficinas con aire acondicionado detrás de escritorios y detrás de sus libros y sus palabras de cincuenta dólares sobre cosas que nunca han sentido, son los que viven en una fantasía.

Entonces, cuando escucha las palabras de Arthur, ¿qué ha hecho su moralidad por la gente como nosotros? Lo golpea en la médula de los huesos.

Porque Arthur lo sabe. Incluso si nunca estuvo en la guerra, él también es un hombre formado por el dolor.

***

Travis podría hacerlo. Él quiere.

Ya tiene a Arthur desnudo y clavado en la cama. Si no tuviera en cuenta las consecuencias, sería fácil follarlo: meterse en ese agujero ansioso, ese agujero apretado, virgen, intacto, y follar y follar y follar hasta hacerlo sangrar y dejarlo adolorido, hasta que se haya vaciado por dentro de Arthur y lo haya hecho solo suyo ². A pesar del miedo, a pesar de la inquietud, a pesar de la voz interior que le dice que todo está mal ...

People Like Us [Traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora