C A P I T U L O. XV

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Cuando llega la mañana, Arthur encuentra a Penny en la cocina, mezclando la masa para los panqueques. Hay café preparándose.

Penny casi nunca cocina, sobretodo en estos días. Pararse por cualquier periodo de tiempo es difícil­ para sus caderas.

Ella le sonríe. No hay rastro de ira en su expresión, pero evita hacer contacto visual.

—Buenos días, Feliz. Hoy me siento mejor, así que pensé en preparar el desayuno. No lo he hecho en mucho tiempo.

Arthur se queda de pie en la puerta de la cocina.

—Gracias por limpiar el piso ¿Viste mi nota en la nevera? Intenté barrerlo, me sentía tan angustiada, dejando trozos de vidrio en el suelo. Pero me dolía demasiado la espalda. Me preocupaba que si me esforzaba mucho, podría caer de nuevo.

—No hay problema—murmura.

—Tenia un antojo por los panqueques ¿Quieres panqueques con sonrisa? Solía hacerlos cuando eras pequeño ¿recuerdas?

Lo recuerda. Panqueques con pasas para los ojos y también en forma de sonrisa.

—Los panqueques normales están bien.

—Espero que no estés molesto conmigo. Sé que anoche levanté la voz por teléfono. Estaba preocupada.

—Lo sé.

—Yo también estaba cansada. No estaba pensando con claridad — cucharea la masa sobre la plancha y voltea hacia él, con los ojos húmedos —¿Puedo hacerte panqueques con sonrisa? Me gustaría mucho.

Su garganta se tensa.

—Bueno—saca una silla y toma asiento.

Sirve las tortillas marrón doradas, con pasas cuidadosamente puestas en líneas curvas. Los diminutos ojos oscuros lo miran desde el plato. Rocía jarabe sobre los panqueques y come, apenas lo saborea. Su pie palpita.

"¿Pusiste ese vidrio roto allí para que lo pise, mamá? ¿Porque te colgué? " Sabe que si expresa la pregunta, ella llorará y le preguntará cómo podría acusarla de algo tan horrible. Ella dirá que lo ama, que nunca lo lastimaría. Y quizás ella así lo crea. Porque incluso si lo hizo deliberadamente, ya ha reescrito las cosas en su memoria. Así es como siempre pasa.

O tal vez fue un accidente después de todo. Penny se abruma fácilmente, y su mente se vuelve más confusa cada año. Las tareas básicas se han convertido en una lucha para ella. Él puede imaginarla dejando caer el vaso y mirar los fragmentos con miedo y desconcierto, alcanzando la escoba y rindiéndose después de un breve intento. Accidente o no, claramente se siente culpable ahora. De eso se trata este desayuno, ¿no?

Simplemente ya no lo sabe.

Penny lo asusta, a veces. Está bastante seguro de que ha habido otros incidentes como el de los vidrios rotos, o peores, a lo largo de los años; incidentes que viven en los espacios oscuros entre sus recuerdos. Piensa en Travis preguntándole: ¿Te ha lastimado alguna vez?

No sabe hasta donde ella podría llegar. Pero si él se muda, si deja a su madre sola en este lugar, no durará mucho. No hay nadie más que la cuide.

¿Qué se supone que uno debe hacer, cuando la persona que te lastima depende de ti para sobrevivir?

Un doloroso nudo llena su pecho, se esfuerza para bajar la comida. Pone su tenedor sobre la mesa.

—Mamá —dice—, he querido preguntarte ¿Qué era lo que me ibas a decir sobre Thomas Wayne?

Hay un pequeño silencio.

—¿De qué hablas?

—Después de cenar con Travis, dijiste que ibas a contarme algo sobre Thomas.

People Like Us [Traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora