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La espada golpea con fuerza al hombre de madera, estoy bañado en sudor, solo cargo el pantalón puesto, el saco y la camisa me las quite en cuento entre.

-No me voy a casar- vuelco a golpear a mi victima, el filo de la espada saca astillas de su cuerpo - QUE NI CREAN QUE ME VOY A UNIR EN MATRIMONIO - giro mi espada en mi mano y corto la cabeza del muñeco- No lo voy a hacer- respiro con dificultad, ni siquiera pude probar mi comida, en cuanto dijeron el plan de matrimonio me retire de la mesa.

-¿Que hizo el pobre maniquíe para que le quitaras la cabeza?- camino hasta donde deje mi ropa y coloco mis espadas una al lado de la otra - Hijo mírame - ignoro a mi madre - Do Kyungsoo mírame -

-No mamá, no vas a usar tú magia conmigo -

-No voy a usar mi magia, igual contigo no funciona -

-Gracias a Hades - me doy la vuelta y la veo - ¿Qué?-

-Déjame curarte- ella camina hasta donde estoy, me toma de la mano y ve mis brazos - Eres descuidado con tu cuerpo, no te importa lastimarte -

-¿Qué diversión tendría si no lo hiciera? - ella me ve serio - Olvídalo - me suelto de su agarre - Estaré bien, no te preocupes -

-Eres mi hijo, ¿Cómo no me voy a preocupar? - tomo mi ropa, me coloco mi camisa y la dejo abierta, cuelgo el saco en mi brazo, guardo las 2 espadas en su funda y la miró.

-De la misma manera en la que no se preocuparon en preguntarme si me quería casar - Levantó un poco mi tono de voz, camino hasta la puesta y ella la sella - No uses tu magia conmigo madre - sus ojos tomaron un color verde, cierro con fuerza mi puño y golpeó la puerta, su barrera mágica se rompe, estoy seguro que mis ojos están de color rojo en este momento, ese es mi sello.

Nuestro color de ojos es nuestro sello como brujos, cuando nacemos si no tenemos una marca en nuestro cuerpo, tenemos los ojos de color, y si no es así, solo es un simple ser, a lo mejor tenga una habilidad más no un poder.

-Dejame hablar contigo Kyungsoo - tomo el pomo de la puerta - Por favor -

-No madre, en este momento lo único que quiero es quitarle la cabeza al hombre que se supone es mi prometido - abro la puerta y veo al Príncipe de Erigom, mi prometido.

-Lo reto a que lo intente, su alteza-

En nombre del...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora