Yo provoqué su sonrisa.

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Los chicos de iCarly estában camino a la estación de autobuses, allí cogerían un autobus para llegar a el aeropuerto, para coger un avión. Por fín había llegado el día de la excursión, aquella mañana, Spencer estuvo muy pesado con Carly, le repitió mil veces ''Nada de chicos en tu habitación'', ella tenía los planes de seguir las reglas de su hermano, pero si algo le deparaba a incumplirlas, lo haría. Sam esa mañana, tubo que levantarse más temprano para hacer la maleta y prepararlo todo, ¿para qué demonios se íba a llevar Sam el portátil? ¿lo íba a usar? ¿en una excursión?. Por otro lado, Freddie, estába tranquilo, la señora Benson estába en casa de su tía, lejos de la ciudad, se quedaría allí un par de meses ya que esta estaba un poco enferma. 
 En ese momento, los chicos estában en el coche de Spencer camino a la estación de autobuses, Freddie y Sam íban detrás y Carly de copiloto.

-Chicos, mucho cuidado con lo que hacéis eh- dijo Spencer sin apartar la mirada de la carretera.

-Sí, sí, descuida.- Dijo Carly.

-¿Cómo que cuidado?.- Dijo Freddie inocentemente, entonces Carly se giró con una cara con ojos muy abiertos mientras Spencer respondía.

-Pues... ya sabes, los chicos y las chicas por la noche pueden hacer cosas...- dijo intentando de que lo entendiese.

- Aaaaaah...- dijo Freddie.

Sam permanecía callada, estába triste.

Más tarde, cogieron el autobús, a Carly le tocó sentarse al lado de Sam y a Freddie al lado de Gibby, pero ella fue buena amiga y le cambió su sitio a Freddie para que pudiese estar con Sam, pero ella no lo sabía. Gibby con Carly y Sam con Freddie, el autobús, una hora al aeropuerto, había que hacer algo.

Sam no le hablaba a Freddie, estába con los cascos puestos mirando a la ventana, ya que estába lloviendo y se entretenía mirando las gotas de lluvia. Él le quitó un casco y se lo puso, entonces sorprendido le dijo.

-Wow, ¿estás escuchando Running away?-

-Sí.-

Fue lo único que le respondió, era la única cosa que le había dicho en toda la mañana.

-Me encanta esa canción.- dijo Freddie tímidamente.

-Lo sé.- Dijo Sam, entonces ella la miró a los ojos, los mismo ojos de aquel día en el que se besaron en la salida de emergencia, entonces recordó que mientras se besaban, sonaba esa canción por detrás.

- ¿Qué te pasa?-

Ella no respondió, solo agarró la mano de Freddie y apoyó su cabeza en el cuello de Freddie, él alegre, vió como se quedába dormida, ya íban a llegar, le daba pena tener que despertarla ahora que estában en esa posición. A los 20 minutos, todos empezaron a bajarse del autobús, entonces Freddie decidió despertar a Sam.

- Rubia, rubia, despierta, hemos llegado.- Mientras sonreía

-Oh, vaya, eh... perdona si te he molestado al agarrate la mano o lo que sea.- mientras miraba a otro lugar.

- No me ha molestado nada.- mientras la miraba con una tonta sonrisa que le salía sola.

Todos cogieron el avión, otra vez, Sam con Freddie. Esta vez íban despiertos, íban contando cosas graciosas y íban riéndose y sonriéndose. Sam pensó que podrían hacerse una foto, así que esta fue la ocasión para Freddie y le besó la mejilla, Sam tomó la foto y luego ambos tuvieron un minuto incómodo, pero lo dejaron en el pasado. Después se bajaron del avión, habían llegado, estában en Venecia. Más tarde llegaron al hotel, en recepción dijeron que tendrían una fiesta por la noche, todos tenían una habitación propia, así que todos subieron. Sam abrió la puerta de su habitación, estába al final del pasillo, y al principio estába la de Freddie. Ella entró, dejó su maleta y cogió su laptop. En cambio, todos los demás, se preparaban para cenar y correr a la fiesta. La señorita Briggs simplemente fue a darse un banquete y a dormir, para librarse de los demoniacos niños, que realmente se estaban portando muy bien. Cuando todos terminaron de cenar, Freddie estába atento a ver si venía Sam, que era raro que no bajase de una vez ya a cenar, entonces le preguntó a Carly.

-¿Y Sam?-

-Está arriba, no creo que vaya a la fiesta, hoy estába un poco triste.-

Entonces Freddie corrió a ver a Sam, mientras todos sus amigos se irían a pasarlo en grande, y a beber mucho. Carly parecía que estába con un chico y que íban a beber un par de copas, pero él tenía que centrarse en Sam, así que subió al cuarto de Sam, llamó a la puerta y entonces la puerta se abrió. Ahí estába Sam, su largo pelo rubio y rizado, estába vestida diferente a como íba en el camino hacia el hotel.

-¿Por qué no bajas a cenar?- dijo Freddie

- Pasa. Primero lo pensé, pero luego decidí que bajaría cuando no hubiese nadie, o pediría algo para que me lo tragesen a la habitación.- dijo la rubia moviéndose por la habitación

-¿Qué te pasa hoy? estás muy rara, muy tristona.- dijo Freddie acercándose a Sam.

Entonces Sam le miró con una mirada asesina, suspiro y se apoyó en la pared, entonces empezó a hablar.

-No quería decirtelo, nunca, pero...-

Entonces Freddie corrió a ella y la besó, fue un beso largo, hasta que ella dijo.

-Me gustas desde hace un tiempo.-

Ellos dos estában muy cerca, Freddie sentía que no podía dejar de besarla, quería besarla, y así hizo. Esta vez, se besaban con desesperación, parecía que ambos estában deseando esto desde hace tiempo. Él rodeó sus brazos por la cintura de Sam, así teniéndola más cerca. Ella comenzó a besarle el cuello, entonces se dió cuenta de que estába acorralada por Freddie y  la pared, él empezó a besarla más intensamente mientras le decía al oído ''te quiero''. Él la cogió en brazos y la llevó hasta la azotea del hotel , allí hacía frío, entonces....

Hoy por tí, mañana por mí. (Acabado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora