Besos de buenos días.

1.3K 56 4
                                    

Sam abrió sus ojos, estaba dormida junto a la persona que más quería en el mundo. Era raro que ella estuviese despierta antes que él, así que decidió despertarlo, no porque quisiese fastidiarlo, sino porque estaba preocupada por como estaba. Sam empezó a darle besitos a Freddie en su mejilla, besitos minúsculos pero tiernos. Entonces el chico abrió sus ojos y ella le sonrió, una sonrisa triste, porque ella tampoco estaba bien.
-Buenos días preciosa.- dijo Freddie con una sonrisa triste y soltando un suspiro.
-¿Cómo estás?- dijo Sam con un tono de voz preocupado, mientras que se acercaba mucho a él, poniendo su cabeza en el cuello de Freddie podiendo oler su fragancia natural, que tanto le gustaba a Sam.
-Estoy bien, es más, estoy mucho mejor.- Sam sonrió y el chico concluyó.- Tengo a la mejor novia del mundo a mi lado, ¿qué más puedo pedir?- terminó esas palabras dandole un beso en la frente y rodeándola con sus brazos, dejando su mano en la espalda de Sam. Ya que su mano estaba ahí comenzó a acariciar suavemente su espalda, como gesto de cariño. Una de las cosas mas importantes de Freddie es que es un caballero con las chicas, siempre, así que con Sam, no iba a ser menos. Después de un rato así Sam dijo:
-Hemos dormido sin taparnos y con la ropa puesta, parece que hemos vuelto de una fiesta.- Freddie no pudo evitar sonreír, estaba siendo muy fuerte al no pensar en lo que había pasado, al continuar hacia delante, la vida no se acababa aún.
-¿Quieres que te lleve a tu casa?- dijo Freddie.
-Por una parte quiero, quiero ducharme y por otra... Por otra quiero seguir aquí a tu lado.
-Entonces, te llevo a tu casa, y paso a buscarte luego para que vengas un rato, ¿vale?
Sam no respondió, simplemente buscó los labios de Freddie para reflejar su amor en ellos. Después del beso, se levantó de la cama y fue a peinarse un poco. Freddie fue tras ella y la abrazó por la espalda, mientras se miraban en el espejo. Ambos tenían una sonrisa tonta, que a la vez seguía siendo triste.
-¿Sabes? Somos la pareja perfecta.- dijo Freddie apoyando su cabeza en el hombro de Sam y dandole pequeños besitos en el cuello.
-¿Sí?- dijo Sam sonriendo
Freddie no le respondió, la besó de nuevo y se fue a buscar las llaves del coche. Ella terminó de peinarse y fue al salón a esperar a Freddie, una vez que Freddie vino, se fueron. Mientras tanto, Carly despertaba, y tenía que contarle a Spencer todo lo que había pasado, pero antes, iba a visitar a Freddie. Así que Carly fue a ducharse. Sam y Freddie ya habían llegado, Freddie aparcó el coche justo en la puerta de casa de Sam. El estaba impresionado como siempre, no podía entender como Sam tenía una casa tan grande, aunque nunca había entrado. Entonces la chica dijo:
-¿Seguro que estarás bien?
-Tranquila amor, seguro estoy bien.
-Te aviso cuando esté lista, te quiero.
Entonces Sam le besó y salió del coche, fue a su casa, llamó y no había nadie, su madre se había marchado, así que abrió con las llaves. Entró y puso el calentador para calentar un poco la casa. Fue a su habitación, cogió un poco de ropa y se metió a la ducha. Por otro lado, Freddie ya había llegado al Bushwell, iba subiendo en el ascensor, y cuando llego a la planta entró en su casa. A los cinco minutos llamaron a la puerta, era Carly.
-Hola Freddie, ¿qué tal estás?- dijo Carly, pasando directamente en la casa del castaño.
-Hola... Estoy muy bien.- dijo Freddie cerrando la puerta.
-Valla, te lo has tomado muy bien.- dijo Carly sentándose en el sofá.
-Sí, solo quiero que todo vuelva a la normalidad cuanto antes... Tengo que contarte una cosa.
-Claro, puedes contarme lo que sea.
-Pues... Hoy ha sido la primera vez que Sam y yo hemos dormido juntos.
-Ooooh, ¡eso es muy tierno! ¿Quién despertó primero? ¿Cómo fue todo? ¡Cuéntame todo!
-Pues... Primero se despertó Sam y ella me despertó, pero me dio besos en la mejilla, me encantaron. Luego puso su cabeza en mi cuello y después más tarde, no pude evitarlo, ella se estaba peinando y yo fui a besarle el cuello, nunca antes le había besado el cuello Carly.
-¡Oh Freddie! En serio, sois una pareja preciosa, pero ¿le besaste intensivamente? ¿O flojito?
-Le besé flojito, eran besitos mas que nada. Es que nunca antes lo había echo y quería que esta vez fuese especial y me siento como... Mal, por haberle hecho eso.
-Freddie, ella no esta molesta contigo, a ella le ha gustado.
-¿Cómo sabes eso?
-Por Dios Freddo, a Sam le gusta todo lo que tiene que ver contigo. No hay nada más que mirar lo muchísimo que te quiere, estos casi 5 meses que hacéis... ESPERA.
-CARLY HOY HAGO 5 MESES CON SAM, SE ME HA OLVIDADO.
Él, después de un rato, recibió el mensaje de Sam, ella decía que fuese el para allá que no había nadie en su casa. Así que él, pasó a comprar unas pizzas y a por una peli al videoclub y se pasó por casa de Sam. Era la primera vez que entraba, ella abrió, y le sonrió. Su casa era enorme por dentro, tenía calefacción y todo. Sam al ver que Freddie traía comida se puso muy nerviosa y contenta, sin darse cuenta de que Freddie las había dejado en la mesa de la cocina y ella estaba sola allí. Freddie se acercó a ella despacio y la besó, profundamente, y cuando cortó el beso le dijo al oído:
-No creas que me he olvidado de nuestros cinco meses...
Entonces Freddie, comenzó a besarle el cuello de nuevo, pero esta vez estaba decidido, lo hizo profundamente. La respiración de Sam estaba entrecortada, y ella podía notar como Freddie tenía calor, así que ella le quitó la chaqueta, y como Freddie estaba ocupado con su cuello , esta se calló al suelo. Al parecer, Freddie lo interpretó de otra manera. El dejó el cuello de Sam para volver a sus labios. Entonces paró de besarla, la miró a los ojos y le dijo.
-Te quiero.
Ellos aún no de habían dicho "Te amo", nunca, pero sabían que lo sentían. Sabían que era el momento.
Entonces Sam, dijo:
-Yo te amo.
Dejando un silencio que solo las miradas podían rellenar, entonces Freddie ferozmente besó a Sam, ella temía que pasase eso para lo que aún no estaba preparada, estaba pasando. Era muy temprano para hacerlo, Sam no estaba preparada, pero Freddie sí. Él la llevó hasta el salón y la tiró al sofá, todo esto sin despegar el beso. Ella podía sentirlo tan cerca, pero ella solo quería besarle, nada más. Ella despegó sus labios y rápidamente se puso de pie rio nerviosamente y dijo:
-Tengo hambre, ¿tú no?- y agarró una caja donde había una pizza.

Hoy por tí, mañana por mí. (Acabado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora