Hoy por tí, mañana por mí. (Acabado)

Lana del Rey.

Este capítulo, es brusco. Para que lo entendáis mejor, se supone, que Sam y Freddie ya llevan al menos un año y seis meses saliendo, y ya va llegar la navidad :3 Estaba deseando escribir este capítulo, lo deseaba con todas mis fuerzas, así que... bueno.  iCarly no me pertenecen, ni sus personajes, todos mis respetos a Dan Scheneider :)

 Freddie se dirigía al apartamento de Carly, quería llevar a Sam al cine antes de salir con los chicos esa noche. Esa noche, Griffin, Gibby, Spencer, Travis y él íban a salir a tomar algo y a hablar de cosas de chicos. Abrió la puerta del apartamento de Carly y allí estába su preciosa chica sentada junto a Carly, ambas tapadas con una manta viendo la tele.

-Hola, gracias por llamar.- dijo Carly sarcásticamente.

-Hola cielo- dijo Sam.

-Hola amor, nos vamos al cine.- dijo Freddie tomándola de la mano para que se levantase.

-¿Qué? ¿Por qué?- dijo Sam levantándose inmediatamente y impresionada.

-Eso digo yo, ¿qué te ha dado ahora?- dijo Carly, pero no le echaron mucha cuenta.

-Eres mi novia, hoy estoy cariñoso, estrenan una pelicula de amor, no sé, no son tantos motivos.- dijo Freddie.- Aunque... a ti no te gustan las peliculas de amor.

-Nah, pero podré aguantar, por tí...

-Que cursi... venga fuera, idse.- dijo Carly echándolos.

Ellos salieron del apartamento y se dirigieron al garaje, a por el coche de Freddie. Se montaron y Sam enchufó su movil a la radio del coche y puso una canción, ''Still got it'' de Drake y Tyga.  Ambos empezaron a cantar como locos, hasta que Sam miró a Freddie a los ojos, él estaba aparcando en el garaje del centro comercial, cuando terminó, este la besó y se bajaron del coche. Subieron hasta la planta, compraron las entradas y se dirigieron al cine. Ellos dos a penas se enteraron de la película, estában todo el tiempo besándose y susurrandose ñoñerías, más bien, haciendo cositas de novios. Después, cuando llegaba la hora de que Freddie saliese, dejó a Sam en su casa y le dijo que luego se pasaría a buscarla, para que dormiese con él en su casa. El chico se dirigió hacia donde habían quedado, El breve, un bar de copas. Estando allí, vió a los chicos en la barra.

-¡Hombre Freddie, te estabamos esperando!- dijo Griffin.

-Hey, ¿y Spencer?- Dijo Freddie saludando a todos.

-No ha podido venir, pero da igual, pidámos las copas.- dijo Travis.

Freddie no tenía la idea en mente de beber, así que n lo hizo, mientras los demás bebían como locos, él tomaba peppy cola.

-Tios, anoche me tiré a Carly- dijo Griffin derrepente. Todos asombrados permanecieron callados.-Es muy calladita, pero vaya con la chica... 

-Tío que bestia eres.- dijo Gibby.

-¿Y tú y Sam qué tal lleváis el sexo?- dijo Travis.

-No es que la palabra Sam y sexo vayan mucho...- dijo Freddie intentando no hablar del tema.

-¿Qué? ¿aún no lo habéis echo? tío, ¿eres virgen?- dijo Griffin burlándose.

-Aún no. Lo he intentado varias veces, pero siempre se niega, lo evita, escapa.- dijo Freddie.

-Sam te quiere, solo tienes que esperarla, es una chica increíble, es guapa y está buena, tienes una novia genial, solo espera por ella. - dijo Travis.

-Y vaya si está buena.- dijeron Gibby y Griffin a la misma vez.

-eh eh eh, que es mi novia. Y ya sé que está buena.- dijo levantándose.- Bueno, voy a irme, ella me está esperando.

-¿A estas horas? ¿Qué vais a hacer ahora? ¡Puedes intentarlo ahora!-dijo Griffin.

-Vamos a dormir, nada más.- mientras se iba.  Freddie estaba algo molesto con los chicos, no le había gustado nada esas cosas de las que habían hablado, ni de lo que se había enterado. El castaño se pasó a recoger a Sam, pero antes puso su música favorita, Lana del Rey, como no, a Sam le encantaban las canciones de esa chica, nunca entendió por qué. Ella salió de su casa y se metió en el coche.

-Wow, ¡Lana!- le dio un corto besito en los labios.

-¿Qué te pasa?

-¿Qué?

-Estás rara, vamos, suéltalo.

-Cuando lleguemos, quiero escuchar esta música.

Freddie condujo rapido para saber qué era lo que le pasaba a Sam. Aparcó, subieron a su apartamento y allí entraron. Estában en el salon, ella empezó a llorar y se fue al cuarto de Freddie, estaba tan sofocada que ni siquiera encendió la luz, Freddie, al ver a su chica llorando corrió tras ella, pero tampoco encendió la luz. La ventana estaba abierta, dejaba entrar la luz de la luna llena que brillaba como nunca, haciendo brillar los ojos de Sam. Freddie posó sus manos en las mejillas de Sam, quitándole las lágrimas.

-¿Qué ha pasado?- dijo Freddie con una voz tierna.

- Pues... nada, llevan varias semanas diciéndome varias chicas, que como puedo salir con un chico tan genial, guapo, divertido, bueno, como tu, una tia tan gilipollas como yo.

-Eres mi novia, te quiero tal y como estás. No eches cuenta a esas envidiosas, ¿vale?

Freddie la besó, quizás debía hacerle caso a los chicos y probar a ver si Sam quería en este momento. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que lo intentó. Fue poco a poco.

Primero, la besó, profundizó el beso y posó su mano en su cintura y la acercó más. Poco a poco, fue bajando su mano lentamente para poder tocar por primera vez en un año y seis meses, el trasero de su novia, pero no iba a tocarlo, era un caballero, solo iba a posar su mano en él. Ella se dejó, Freddie impresionado, viviió el momento.

Segundo, hizo el beso, cada vez  más largo y pesado. Ella solo se dejaba llevar, no hacía nada, no reaccionaba a las manos de Freddie, hasta que ella uso sus manos y comenzó a acarizar el torso musculoso de Freddie. Él estaba contento, quería esto desde hace un tiempo.

Tercero, sus labios, pasaron al cuello de Sam, empezó con besitos pequeños, que hacían sonreir a Sam y la dejaba respirar un rato. Freddie andó un poco para poder pegarla contra la pared de enfrente de la ventana, para que la luna dejase ver el precioso rostro de Sam. Una vez que tenía a Sam, inconscientemente pegada a la pared, profundizó el beso del cuello, la respiración de Sam se entrecortaba, Freddie lo deseaba, quería quitarle la camisa ya, estaba inseguro, así que lo hizo despacio. Mientras undía su cabeza en el cuello de Sam y lo besaba placenteramente, agarró la parte de abajo de la camisa, notó como Sam sabía lo que Freddie estaba haciendo, pero sin embargo ella solo se dejaba llevar. Era ahora o nunca, Freddie subió su camisa poco a poco. Nada los molestaría ahora. Al fin, él dejó de besarla para poder contemplar el sostén negro de encaje de Sam, sus pechos perfectos, su piel suave, y su sonrisa más cálida acompañándolo.

-¿Qué te pasa Sam?

-¿Qué te pasa a ti?

-¿Por qué has dejado que te quite la camisa?

-Se que lo deseas, se que quieres que lo hagamos... y no estoy preparada, pero, voy a intentarlo. Soy nueva, no se que hacer.

Freddie si sabía que hacer, la pegó con más firmeza a la pared y agarró de nuevo sus labios, esta vez desesperadamente. sus manos se dirgían al pantalón de Sam, que en dos minutos, ya no estaban. Sam hizo lo mismo con la ropa de Freddie, primero quitó su camisa, luego sus pantalones, dejándolo en bóxers. Sam soltó un suspiro y comenzo a acariciar el torso de nuevo.

-¿Te gusta?

-Me encantas.

Freddie cogió a Sam, la puso contra la pared para que fuese más facil besarla, las piernas de Sam rodeaban a Freddie, él podía sentir el olor del champú de Sam, limón. Coco, el olor de Freddie.

-Quiero que esto sea especial.

-Es especial, porque es a tu lado.

Freddie caminó pero Sam tropezó con la cama y cayó sobre ella, Freddie se tumbó a su lado y comenzó la mágia.