—¿Sabes qué? Jódete— Destiny gruñe mientras sube las escaleras, suelto una carcajada amarga y camino detrás de ella—. Jamás pensé que fueras a ser tan idiota, Dylan.
—Oh, cierra la boca, Destiny. Que si hablamos de personas con doble cara, tu eres el ejemplo perfecto— respondo. Ella se gira para verme y noto como su rostro estaba rojizo, sus exóticos ojos cristalinos y su mandíbula bien marcada.
—¿Crees que tienes el derecho de hablarme de hipocresía, de putería y con tanto puto coraje, cuando el que llevó a otra chica, bailo con ella y casi se la lleva a coger eres tu?— esta gruñe, frunzo el ceño— Eres un idiota, Dylan. Cuando me tienes en tu puta habitación desnuda, besándome, dices que soy a la chica que amas, la más hermosa y esas mierdas, pero en cuanto se te pone cualquier cosa que tenga un puto hoyo vas corriendo tras ello? ¡Vete al infierno!— exclama, entonces me empuja con fuerza, para luego meterse rápidamente en su habitación. Mis reflejos logran introducir mi pie entre la puerta y en marco, negando a que estos se cerraran.
Necesito recapacitar todo lo que está pasando. ¿Destiny en serio acaba de aceptar que estaba celosa de Roberta? ¿Eso significa que ella me quiere del mismo modo que yo y lo nuestro no era solo experiencia para ella? Dios, necesito respuestas porque me volveré loco.
—Bebé, hablemos— susurro, ella sigue forzando la puerta, tratando de evitar que yo entre. Escucho sus sollozos y gemidos, puedo sentir mi corazón hacerse añicos al verla de esta manera. Tanto tiempo intentando evitar que alguien la lastimara, y vengo a ser yo el causante de su dolor. De pronto Destiny deja de intentar y simplemente se recarga contra la puerta a llorar, trago saliva y entro a su habitación. Ella estaba ahí, parada, sin hacer nada más que llorar. Me acerco a ella y la rodeo en un fuerte abrazo, ella me responde a los segundos y ambos simplemente nos quedamos así por minutos. Acaricio su cabello mientras beso mi mejilla, intentando tranquilizarla.
—¿Por qué lo hiciste?— pregunta, separándose de mi levemente, trago saliva.
—Y-yo no sabía que, que te lastimaría— admito, ella solloza y deja caer más lágrimas por sus mejillas. Yo no evito pasar mis dedos pulgares por sus mejillas, limpiando estas. Acuno su mejilla en las palmas de mis manos y ella cierra sus ojos ante mi tacto—. Yo no la quiero, Destiny. Yo no pude besarla, no pude tocarla, no la quiero. Yo te amo a ti, tu lo sabes, bebé— susurro, Destiny solloza y abre sus ojos para verme directamente.
—¿En serio?— pregunta, yo asiento múltiples veces. Mi cuerpo se acerca a ella por inercia pura y beso sus mejillas, para luego seguir con su frente, luego su nariz y parar en cuanto nuestros labios rozan. Ella entre abre sus labios y suelta un leve jadeo.
—Te amo— afirmo—. ¿Tú me amas?— pregunto, ella asiente. Rozo nuestros labios una vez más y la escucho suspirar— Dilo, di que me amas.
—Te amo, Dylan.
Y eso fue suficiente para lograr que yo juntara nuestros labios, en un beso sumamente pasional. Su espalda choca contra la puerta y yo no dudo en cerrar esta con seguro. Destiny pasa sus manos por mi cuello y pasa sus dedos por mi cabello, yo gimo cuando siento como jala levemente de estos. Mierda, eso se sintió bien. Tomo sus caderas y ella enreda sus piernas en las mías. Comienzo a retroceder hasta chocar con la esquina de la cama y, por consecuencia, sentarme. Destiny queda a horcajadas de mi y ambos nos separamos por falta de aire. Abro mis ojos y la miro: sus labios estaban rojizos e hinchados, sus mejillas sonrojadas y sus pupilas dilatadas. Sonrío de lado con un poco de burla y muerdo mi labio inferior. Entonces la tomo del culo, causando que ella chille. Comienzo a moverla de atrás hacia delante, rozando nuestras zonas íntimas y por ende, causándonos placer a ambos. Destiny entre abre sus labios y suelta pequeños suspiros y gemidos.
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stepbrother
Teen Fiction«Hay cierto encanto en lo prohibido que lo hace indeciblemente deseable -Mark Twain».