Cuatro años habían pasado desde que la guerra finalizó, cuatro años desde que la oscuridad volvió a Todoroki, aunque, de vez en cuando, había breves momentos de luz, como este en el que se encuentra.
Desde lo alto de un árbol, sin dejar que se le viese el rostro, permanecía oculto el vampiro, observando al pequeño grupo de cachorros que jugaban en la pradera. Cada uno era diferente a su manera, únicos. Se pasó esos cuatro años investigando a la manada, pero sobre todo se fijó en aquel grupito de amigos en el que se encontraba incluido su cachorro.
Un lobo de cenizos cabellos arañaba y mordía todo aquel ser viviente que se cruzase por su camino, pero sus rojizos ojos solo expresaban diversión. Katsuki Bakugo se había vuelto un fuerte cachorro, convencido y seguro de sí mismo, aunque tenía muy mal carácter, pero lo compensaba ayudando a los demás... a su manera.
- ¡¿Tú eres idiota o qué?!- gritó el cenizo a su compañero, quién había hecho tropezar a este.
- Perdona Bakugo, no quería tirarte- se excusó un lobo de ojos amarillo eléctrico. Era bastante curioso este cachorro, pues en su rubia cabellera llevaba un rayo negro que le daba un aire poderoso, aunque era bastante idiota, tal y como había exclamado antes el cenizo. Su nombre era Denki Kaminari.
- ¡Nada de perdona Bakugo, eres idiota, maldito bastardo!
- Cálmate hermano- dijo un lobo de pelo rojo mientras le tocaba el hombro- sabes que fue sin querer
- Tu calla pelo mierda- ese era el apodo que Katsuki le puso a Eijiro Kirishima, su mejor amigo. Él era el lobo de negros cabellos con el que el cenizo se juntaba cuando no era más que un bebé. El pequeño llevaba una cicatriz en el ojo, marca de la primera batalla que tuvo contra Bakugo.
Otros dos lobos formaban su círculo de amigos, el primero se trataba de un lobo de negros cabellos y ojos oscuros, no tenía nada en especial, salvo que era muy gracioso y tenía buenas ideas, Hanta Sero era su nombre. Por otro lado se encontraba Mina Ashido, la hembra del grupo, aunque a ninguno parecía importarle. También llevaba los ojos amarillos, pero a diferencia de su rubio amigo, esta tenía rosa el pelo. Era muy activa y animada, por eso la tomaban como la mascota del equipo, aunque si se enfadaba era un peligro, pero no más que el cenizo.
Todoroki observaba la escena con gracia, era divertido ver como cachorros de cuatro años trataban de comportarse como adultos.
Era ya mediodía, el vampiro, muy a su pesar, tuvo que abandonar una vez más a la manada, pero esta vez fue con la excusa de ir a ver a un muy buen amigo suyo que vivía en el pueblo, cruzando el rio. Midoriya y él habían entablado una gran amistad y disfrutaban el uno de la compañía del otro, así como las veces que disfrutaba Shoto de llevar al pecoso junto al pequeño grupo de cachorros, pues le tenían un gran cariño.
Entró por la puerta del chico sin llamar, ya le era costumbre hacer eso, inmediatamente un delicioso aroma a sangre fresca inundó sus fosas nasales. Deku se encontraba en la cocina terminando de preparar su palto de carnero. El vampiro se acercó a él, observó entonces que su amigo había preparado un cuenco hasta arriba con la sangre del carnero, rápidamente lo abrazó por la espalda.
- Eres el mejor, Midoriya- el chico sonrió
- No es problema, además, sino no sé qué darte de comer- el chico seguía teniendo la apariencia de un adolescente debido al brebaje proporcionado anteriormente por el vampiro
- Yo me hago una idea- dijo mientras aspiraba el dulce aroma que desprendía su cuello.
- Todoroki, para, no hagas eso- se sobresaltó cuando sintió que el medio albino escondió la cabeza en su clavícula- me da miedo que hagas eso
- Sabes que jamás sería capaz de hacerte daño
Se quedaron así un rato, el bicolor escondido en el cuello del de pelo verde mientras este último terminaba de cocinar. Cuando se separaron se dirigieron al comedor, donde cada quien tomó sus respectivos platos.
Ya entrada la noche Todoroki se encontraba en el sofá del pecoso con este apoyado en su pecho, disfrutaban de la compañía del otro, aunque pronto el bicolor tendría que marchar a su casa.
- ¿Dónde estuviste antes de venir- preguntó Deku para terminar con el silencio
- Viendo a la Bakusquad- ese era el nombre que le habían otorgado al grupo de cachorros liderados por Bakugo. Izuku rio.
- Son adorables, aunque deben aprender a controlarse, un día me desgarrarán la piel- añadió recordando cómo, jugando con los lobos, lo había arañado.
Un pequeño, pero potente aullido resonó en la distancia. Instintivamente Shoto se puso en pie, reconocería ese sonido en cualquier parte, Katsuki estaba en problemas. Se colocó la capucha y salió velozmente de la casa ante la atenta mirada del pecoso, quién tardó un poco más en reaccionar.
Un grupo de adolescentes se encontraban en el lago, riendo sin parar mientras trataban de ahogar a un pequeño lobo cenizo. Deku se horrorizó ante tal escena, tenía miedo.
- ¡Dejarlo!- gritó- ¡Solo es un cachorro!
Los brabucones lo miraron para, después, volver a estallar en carcajadas. No le hicieron caso y siguieron ahogando al cachorro a la vez que le propinaban diversos golpes a pesar de las peticiones del de ojos esmeraldas.
Una sombra apareció repentinamente detrás de aquellos muchachos, su aura era oscura, irradiaba rabia por todas las partes de su cuerpo, aunque su rostro estaba cubierto.
- ¿No os han dicho que paréis?- dijo con voz aterradora. Uno de los muchachos lo miró y, mientras cogía del pescuezo a un débil Bakugo, encaró a aquella figura.
- ¿Tú quién te crees para meterte con nosotros?
- Vuestra peor pesadilla- dijo a la par que abría su boca con fiereza, mostrando sus dos temibles colmillos.
- ¡Vampiro!- empezaron a chillar
Bruscamente soltaron al cachorro y salieron corriendo como alma que lleva el diablo. Izuku, rápidamente se dispuso a coger a Bakugo, quién hacía su máximo esfuerzo por no llorar.
- Tranquilo Kacchan, estoy aquí
- Deku- dijo en un tono calmado, pues apenas tenía aire en sus pequeños pulmones- no necesitaba tu ayuda... ¿quién es ese bastardo?
- Oh, él es...
- Llevémoslo con su manada- interrumpió Todoroki, el de verdes cabellos comprendió el mensaje, aunque no entendía por qué el vampiro no quería dar su nombre.
Durante todo el camino Bakugo miraba al encapuchado que caminaba al lado del humano que lo llevaba en brazos, aquel extraño ser que tan extraño olor poseía le había salvado la vida, pero una cosa tenía clara, no le iba a devolver el favor.
- Bueno, Kacchan, ya hemos llegado- dijo Midoriya con una gran sonrisa en el rostro mientras dejaba a Bakugo en el suelo- recuerda no volver a salir tan tarde
- No me digas que hacer, asqueroso- dijo para después sacarle la lengua, Deku rio.
Deku se fue cuando se aseguró que el pequeño estaría fuera de peligro, por otro lado Katsuki se preguntaba en qué momento había desaparecido el encapuchado que los acompañaba.
Sentía curiosidad hacia él, pues parecía conocer a su amigo y, por la comodidad que el cachorro percibía en el ambiente, suponía que eran muy cercanos, ¿tal vez pareja? Sabe que dos machos no pueden estar juntos, aunque en su cabecita solo cabía el concepto de que todos son iguales, macho o hembra, tanto para el odio como para el amor, da igual que sentir hacia alguien siempre y cuando sea verdadero. En cierto modo se sentía extraño, no le agradó la idea de que el de pelo verde acariciase el pelo de otro que no fuese él.
Igualmente decidió que al día siguiente iría a buscar a ese ser, debía dejarle dos cosas claras, que él no le debía nada, puesto que no había solicitado su ayuda, y que nadie toca lo que le pertenece, dando posesión así de Deku, de SU Deku, al igual que daba posesión de SU Kirishima, las dos únicas personas que protegería aunque le costase la vida, aunque no lo demostrase muy a menudo. ¿Quién sería el extraño ser que deseaba arrebatarle su humano?
ESTÁS LEYENDO
No te enamores //bnha// Todobaku
FanficUn corazón roto nada lo cura, excepto ese anhelado beso que marca la cicatriz de tu pasado. Dos especies diferentes unidas por el rencor y el odio, vampiros y hombres lobo. Esta no es la típica historia de amor imposible, pues poco les importa a los...