Bakugo corría y corría, ya no daba más de sí, ni a cuatro patas conseguía escapar de los cazadores que lo perseguían desde momentos atrás. Siguiendo el rastro del vampiro se adentró en la aldea de los humanos, donde fue visto por un grupo de hombres que no duraron en salir tras él, pues su piel sería una gran reliquia.
Se detuvo tras el tronco de un gran roble para recuperar el aliento, estaba exhausto de tanto correr, al parecer el cazador se convirtió en la presa.
- ¿Dónde se ha metido?
- No podemos perderlo, su piel debe valer una fortuna
Esas palabras lo animaron, y más al oír cómo se alejaban de él, pero la felicidad duró poco, pues un sonoro ruido retumbó en todo el bosque. Bakugo se encontraba tirado en el suelo con la gran herida de bala en el abdomen. Le dolía como mil demonios, pero consiguió levantarse y echar a correr aun con el dolor punzante.
No sabe exactamente cuánto tiempo pasó desde que intentaba huir, pero lo que estaba claro es que la bala era de plata impregnada en mercurio, mortales, incluso, para los vampiros. Sin fuerzas consiguió quedarse tras un árbol, tirado en el suelo, esperando su muerte.
Por otro lado, un vampiro bicolor caminaba lentamente camino a casa cuando escuchó un disparo en la lejanía, era lo normal, pues los cazadores solía cazar de noche, pues los ciervos que comían eran más vulnerables. Lo que no era normal era ese delicioso aroma que inundó sus fosas nasales, haciéndole la boca agua.
Siguió el olor, sus sentidos estaban agudizados, así como su instinto, quería degustar la sangre de la criatura que la que emanaba semejante hedor. Al llegar al lugar del que provenía dicho olor se quedó helado, pues el olor lo desprendía un lobo cenizo que se encontraba tirado en el suelo.
- ¡Por aquí!- escuchó la voz de un cazador, el cual pronto divisó junto a un pequeño grupo.- ¡Vampiro!
Escuchó un fuerte disparo, pero jamás llegó a sentir la bala, pues algo lo había acorralado contra un árbol, evitando que los cazadores pudiesen hacerle daño. Bakugo se encontraba apoyado en su pecho, temblando por el miedo que tenía.
Otro disparo, y otro, y otro. Los cazadores no cesaban, disparaban a todos lados, pues creían que el vampiro se había vuelto invisible. Bakugo intentaba, inútilmente, cubrirse las orejas, el ruido de esas explosiones lo estaba matando. Todoroki se dio cuenta y lo abrazó mientras le acariciaba el pelo, ese lobo le recordaba demasiado a Mitsuki.
Flashback
Era una noche tormentosa, loba y vampiro corrían bajo la lluvia, huyendo de un temible grupo de hombre que quería darles caza. Por más que corrían no los despistaban, Mitsuki no era tan rápida como el bicolor, y ya comenzaba a cansarse.
- Vete...- jadeó la rubia- les daré esquinazo...
- No voy a dejarte, idiota, solo corre- y así hicieron, pero el vampiro tuvo la mala suerte de tropezar y caer al suelo.
Los cazadores se acercaban, Todoroki estaba intentando levantarse, pero era tarde, los hombres lo tenían en el punto de mira. Temiéndose lo peor, la loba agarró bruscamente al heterocromático, estampándolo contra un árbol, evitando que la bala lo alcanzara.
Como los humanos eran tontos, pensaron que el siniestro ser que deseaban matar se había vuelto invisible, por lo que empezaron a disparar al aire, cosa que molestó a Mitsuki, pues sus sensibles oídos eran víctimas de tal atroz estruendo.
Todoroki le dio la capa, que ella se enrolló en la cabeza, pero no servía, el ruido era demasiado fuerte. No fue hasta que la lluvia empeoró que los cazadores no se fueron, dando por sentado que el vampiro había desaparecido.
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No te enamores //bnha// Todobaku
Fiksi PenggemarUn corazón roto nada lo cura, excepto ese anhelado beso que marca la cicatriz de tu pasado. Dos especies diferentes unidas por el rencor y el odio, vampiros y hombres lobo. Esta no es la típica historia de amor imposible, pues poco les importa a los...