Esto es Karmaland || Youtubers

Capítulo 19.

—¡Tienes que venir, Audrey!— Pidió Lolito en un grito.

—¡No me puedo tomar vacaciones solo porque sí!— Grite entre risas.

—Claro que puedes, ¡pero no quieres!— Exclamó Samuel.

Desde hace casi una hora, los chicos me estaban pidiendo que fuera a Andorra con ellos y me quedara unos días allá, todo esto tras un comentario que hice acerca de nunca haber conocido el lugar, y ahora querían llevarme.

—No está mal tomarse unas vacaciones de vez en cuando, Aud.— Musitó Cristina.

—Además que quiero que conozcas a mi novia.— Chillo Lolito.

—¿Cómo es que hasta ahora se te ocurre decirme que tienes novia, Lolo?— Me quejé, cruzándome de brazos.

—Te lo he dicho el día que nos conocimos, pero supongo que estabas muy ebria como para recordarlo.— Respondió, soltando una risa.

—Vamos, Audrey. Los subscriptores no se van a morir sino subes contenido durante un par de días.— Insistió Willy.

—Vale, ya, está bien.— Acepte finalmente, levantando mis manos en señal de rendimiento.

—¿Cómo es que a ti sí te invitan a Andorra y a nosotros no?— Se quejó Rúben, haciendo un puchero.

—Porque me quieren más a mi que a ustedes.— Conteste, sacándole la lengua de manera infantil.

—Entonces mañana nos vamos, así que si yo fuera tu, iría preparando mis maletas.— Recomendó David, levantando un poco la cabeza para verme, pues estaba plácidamente acostado en mi cama.

—¡Chicos!— Gritó Ismael desde el pasillo.— ¡La comida ha llegado!

—¡Pizza!— Gritó Mangel, corriendo escaleras abajó.

—Creí que habían pedido sushi.— Musité, haciendo un puchero.

—Creo que han pedido muchas cosas diferentes, así que será una especie de bufete.— Explicó Willy, mientras todos salíamos de la habitación.

Subiendo por las escaleras, venían subiendo Jordi, Isma, Daniel y Mangel con varias bolsas de comida y latas de gaseosas en las manos.

—Esto es de usted, madame.— Daniel se acercó a mi, entregándome el sushi que había pedido.

—Es que te amo mucho.— Chille, dándole un beso en la mejilla para después ir a la habitación donde estaban todos.

—¿Ya sabeis que película poner?— Preguntó Jordi, dejando las cajas de pizza en la mesa.

—Hemos decidido que veremos diario de una pasión.— Bromeó Violeta, la cual estaba con su cabeza sobre las piernas de Andrea.

Todos los chicos soltaron un quejido, comenzando a balbucear cosas que no podía entender, mientras que las chicas solo reíamos.

Todos nos acomodamos en el lugar, y por una razón, las chicas y yo decidimos que nos recostaríamos todas juntas en el suelo, sin ningún chico con nosotras.

—Acomodaos en el sofá, animales.— Ordenó Andrea de manera divertida.

—No les digas animales porque luego se la creen y se hacen bien perros desgraciados.— Pedí en broma, acostándome entre Lanita y Eva.— No por nada son hombres.

—Calla mujer, y prepárame un sándwich.— Bromeó Rúben en tono serio, para después soltar una carcajada.

En respuesta yo tomé uno de los zapatos que estaba en el suelo, arrojándoselo a la cara. Este se cubrió con los brazos, amortiguando el golpe, para después tomar el zapato entre sus manos.