Esto es Karmaland || Youtubers

Capítulo 27.

Son, ¿qué? ¿La 4 de la mañana?

Sí, son las cuatro de la mañana.

La fiesta había transcurrido bien. Rúben saludó a todos con una gran sonrisa en el rostro, y se emocionó mucho al ver que Lolito, Akane y yo habíamos venido, además de casi querer robarse a Lucille.

Fue alrededor de las dos de la mañana cuando la gente comenzó a irse. La hermana de Rúben y su madre estuvieron aquí, con las cuales tuve una amena conversación.

Ahora solo quedábamos Rúben, Alex, Eva, Mangel, Maximus, Orslok, Cheeto, unos cuantos amigos de Rúben y yo. Estábamos en un parque, casi en el centro de Madrid.

Lolito y Akane se habían ido a su hotel desde hace unos

—Joder.— Bufó Rúben, sentándose a mi lado.

—¿Qué pasa?— Pregunte con una sonrisa en el rostro, mientras Rúben me abrazaba por los hombros, acercándome a él.

—Estoy ebrio, y cansado.— Respondió, recargando su cabeza en la mía.— Pero me estoy divirtiendo mucho como para querer terminarlo.

—¿Qué quieres hacer?— Preguntó Mangel, el cual había estado escuchando toda nuestra conversación.— Es tu fiesta, tú decides.

—No lo se, tío.— Suspiro, haciendo su cabeza hacia atrás, mientras quitaba el cabello de su cara.

—¡Cheeto!— Se escucho el grito de Alex.— ¡Devuélveme mi galleta!

—¡Ven a por ella!— Grito, mientras Alex comenzaba a perseguirlo.

—¿Quieres irte a descansar?— Pregunté, girando ligeramente la cabeza a su dirección. Note que tenía los ojos cerrados mientras asentía con la cabeza.

—¿Vendrás conmigo?— Preguntó, abriendo los ojos para mirarme mientras hacía un puchero.

Mire a Eva, la cual me sonreía de manera pícara, para después encogerse de hombros, sin decir nada.

—Sí, está bien.— Asentí, sonriendole.— ¿Te sientes bien para conducir?— Pregunté, mientras ambos nos levantábamos de la banca. Rúben se limitó a asentir con la cabeza.

—¿Entonces todos pa' casa?— Preguntó Maximus, todos asentimos.— ¡Genial! Una paja y a dormir.— Siguió, mientras los chicos celebraban lo que acababa de decir.

—¡Dios mío!— Exclamó Eva, soltando una carcajada.— Dais asco.

—Algunos no necesitamos la paja.— Señaló Alex, abrazando a Eva por los hombros. Ella rió ofendida, dándole un codazo.— Vale, ya no dire nada.

—Gracias.— Dijo ella, asintiendo ligeramente con la cabeza.

—Vale, todos pa' casa, chavales.— Anunció Rúben, comenzando a caminar a mi lado.

Nos despedimos de todos, mientras ellos también partían a sus coches para irse a sus casas. Eva y Alex no dijeron nada al respecto de que fuera con Rúben, se limitaron a sonreírnos y despedirse.

—Aud, vámonos de aquí, porfi.— Pidió Rúben, haciendo un puchero y dando pequeñas patadas al suelo.

—Como un niño pequeño.— Bromeé, tomando su brazo, arrastrándolo hacía el auto.— Dame las llaves.— Pedí, una vez que llegamos.

—¿Por qué?— Cuestionó inmediatamente, mirándome con los ojos entrecerrados.

—Porque estoy menos ebria que tú.— Respondí con obviedad.

—No sabes dónde vivo.— Replicó, mostrando la misma obviedad.

—Puedes guiarme.— Rodeé los ojos, extendiendo la mano hacía él, esperando a que me diera las llaves del auto.