CAPÍTULO N°4

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Narra Joaquín

Me había quedado dormido desde que seidy me dio las pastillas. Fui a la cocina por un baso de agua.

—Hermana puedes venir, no alcanzo a los basos — Grite pero no tuve respuesta alguna.

Intente alcanzarlo y cuando crei que lo habia hecho, todos los bazos cayeron al piso. Me desespere y fui por una escoba.

Cuando termine de limpiar todos los vidrios rotos, fui a la sala. Al acercarme vi una nota sobre la mesa, lo abri para leer lo que decía.

Joaquín, sali a comprar tus medicamentos no me esperes. Ya sabes no puedes abrir la puerta a extraños si, la llave esta debajo de la alfombra, confio en ti por eso te lo digo.

Te ama tu hermana.

A veces pienso que soy muy afortunado de tener una hermana como ella, a veces me sobreproteje pero se que es porque me ama y tiene miedo de que me puedan lastimar.

— Hola, Erick.

— Joaquín, eres tú.

— Si, estoy solo me preguntaba si podemos salir a dar un paseo por el parque.

— Me encantaria, pero voy de camino a la universidad. Lo siento Joaquín, te prometo que luego te llevo por un helado.

— Esta bien.

Fin de llamada.

Mi mente no dejaba de pensar en el chico de la televisión, no recordaba muy bien su rostro pero sentia como si lo hubiera conocido desde antes, o tal vez en mi otra vida.

El sonido del timbre de la puerta me saco de mis sentimientos.

— ¿Quien es? — Pregunte.

Nadie contestaba y en timbre seguía sonando.

— Hermana, eres tu — volvi a preguntar.

Busque las llaves y fui abrir la puerta. Al abrirla vi a una joven con una bebé sin querer sonrei.

— Si, en que la puedo ayudar.

— Usted cree que me podria colaborar con unas monedas para poder comprar las medicinas para mi hija — Lagrimas empezaron a caer por su rostro — Por favor — Suplicó.

No sabia que decir estaba como en shook, la niña me regalo una sonrisa y mi mente viajo en el pasado, recuerdos viajaron por mi mente.

Tenia a una bebé en brazos, celebre el cumpleaños número 1 de  la misma niña, era feliz con esa bebé y tenia a un hombre a mi lado sonriendo, ambos eramos felices.

Me estaba volviendo loco, en mis recuerdos tenia una hija, una hija, mi hija.

— Vayase por favor — Le pedí, estaba asustado.

— Por favor — Ella lloraba.

— Devuelvame a mi hija,  ella es mi hija — Grite —  Devuelvemela tu me la robaste.

— De que habla, ella es mi hija.

Yo lloraba mucho, los recuerdos seguían en mi mente, los risos de esa niña me volvian loco.

En ese entonces Llegó Seidy.

— ¿Que esta pasando aqui? — Dijo furiosa — Largese.

— Ella se robó a mi hija — Le dije y me aferre a sis brazos — Dile que me la devuelva por favor.

— Solo quiero que me de  unas monedas — Hablo la joven.

Mi hermana se las dio y le pidio que se vaya de una manera muy cruel.

Me llevo a mi habitacion y yo seguia gritando y llorando.

— Mi hija, hermana, porque no la quitaste.

— Calmate Joaquín, tu no tienes ninguna hija.

— Pero yo la recordé, era muy bonita, sus risos eran perfectos — me limpie las lagrimas.

— Eres hombre, como hibas a tener una hija.

Lo último que dijo tenía sentido, yo no podria tener una bebé.

— Y si la adopté — volvi a llorar.

Me acosto en mi cama y me froto la frente.

— Que haces esto Seidy porque me quieres inyectar...


EL CHICO DE MIS SUEÑOS /EMILIACO/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora