El examen (parte 3)

3K 298 27
                                    

Aunque estaba claro que la técnica de Bakugou era casi perfecta, los golpes de Sero no tenían nada que envidiarle. Ambos chicos parecían dos rayos moviéndose en zigzag por el terreno erosionado, cada uno esquivando los ataques del otro, de forma precisa y rápida, como si de una confusa amalgama de cintas y explosiones se tratara. Yo, por mi parte, seguía manteniéndome en pie a pesar de que Kirishima me llevaba una amplia ventaja. Era ágil y, además, su quirk de endurecimiento estaba bien trabajado, cada vez que lo activaba, se transformaba en una auténtica carcasa.

Se estarán preguntando por qué no había usado mi quirk hasta ahora... No quiero hacer daño. Desde la última vez...no quiero dejar que el descontrol se apodere de mi y me obligue a hacer daño a la gente que me importa. No de nuevo, ni nunca.

Escuché un ruido a la distancia, el cual parecía provenir de Sero. Giré mi cabeza instintivamente, imaginando lo peor. Resulta que Bakugou había generado una explosión más potente que las demás, y ahora, Sero estaba en el suelo, con una de las cintas de sus codos amarradas a la pierna de su atacante. El chico rubio se le acercó de forma amenazante, comenzaba a apretar los nudillos y tenía una cara demasiado satisfecha ante la cruel derrota.
Empecé a sentir un fuego en mi interior, a la vez que un leve sudor corría por mi frente. ¿Qué importaba Kirishima?, ¿Qué importaba Bakugou?, ¿Qué demonios importaba este maldito examen?. Toda esta ráfaga de pensamientos acechaba mi mente agotada, hasta que de pronto, en todo ese caos, surgió una idea.

Corrí súbitamente hacia Kirishima, esperando a que me atacase. Cuando lo hizo, lo esquivé y posé mi mano desenguantada sobre su hombro. Los ojos del pelirrojo se pusieron blancos, levantó la cabeza y sonreí descaradamente. Estaba bajo mi control.

Moviendo mis dedos como una titiritera, conduje el cuerpo de Kirishima hacia Bakugou, el cual aún se encontraba deleitándose con la imagen de un Sero clamando piedad. En pocos segundos, golpeé a Bakugou, noqueándolo y dejándolo en el suelo igualmente. -¡A ver quién disfruta tragarse el polvo ahora!- le grité, mientras ayudaba a Sero a levantarse. La cara de Bakugou había pasado de satisfacción a perplejidad. -¡¿Kirishima idiota, qué haces?!-preguntó al cuerpo casi inerte de su compañero. Este se limitó a no responder y estarse parado en el mismo lugar. -Ni te molestes, no va a oirte- le dije, con una sonrisa pícara. -Ahora se encuentra en un estado de ceguedad mental, ni va a oirte ni puede hacerlo, ahora, es tan sólo una marioneta- sentía como si al pronunciar cada una de esas palabras, acompañadas por la expresión del chico rubio, una verdadera felicidad se apoderaba de mi interior.

Sin previo aviso, unos pasos fuertes se escucharon a mis espaldas. Sero estaba...¿Huyendo?, fue lo primero que pensé, pero luego me di cuenta que se había subido a un árbol cercano. ¿Qué estaba haciendo?. De la nada, tiró una de sus cintas, la cual rodeó mi cintura y la atrajo (conmigo enganchada) hacia él. -¡Vámonos, a lo mejor podemos llegar!- dijo, mientras me hacía señas para que corriese. -¡Espera!- dije, confundida -¡¿Acaso quieres huir ahora?!, ¡¿y qué era eso de "no importa llegar últimos"?!- el chico se paró un momento. Me miraba a los ojos, pero no de aquella manera dulce...ahora su expresión era diferente. -Nos llevan ventaja- comenzó a decir. -Tienen unos quirks muy buenos, además, entrenan todo el tiempo. Nos podrían haber destrozado- no lo entendía. ¿Por qué de repente le parecían peligrosos, acaso...tenía miedo?. -¿No viste lo que hice con mi quirk?- pregunté -¡Teníamos las de ganar!- su reacción comenzaba a enojarme.

Quedan 5 minutos...

La voz electrónica resonó en alguna parte del bosque. Ese fue el último gesto que necesitábamos para dar por finalizada la conversación.

Llegamos anteúltimos entre el resto de los equipos y durante todo el camino de vuelta, no nos dijimos ni una palabra. De todos modos, tenía la sensación de que Sero estaba enfadado conmigo, o al menos asustado, ¡Estúpido quirk!, ¡Sabía que si lo usaba, algo malo pasaría!.

De camino a casa, vi a Bakugou y Kirishima por la calle. Intenté cubrirme la cara para que no me notasen...pero mis guantes negros son distinguibles a kilómetros. Al contrario de lo que pensé, no demostraban enfado o algún tipo de rencor. -¡T/N!- el entusiasmo de Kirishima no me parecía nada raro, después de todo, él era así. -Ho...hola...chicos, ehmm, ¿Qué tal?- pregunté, nerviosa. -¿Que qué tal?- dijo Bakugou, en un tono que parecía de enfado, pero que en realidad no lo era. -¡Casi nos machacas!- rió amargamente, eso tampoco me sorprendía, viniendo de él. -Ah, si...lo siento...creí que Sero necesitaba ayuda...entonces, actué sin pensar...¡Lo siento muchísimo, de verdad!- bajé la cabeza como gesto de vergüenza, pero al no escuchar respuesta, la volví a levantar. Ambos se miraban confundidos. -No tienes por qué disculparte- respondió el pelirrojo, con una sonrisa. -De hecho, tu quirk es bastante...genial, por así decirlo- añadió Bakugou, ruborizado. Seguramente era complicado para él decir cumplidos sobre los demás, ya saben, su ego.

Al final nos saludamos, no sin antes decirme que sería interesante ver cómo entrenaba mi quirk. A pesar del mal día, de que Sero no me hablase y que reprobé el examen, ese pequeño gesto de amabilidad era lo único que necesitaba para sentirme mejor. Agradecí a ambos chicos para mis adentros, esperando que una buena noche de sueño me despejara los pensamientos. Contemplé la noche estrellada desde mi ventana, pensando en Sero...¿Qué le diría mañana?

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

¡Y aquí está el capítulo de hoy nekos!, espero que les haya gustado mucho (tanto como a mi me gusta kirishima ;v) y ya saben que si les gustó, vótenla o lo que sea...eso ayuda mucho, si que si.

De todos modos, Sayonara! 💜

~•La tutora (Hanta Sero x Reader)•~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora