~•La tutora (Hanta Sero x Reader)•~

El sótano (parte 2)

-¡Perfecto!, ¡Aquí está!- exclamé, a la par que apretaba el botón de la linterna, dándole directamente en la cara de Sero, el cual se fue para atrás, cegado. Después del sorpresivo apagón y que quedásemos atrapados bajo el sótano, tuve la ingeniosa idea de recurrir a la colección de linternas de mi padre. Él tenía la extraña manía de desechar las linternas apenas comenzaban a funcionar mal, por lo que teníamos la susodicha "colección de linternas" guardada y en desuso, prácticamente intacta. -Aghh, eso funciona bien, demasiado bien diría yo- dijo Sero, refregándose los ojos con fuerza. -Lo siento. Es mi padre, de él fue la loca idea de guardar todo esto- dije, avergonzada. -Es muy poco ecológico, ¿No?- preguntó él, bastante seguro de la respuesta que recibiría. -Demasiado- respondí yo.

Nos levantamos dificultosamente, sin saber hacia donde ir. -¿Sabes qué hora es acaso?, a lo mejor tus padres ya están despiertos y pueden ayudarnos- profesó el chico pelinegro, confiado de que pudiésemos irnos de allí. -No tengo reloj, pero calculo que son al menos las 8 y media, a lo mejor si se encuentran levantados- dije yo, con la esperanza de que esto fuese así y que, en efecto o mis padres o mi hermana nos sacasen de ese lugar tan grande. Seguimos caminando, a veces tropezando con cajas o chocándonos con un mueble, pero a cada paso que dábamos, más desorientados nos sentíamos, ¿Es que acaso estábamos caminando en círculos o qué?, todo oscuro, imposible saberlo. -¡Ya estoy harta, hemos caminado 20 minutos y no encuentro nada que nos oriente para salir de este jodido lugar!- grité enojada, sentándome en el suelo, casi rendida. -T/N tranquila, es sólo un sótano y en el caso de que no encontrásemos la salida, tus padres tardarían menos de 3 segundos en darse cuenta que no estás en la casa, ¿No?- dijo Sero, apoyando su mano en mi hombro -Si quieres, podemos sentarnos a descansar hasta encontrar una solución- afirmó sentándose justo al lado mío. -Es increíble la cantidad de cosas que puedes ver aquí. Hasta tienes cosas algo aterradoras como...la muñeca- al decir esto, un leve sonrojo recorrió su rostro. ¿Estaría recordando la incómoda pose en la que ese artilugio de finales de siglo lo había dejado?. Reí internamente ante esa tontería, ¿Cómo podría pensar en eso?

POV de Sero:

Al mencionar a la dichosa muñeca, sentí mi cara ponerse roja lentamente. ¡Maldita muñeca! ¡En qué pose tan sugerente nos había dejado!, No quería ni imaginar lo avergonzada que se sentiría T/N después de ese percance...aunque ahora que lo veo, tener su cuerpo encima del mío se sintió...algo bien...su piel es suave y cálida, su pelo huele bastante rico... ¡Mierda Sero!, ¿En qué estás pensando demonios?. Sacudí la cabeza rápidamente, en un ademán de disipar esos pensamientos tan extraños.

POV de T/N:

-Aunque hay varios muebles, la mayoría de esto son cajas, es como una bahía hecha de cajas- reí ante ese concepto, ¿Cómo sería si existiese un lugar hecho enteramente de cajas?. Sero también rió ante aquella estúpida pero simpática idea. -Suena como el tema ideal para..¡Un poema!- exclamé con ilusión, a pesar de la mirada confundida de Sero. -Un...¿poema?- preguntó perplejo. -Exactamente- respondí -Cuando me siento mal o aburrida, recurro a los poemas, me ayudan a expresar mis sentimientos- musité algo avergonzada, pensando que a Sero le parecería raro aquel hobby. -Eso suena muy interesante, ¿Puedo escuchar uno?- dijo él en cambio. Sentí como mis mejillas iban enrojeciendo paulatinamente, ¿Acaso Sero estaba dispuesto a oír algo que YO había escrito?, ¿Esto es real, no estoy soñando?

-B-bueno...si claro, mira, tengo mis cuadernos de poemas viejos en alguna caja por aquí...- dije tímidamente, rebuscando entre las cajas hasta hallar una de color azul, sobre la cual, en rotulador indeleble ponía "Poemas", escrito en la bonita letra de mi hermana. La abrí para encontrarme con varios cuadernitos, de diferentes colores y tamaños, la mayoría estampados por una fina capa de polvo*