Estoy aquí

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Nota: basado en experiencias personales

Desde aquella noche el adaptarnos a nuestra "nueva normalidad" tomó tiempo. Aún asi (y aunque me hubiese encantado seguir viviendo mi fantasía romántica), los exámenes del segundo trimestre estaban a la vuelta de la esquina y algo debía hacerse.

Con toda la historia de los exámenes y estudiar, decidimos dejar nuestra relación como un secreto. Evitábamos a toda costa las preguntas del Bakusquad (que eran muchas y poco discretas) y preferimos tomarnos las cosas con calma.

A diferencia de los exámenes prácticos, donde Sero tendía a brillar o resaltar por sus habilidades, los exámenes teóricos eran sus peores enemigos (sobre todo literatura, como ya pudieron ver antes). Irónicamente, en mi caso, sucedía todo lo contrario.
Esto fue motivo suficiente para que ambos nos pusiésemos las pilas, yo en el campo de batalla y él estudiando. No es por presumir, pero hacíamos un dúo bastante genial, sobre todo cuando nos quedábamos hasta altas horas de la mañana preparando el contenido. Cabe resaltar, algunas de estas sesiones de estudio terminaban en otras cosas...menos educativas.

Respecto al tema de las diez faltas, no es sorpresa que mi madre acabase enterándose de todo el asunto, lo que conllevó un buen castigo, el cual, a duras penas tuve que cumplir. Lo único bueno que sacamos de todo eso fue que, tras el castigo aprendimos a no involucrar la vida escolar y la personal.

Dejando de lado todo eso, el único tema que realmente me incumbía era Sero y sus no muy discretos sentimientos de soledad, aquellos de los que habíamos hablado en la cena del "Día D", como yo a veces decía en mi mente. Múltiples veces le recomendé que fuese al psicólogo, pero ninguna de ellas parecía hacerme caso. ¿Sabes lo que es el amar tanto a alguien, pero no poder hacer nada por ellos?, ese sentimiento era lo que me generaban aquellas conversaciones.

Me encontraba esa tarde escuchando música, cuando de pronto mi teléfono empezó a vibrar. Era Sero, ¿Qué querría a estas horas?

-Hey baby, ¿Qué hay?-

-N-nada, sólo quería saber si estabas bien-

-Es domingo por la tarde. La gente normal no está domando leones a esa hora precisamente- su risa se oyó al otro lado de la pantalla, pero sonaba ahogada o a lo mejor...triste?

-Ya, lo capto. En realidad...me sentía mal, sólo quería oír tu voz- aquella respiración que comenzó normal ahora se encontraba al borde del colapso.

-Sero...¿Estás bien?, ¿Quieres hablar?- comencé a preocuparme. Tras unos segundos de silencio, reanudó:

-No, no estoy bien. Me puse a pensar y todo...no sé cómo explicarlo- los suspiros provenientes de su boca empezaron a temblar, al igual que su voz.

-Tranquilo, tranquilo...y cuéntame-

-F-fue r-repentino pero comencé a pensar...en todo lo que tengo, todas las cosas buenas que hay en mi vida: tu, mi hermana, el Bakusquad, la clase-

-¿Y?...-

-A pesar de eso, de alguna forma siempre consigo sentirme solo y no sé por qué- ahora definitivamente estaba llorando

-¿Pasó algo recientemente que no me hayas contado?-

-Pero ese pensamiento me hace sentir egoísta por no valorar lo que tengo...no puedo T/N, simplemente no puedo- realmente desconocía qué estaba pasando exactamente al otro lado, pero todo indicaba que no era nada bueno.

-A lo m-mejor no merezco...ninguna de esas cosas. Quizás realmente no te merezco-

-¡No, no!, nunca pienses eso. Yo te amo y tú lo sabes-

~•La tutora (Hanta Sero x Reader)•~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora