Sero y tu no son los mejores amigos, pero...¿Qué pasaría si, para salvar su nota en el examen de literatura, te ofreces a ser su tutora?, ¿Qué sentimientos mágicos pueden surgir dentro de esa relación profesor-alumno?
¡Únete a este viaje de romance...
Nota: Los diálogos tienen una línea ( - ) al principio y al final. Lo que está escrito en cursiva sin líneas son pensamientos.
Aquel día amaneció lluvioso. Las gruesas gotas repiqueteaban contra mi ventana, colándose en el porche y transformándose, posteriormente, en charcos. Todo pintaba mal: desde que me dolía la cabeza hasta el recuerdo de la noche anterior, que no me dejó pegar ojo. Aquella sucesión de eventos amenazaba con romper mi poca esperanza vigente. ¿Por qué T/N?, ¿Por qué?, era la única pregunta capaz de surgir en mi mente cansina. Para responderla, me limité a maquillar la marca que traía en el cuello, obra de Sero y su poco autocontrol (por increíble que parezca, todavía no se había borrado)
* * *
-Hortensias, ¿Verdad?- -Sí, aquí tiene- pagué a la cajera y me dirigí inmediatamente fuera del negocio. Hacía ya cierto tiempo que no visitaba la tumba de Aiko, pero a veces su compañía me ayudaba a pensar. Fue mi primera y mejor amiga, se lo debía, después de todo.
-Nada de esto tendría que haber pasado. Me acobardé al último momento- aquella superficie pétrea no iba a responderme, pero era mejor que nada. -Creo que...si lo hubieses visto, estarías orgullosa de mí. Nunca me había sentido así con un chico, jamás. He de admitir que estaba confundida al principio, pero luego...me dejé llevar- reí ante ese comentario, avergonzada de lo cierto que era. El rocío diurno, junto al césped recién cortado, dejaban un aroma agradable, pero de cierta forma deprimente.
La foto que se hallaba al lado de la tumba me sonreía. Observé directamente a sus ojos...sus hermosos ojos morados.
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-Ojalá estuvieses aquí Aiko. Tu siempre sabías qué hacer-
Pero no se puede revivir a los muertos, ¿Verdad?
* * *
La clase se encontraba ante todo, normal. Deku corría de Bakugo, el cual quería destrozarlo sin motivo aparente, Iida detrás suyo, diciéndole que pare y, como no, Uraraka riéndose de la situación. Aún así, pude notar unos ojos sobre mi nuca, ojos que me dejaban una extraña sensación de vigilancia, alguien me estaba observando.
Miré a Mina, o más bien su mano, que se movía de arriba a abajo frente a mi cara. -Demonios amigo, si que gusta mirar a T/N...- dijo Denki, pícaramente. -Eso eso, saca los ojos de tu novia y ve a hablarle como una persona normal- rió Kirishima, animado.
-No es mi novia...- enterré la cabeza entre los brazos, no estaba con ánimos de hacer nada, me sentía fatal. Y de todas formas, ¿Cómo podría dirigirle la palabra a T/N?, si lo hacía me mandaría a la mierda, probablemente.
