~•La tutora (Hanta Sero x Reader)•~

No soy suficiente

Por asombroso que parezca, decidió venir. Le había mandado un mensaje específicamente a las 5:37 pm preguntándole, de forma incómoda, si querría repasar en mi casa. Tras pasear mis ojos débilmente por la pantalla y recibir un sobrio "si" de su parte, exhalé con una mezcla entre miedo y alivio.
A diferencia del día anterior, no me dediqué a ordenar, si no que practiqué horas delante del espejo para preguntarle sobre lo ocurrido.

-"¿Por qué huiste?", no no, va a sonar amenazante- mi reflejo me miraba serio -"¿Qué demonios pasó ahí fuera, Sero?", tampoco, parece como si le quisiera reprochar algo- me agarré la cabeza, ¿Podía hablar delante de un público atento, pero no podía preguntarle algo tan simple a un compañero de clase?.

***

De pronto, sonó el timbre. Era él. Mis piernas temblaban y sentía una extraña sensación golpeándome el pecho...¿Acaso tenía miedo de lo que pudiese pasar?, estaba en mi propia casa, jugando sobre mi propio terreno. ¡Nada malo puede suceder!

-Hola...- el sol del atardecer perfilaba su figura en el marco de la puerta. Podía sentir esa extraña incomodidad en el pecho. Como si me hubiese montado sobre una montaña rusa que va a toda velocidad, de la que no puedo bajar. -¡Pasa, pasa!- dije nerviosa, haciéndole un gesto para que se acercara conmigo a la mesa del salón. Mientras Sero caminaba a mi lado, noté que no traía su mochila consigo. -¡Siéntate si quieres, puedo traerte algo!- mi voz temblaba. -¡Sigo teniendo té, aunque seguro que me quedan algunas galle...-. Con algo de brusquedad, se levantó de la silla. -Creo que me malinterpretaste...no vine aquí para estudiar- volvió a observarme con esos ojos negros suyos, tan profundos. Me quedé un rato sin responder, a la par que muchos pensamientos saturaban mi mente. ¿Sería capaz de preguntárselo?. -Supongo que yo tampoco...- respondí al fin, rendida. ¿Por qué me es tan difícil expresarme cerca de este chico?

-¿Qué te pasó en el examen?- pregunté rápidamente para disipar la vergüenza.
-¿Qué te pasó a ti?- respondió él, confundido. Nos quedamos mirándonos mutuamente...en completo silencio.

-Lamento muchísimo lo del examen, yo...la cagué, lo admito- romper el hielo siempre fue su especialidad -Pero cuando llevas tanto tiempo viendo a esos dos pasar de personas fuertes a destructivas, empiezas a sentir algo...- miró sus manos, como si no encontrase las palabras adecuadas para expresarse.
-¿Miedo?- pregunté, rápidamente
-Mas o menos- contestó. -Hace unos meses, durante el entrenamiento, vi como Bakugou destrozaba un árbol sólo con una pequeña explosión. El maldito tronco estalló en pedazos y quedó completamente quebrado-. Me observó un momento para ver si tenía la misma reacción de miedo o asombro que él, pero no era así, por lo que prosiguió. -En ese instante comprendí la realidad. Ni siquiera Deku podría haber logrado algo así con su quirk. Por eso pensé en qué pasaría si el tronco del árbol fuese yo, tu o cualquiera. Así pude entender que cualquier enfrentamiento que tuviese contra ellos sería en vano, porque me destrozarían. Son gente fuerte, decidida y mucho mejores que yo en varios sentidos- estancó sus ojos sobre los míos -Y por eso no quería que nos enfrentásemos a ellos en el examen, lo siento-

Me limité a sujetar sus manos con las mías y reír.
-¿Tan gracioso te parece?- contestó molesto.
-Hanta Sero- dije pausadamente, conectando nuestras miradas -Tienes un quirk increíble, muchos amigos, una familia que te quiere, eres simpático, amable, despreocupado, leal, ¿Y de verdad te comparas con alguien tan insoportable e irritante como Bakugou?- seguí riéndome, mientras él, cual cambio de roles, se sonrojaba poco a poco. Escondió las manos detrás de la espalda en señal de vergüenza.
-Tú vales tanto como ellos, así que no te dejes intimidar por las habilidades de los demás, en serio- murmuré esperando que se pusiese nervioso o dijese algo completamente aleatorio para salir de una situación tan cursi, pero en cambio, se limitó a profesar un simple: "gracias".

En este punto, he de recurrir al maravilloso poder de la "elipsis", sólo para que sepan que después de esto, nos pusimos a estudiar, ya que no teníamos mucho que hacer. Ante todo, tengo que decir que fue divertido y nos reímos bastante. También hablamos un poco de nuestra vida, la familia, los amigos y esas típicas banalidades. En ocasiones abría la boca para preguntarme sobre mi quirk, pero yo siempre terminaba poniendo alguna excusa tonta que lo obligaba a retractarse. Nos despedimos en la puerta como siempre y, como siempre, sentía que flotaba sobre una nube de algodón, y quería que él sintiese lo mismo, aunque no tuviese ninguna forma de saberlo.

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¡Y eso fue todo queridos amigos!, siento muchísimo no haber subido algo de esta historia en meses, pero ya saben, It's corona time, por lo que no tuve todo el tiempo que desearía para escribir. De todos modos, si les gustó no se olviden de votar la historia, así que ya saben *guiño guiño*

¡Sayonara! 💜