- Buenos días! - saludó con una sonrisa Juliana.
- Hola, Juli! Cómo estás? -
- Bien! Y tú como estás? - Juliana como siempre contestó en su tono más amable. Al verla de frente recordó el sueño de la noche anterior. Y sintió la necesidad de tener que declarar sus sentimientos. Ya era hora de dar ese paso. Su sueño era como una guía de cómo abordar a la chica de sus sueños. Se sentó en el pupitre a su derecha, colgó su mochila en este y se sentó y se puso a revisar el libro de aritmética. Momentos más tarde, elevó su cabeza ligeramente y sus ojos ojos oscuros se clavaron interrogantes en la faz serena de Ana Sofía, esta sintió la mirada y se giró hacia ella,
- Dime, Juli!
Juliana bajó su cabeza y nuevamente dirigió su mirada al libro, sintió entonces la cálida mano de la rubia en su brazo,
-Juli - Juliana levantó su cabeza y la miró- sabes que puedes decirme todo lo que quieras ok? - le dijo tiernamente Ana Sofía.
- Ana Sofía tienes algo que decir a la clase?- preguntó la profesora que observó que ella estaba hablando.
- Disculpe, profe! - expresó apenada- miró una vez más a Juliana y moviendo sólo sus labios le dijo,
- Hablamos más tarde!
Juliana asintió con un movimiento de cabeza.
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Las actividades escolares llegaron a su fin, y Juliana alcanzó a Ana Sofía al salir del colegio.
- Pensé que te habías ido. Te busqué en el aula y de repente ya no estabas.
Juliana se ruborizó y le entregó una barra de chocolate snickers,
- Sé que te gustan!
- Me gustan? No, Juli! Me encantan! - la corrigió emocionada - gracias.
- Caminamos a nuestras casas?
Ana Sofía asintió y caminaron juntas mientras hablaban de las tareas pendientes. Al llegar a la casa de Juliana esta habló,
- Ana Sofia, quieres entrar y quedarte conmigo un rato. Quiero que platiquemos. Si?
- Está bien! Vamos- y juntas entraron a la casa.
- Desde temprano siento tu mirada Juli- se acercó a ella- tengo la sensación que quieres decirme algo. Estoy equivocada.
Juliana estaba nerviosa, desde supo lo que su amiga inspiraba en ella, se le hacía difícil mirarla a la cara. Sin poder evitarlo su corazón comenzó a latir apresuradamente y sus manos comenzaron a sudar.
- Juli, qué pasa? Dime! - la tomó por los brazos para darle confianza. Juliana sin poder levantar la vista solo acertó a decir, y sabiendo que ese momento había llegado declaró,
- Me gustas!!! - hubo un silencio incómodo para Juliana. Después de decirlo no podía levantar su vista del suelo. Solo fueron unos segundos de silencio pero para Juliana era una eternidad. Sintió la mano de su amiga en su barbilla, y suavemente le hizo levantar su mirada.
- He sido tan tonta, Juli! - dijo emocionada la rubia- me gustas desde el primer día que te conocí!!! Yo... yo no te dije nada porque no sabía que te gustaban las chicas. Nunca lo noté.
- Es que no lo sabía! Me pasa por primera vez - agregó con su carita confundida.
- Yo siempre lo he sabido. Jul, no tengas pena. Esto es bonito lo que nos pasa! Sabes porqué es bonito?
-Juliana levantó sus hombros,
- Porqué es mutuo!! No es forzado. A mi me pone tan contenta saberlo.
Ana Sofía tenía casi 16 años y a pesar de que no había tenido un noviazgo aún ya la habían besado algunas chicas y después al agarrar confianza también besó otras tantas con el cuento ese de enseñar a besar o aprender. Esos besos robados le habían dado confianza y no era tan tímida como Juliana.
Ana Sofía supo en ese momento que tenía que dar el primer paso, clavó su mirada en Juliana acomodó las capas de cabello que caían sobre su cara poniéndolo detrás de su oreja, y acercó sus labios, a milímetros de distancia se detuvo y admiró como los labios de Juliana temblaban, los recorrió con su índice derecho,
- Tranquila, Juli! - colocó su mano en su cuello y tomó sus labios entre los de ella, y comenzó a succionar suavemente los labios de Juliana, que estaban apretados por la emoción. Ana Sofía sentía el palpitar del corazón de su hasta entonces amiga, la tomó por las muñecas y colocó sus manos en su cintura. Juliana se sintió con más confianza y apretó su delgada cintura.
Ana Sofía apenas separando su boca le dijo quedamente,
- Abre tu boca
Juliana lo hizo y sintió como su lengua la exploraba despertando en ella emociones no vividas.
Disfrutó el beso poco a poco, al terminarlo por la falta de aire Juliana con inseguridad preguntó,
- Ya somos novias?
Ana Sofía sonrió y contestó,
- Sí, ya lo somos!
🌹🌹🌹
Esa noche al quedar sola en casa Juliana fue a su habitación y al recordar lo vivido sintió despertar su miembro, cerró sus ojos y como toda adolescente viviendo su despertar comenzó a masajearlo hasta explotar de placer.
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No quise mentir- G!P ( Juliantina) Terminada
RomanceEl título lo dice todo. Idea Original