El agua tibia recorría cada milímetro del cuerpo de Juliana, ella tenía apoyada en la pared sus dos manos, su cabeza levantada, extendida hacia atrás dejando que el agua cayera directamente en su rostro, la sensación del agua tibia la relajaba. Había tenido su primera discusión con Valentina y aunque no había sido grave, ni hubo falta de respeto de ninguna parte, no dejaba de incomodarle el hecho que Valentina quisiera controlar su vida. Su madre siempre respetó sus decisiones y eso era algo que ella siempre había apreciado.
Su falta de experiencia en relaciones la hacía temer, había incertidumbre en ella. No sabía como actuar, dijo lo que pensaba y se había levantado. Habría hecho bien? Debió quedarse en la cama y ahondar más en el tema. Su relación era nueva y quería que fuera todo bien. De algo si no tenía duda. Amaba a Valentina y eso que tenían debía funcionar. Tan ensimismada estaba en sus pensamientos que no sintió que Valentina había entrado al baño.
De repente, sintió los brazos de Valentina que la sujetaban por la cintura, y su cuerpo pegado a ella. Sus pechos erectos eran una caricia a su espalda. Valentina comenzó a lamer su cuello y besarla con la boca entreabierta, recorriéndolo por completo hasta llegar a sus orejas, susurrando te amos y lo sientos. Cada palabra, su aliento, su cercanía despertaba su miembro que se alzaba imperioso.
Valentina pasó sus manos por su entrepierna, para apoderarse del órgano ya inhiesto. Lo frotó entonces deslizando su mano de arriba abajo dando especial atención a la cabeza, luego lo aplastó contra el vientre y lo sobó en toda su extensión, los jadeos de Juliana la excitaban aún más.
Con fuerza la hizo girar, la pegó contra la pared y besó sus labios con frenesí, deslizando su lengua para hacer el beso más libidinoso. Sin separar sus labios, Valentina dijo,
- Juls! Te deseo tanto y te amo aún más!
- Yo también te amo!!
Y continuaron el beso con más pasión.
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Valentina después bajó por su cuello y se detuvo en sus pechos, le mordió cada uno con suavidad, haciendo a Juliana soltar un gemido de dolor y placer. Siguió bajando lamiendo y besando su abdomen, jaló una toalla, la dobló varias veces y la tiró al piso para arrodillarse en ella, siguió besando su abdomen bajo, alternando lamidas. Hasta llegar a su pene, el cual atrapó con su boca sin dudarlo.
Comenzó a frotarlo con su mano, mientras su boca se encargaba de lamer y succionar su parte distal. Juliana solo jadeaba y movía sus caderas para dar mayor satisfacción a su cuerpo. Sus manos se enredaron en el cabello de Valentina y con suaves jalones, penetraba más en su boca. Valentina podía percibir como se endurecía cada vez más con sus succiones. El placer era tal que sentía iba a explotar en ese momento.
Se retiró un poco, jaló a Valentina hacia ella,
- Espera! No me quiero venir aún.
Se quedó un rato pegada contra la pared, admirando la belleza de su chica, estimuló con sus dedos el centro de placer de Valentina. Sus miradas se cruzaban, encendiéndolas aún más.
Sus manos se deslizaron hacia atrás, apretando con fuerzas sus nalgas, y como si fuera una experta en el acto del sexo, levantó luego una pierna de Valentina para penetrarla por completo. No hubo resistencia. Valentina al sentirla entrar dejó escapar un gemido de placer. Se pegó más a ella, le rodeó el cuello con los dos brazos y le buscó la boca temblando de la emoción y la lujuria. Juliana daba embestidas frenéticas que llenaban de placer a Valentina, sus movimientos continuaron, siendo cada vez más rápidos e intensos, hasta que se arquearon simultáneamente y dejaron escapar un gemido de placer por la intensa explosión orgásmica.
Les satisfacía enormemente hacerlo. En ese momento supieron que no importaba donde, daba igual la cama, la alfombra, el baño... lo importante era la entrega, la pasión, el amor.
❤️❤️❤️
Ambas estaban frente al espejo peinando sus cabellos, sus miradas se encontraban y se sonreían de una manera maliciosa, pícara. Había complicidad en ellas. Se amaban y lo estaban viviendo al máximo. Estaban felices.
Juliana puso su peine en el tocador y con cara asustada exclamó,
- Val, lo volvimos a hacer!
- Si, mi amor y cada vez es mejor!
- Sí, pero no me refería a eso! Me refiero que no usamos protección!!!
- Oops!! No te preocupes!!! Perdí la cuenta cuántas veces lo hemos hecho pero solo ha sido estos días. No creo que tengamos tan mala suerte!!!
