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La mansión según pudo ver Juliana era bastante grande. Al llegar a la sala pudo apreciar los retratos de familiares colgados en las paredes y otros en mesas y repisas, muebles de buen gusto, una pantalla gigante y  otros detalles que mostraban lo opulento del lugar. Al girar para ver otros retratos se encontró con un tipo alto y flaco de cabellos rubios y ojos azules del mismo color que los de Valentina, vestía unos jeans muy estrechos una camisa polo de color gris y unos tennis negros. Al ver a Juliana se le quedó viendo boquiabierto,

- Eres Juliana?- sonrió y dijo- Mi hermanita se quedó corta cuando te describió. Estás preciosa. Ella ya viene. Por cierto, Soy Santiago.

Se acercó y depositó un beso en su mejilla,

- Mucho gusto, Santiago!

- El gusto es mío guapa! - checó la hora en su iwatch y se disculpó- Bueno, yo voy para la calle. Te cuidas de mi hermanita, que yo creo que anda necesitada!!

La voz de Valentina tras su espalda lo hizo brincar del susto,

- Santi!!! - y le dio un golpe en la cabeza - mejor vete!

- Ay!!! - y se alejó sobando su cabeza mientras Juliana reía de la interacción de los hermanos.

En ese momento Juliana pudo apreciar bien a Valentina, vestía un pantalón negro y estrecho, que modelaba perfectamente su silueta y demarcaba sus pantorrillas y sus muslos.Tenía las piernas largas y su busto casi incipiente, pero bien formado y túrgido, cubierto por una blusa blanca que metió en la cintura de su pantalón. Al llevar su cabello suelto notó que lo llevaba bastante largo y caía sobre sus mejillas. No había maquillaje en su rostro, pero sus ojos al observarla tenían una iluminosidad que agradó tanto a Juliana. Valentina era la femineidad echa mujer, con su sensibilidad a flor de piel y una belleza fuera de lo común.

Como Juliana la seguía mirando sin parpadear, Valentina sonriendo se acercó a ella, y le dijo,

- Hola, Juliana! Me alegra que me hayas aceptado la invitación.

- Y yo que me invitaras- respondió con timidez.

Valentina notaba la timidez de Juliana y en vez de hacerla sentir incómoda, era como un aliciente más para conquistarla. Recordó la tarde que se conocieron y lo bien que la pasaron cuando compartían su sorbete. Desde que terminó con su novia no había vuelto a sentir ese interés por conocer a ninguna chica. El decir terminar no era del todo cierto, Valentina desde los 16 años había comenzado su relación con Luisa una chica de otra ciudad que había conocido durante un campeonato de Volleyball interdepartmental duraron casi 5 años viéndose cuando ella podía llegar a la capital ya que siempre ponía pretextos para que Valentina no llegara a su casa, además se comunicaban por Whatsapp. Al cumplir Valentina los 21 años sintió que era el momento de dar el siguiente paso, le propuso vivir juntas en un apartamento heredado de su mamá. Pero los planos de Luisa no eran los mismos, ese día le confesó que era bisexual, no lesbiana como le había hecho creer y que había conocido un chico en su pueblo dos años atrás y que estaba manteniendo una relación estable con él y que sus planes de un futuro eran con él. Ese día Luisa se fue dejando a Valentina con una gran herida que le costó un buen tiempo sanar. Se había prohibido volverlo a intentar con alguien. Había perdido la confianza en las personas. Sin embargo, cuando vio por primera vez a Juliana, hubo algo en ella que le atrajo, y decidió conocerla. Darse una oportunidad.

-Juliana, sabes algo? estoy con pena, te invité a comer, y Chivis, nuestra cocinera tuvo una emergencia y tuvo que viajar a su casa en Rivas.

- Valentina, no te preocupes. Yo puedo regresar otro día.

La castaña de inmediato le dijo,

No quise mentir- G!P ( Juliantina) TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora