Juliana juntó las palmas de sus manos para agradecer a Dios por la buena noticia que el médico les estaba dando a ella y a Santi, este cruzó su brazo su hombro y lo apretó mientras descansaba su frente en su otro hombro.
- Logramos controlar la hemorragia y el útero respondió muy bien por lo que no hubo necesidad de extraerlo. Sin embargo, debemos continuar con las transfusiones sanguíneas ya que perdió mucha sangre. Al menos va a recibir dos unidades más- el doctor entonces les brindó la mejor de sus sonrisas y continuó- lo mejor de todo es que está fuera de peligro. La presión está muy bien controlada.
- Gracias! Gracias, doctor! No se imagina la Paz que me está dando- Juliana balbuceó con palabras entrecortadas por el llanto - la puedo ver? Necesito verla.
- Si, Ella en unos momentos pasará al cuarto de recuperación y ahí pueden verla por unos minutos. No pueden quedarse ahí por mucho tiempo.
Juliana asentía con su cabeza mientras escuchaba las palabras del obstetra.
- Doctor, cuanto tiempo estará ahí?- preguntó Santiago.
- De 4 a 8 horas. El tiempo ahí ya no depende de nosotros, sino del equipo de anestesiología. Dependiendo de su evolución clínica decidirán- explicó el galeno en pocas palabras.
- Ok, muchas gracias Doctor- contestó Santiago extendiéndole la mano.
Juliana igualmente agradeció y minutos después se dirigió al cuarto de recuperación, se detuvo a leer el rótulo en la puerta de entrada que indicaba los pasos a seguir para poder acceder a esa área semi restringida. Entró y Tomó un gorro quirúrgico, una mascarilla y unos cubre zapatos azules descartables de un estante y luego se los puso según las indicaciones previamente leídas. Iba nerviosa, y todavía un poco preocupada.
Cuando entró a la sala, se dirigió a la enfermera que estaba detrás del escritorio,
- La señora Carvajal...
La enfermera levantó su mano y señaló,
- Allá! En el tercer cubículo. Vino hace unos diez minutos, pero ya puede verla. Por favor, si esta despierta no la haga hablar. Necesitamos que descanse.
- Oh, sí! Claro! - respondió Juliana educadamente para caminar después hacia el cubículo indicado.
Cuando Juliana la vio no pudo soltarse en llanto, un llanto que reprimió para no despertar a su Valentina. Era realmente un cuadro muy duro para ella, Valentina mostraba una palidez marmórea en su rostro. Unos tubitos en su nariz la proveían de oxígeno, Tenía insertadas unas líneas intravenosas en las venas cubitales de sus antebrazos y otra línea venosa en su yugular interna. Observó el porta suero de acero cromado en el que colgaban tres bolsas, una al parecer de medicamento, otra con suero y la tercera de sangre. Un monitor cardiaco mostraba sus constantes vitales. De medicina no sabía nada, pero por todo lo que estaba observando supo que su Valentina todavía estaba delicada.
Se inclinó y besó su frente, se sentó en una silla que estaba cerca y tomó una de sus manos.
- Oh mi Val!!! - dijo con voz apagada y tomó su mano con extremo cuidado y la apretó contra su pecho. Dio gracias infinitas por tenerla junto a ella en ese momento. Cerró sus ojos y rezó por ella y sus bebés.
- Señorita! - escuchó la voz de una enfermera- ya se terminó su tiempo- la enfermera con pena trató de explicar- Es que ...
- No se preocupe! Entiendo perfectamente! Gracias por cuidarla! - besó la mano que sostenía y la puso exactamente en el mismo lugar y posición en que estaba antes. Se levantó, besó su frente con devoción y salió de la sala.
Caminaba hacia la sala de espera, cuando vibró su cell, de inmediato lo tomó y leyó el mensaje.
- Juliana, ven a cuidado intensivos de bebés. Santi.
Miró hacia todos lados para ubicarse y dirigirse a la unidad de cuidados intensivos neonatales. Se fijó en un mapa del hospital en la pared y se ubicó. Caminó apresuradamente a encontrarse con su cuñado.
❤️❤️❤️
Al llegar, se encontró con Santi, que observaba detenidamente a través de la ventana.
- Mira, Juliana! - y señaló unas incubadoras radiantes- esos son tus hijos, mis sobrinos! Los acaban de traer. Dicen los doctores que todo está perfectamente bien. Pero como son prematuros deberán permanecer por lo menos un par de semanas.
Juliana lo escuchaba y sus lágrimas corrían por sus mejillas,
- Santi! Discúlpame! Ya estoy hecha un llanto de nuevo! - respiró profundo y exhaló- pero ahora lloro de felicidad. Míralos! Se ven tan bien y sanos!!! Como quisiera cargarlos.
Santi encogió sus hombros,
- Lo siento, cuñada! Eso no podemos hacer aún. Pero pronto lo haremos. El tiempo vuela.
Y se quedaron por un rato viendo a los bebés.
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- Santi!!! No te imaginas como yo estoy!! Después de las horas de stress, por fin veo la luz al final del túnel. Solo me queda esperar para poder hablar con Val y poder cargar a mis bebés.
❤️❤️❤️
Valentina abrió sus ojos, por un momento no supo dónde estaba, vio las líneas con sus brazos, se movió un poco y un dolor punzante se clavó en su abdomen. Se colocó una mano y en el vientre y se dio cuenta que su abdomen grávido ahora estaba plano.
- Juls!!! - gritó desaforadamente.
Juliana que había ido al baño, al oírla corrió hacia ella.
- Val! Aquí estoy! - se sentó en el borde de la cama y la jaló hacia ella, acarició su cabello para tranquilizarla.
- Calma mi amor! Todo está bien!! - explicó mientras puso sus manos alrededor de sus mejillas y la hizo hacer contacto visual con ella.
- Los bebés están bien! Tu estás bien! Y eso es todo lo que importa.
- De verdad? Están bien los tres?
- Si mi amor! Y en cuanto tengas fuerzas para ir a verlos. Te llevaré.
- Gracias Juls. Me puedes hacer un favor? - preguntó Valentina mientras acariciaba un brazo de Juliana.
- Lo que necesites mi vida! - respondió dispuesta a lo que fuera que deseara Valentina.
- Acuéstate junto a mi y abrázame!
Juliana se quitó sus zapatos, se recostó con ella en la cama y cruzó un brazo por debajo del cuello de Valentina y la jaló contra ella para que descansara en su pecho.
- Descansa mi amor! - besó su frente y cerró sus ojos pensando en todo lo bello que venía por delante.
