ɴᴏ ᴍᴇ ᴍᴜᴇʀᴅᴀꜱ || ᴊɪᴍꜱᴜ [ OMEGAVERSE +21 ]

3.

- Me dejaras ir, alfa bastardo - Gruñó profundo y extraño, aumentó la presión sobre la garganta de Jimin - Tomare mis cosas, me llevare tu comida y nunca volverás a verme. ¿Entiendes?

- Maldita perra...- gruñó mientras su tráquea se estrechaba y luchaba por reunir suficiente aire para mantenerse consciente - No lo harás...

- Estoy cansado de que los alfas me digan lo que no puedo hacer! - Grito furioso - Así que voy a arrancarte la garganta y ..

Cuando los puntos negros comenzaron a abrumar la visión de Jimin , fue entonces cuando tuvo suficiente. Mierda, estaba dejando que un maldito omega lo dominara y ganara ventaja tan rápidamente. Agarró la navaja, apretó los dientes y cerró los ojos mientras le cortaba la palma de la mano, derramándose sangre sobre su rostro cuando comenzó a empujarlo hacia atrás liberándose del agarre alrededor de su cuello mientras el omega se esforzaba por colocar todo su peso sobre la manija usando ambas manos. Error.

Jimin lo volteó de lado y arrojándolo sobre su hombro herido. Le quitó la daga de la mano y la arrojó al fuego. El omega se retorció de dolor y se sentó a horcajadas sobre su cintura, presionando sobre su estómago y costado heridos mientras agarraba sus muñecas y las sostenía.

- Seré honesto contigo, omega - jadeó, mientras el omega pateaba y luchaba a pesar de la sangre que florecía bajo sus vendajes. Su rutina hizo que todo esto pareciera emocionante, adrenalina y algo agradable y ansioso bombeado por sus venas e hizo que sus labios se desplegaran bajo la amenaza de muerte - La única razón por que no lleno ese estéril pozo tuyo es porque puro rencor. Nada más que eso te salva, pero sigues probándome ¿Entonces sabes lo que voy a hacer una vez que pase la tormenta?

- ¡Vete a la mierda! - Se sacudió y Jimin se inclinó, bajando la cabeza con una sonrisa que expuso sus caninos a las encías.

- Te llevaré a la capital yo mismo. Apuesto a que puedo sacarte una moneda decente, maldita bestia, porque eso es lo que eres, ¿no? Quieres ser un animal y deambular libremente con los ciervos y los conejos, pero perteneces allí con todos los otros omegas y los alfa ricos. Te estaría haciendo un favor, te tratarán muy bien allí con todas tus comidas y muchos baños, y quien sabe la próxima vez que te vea, podría ser en mi propia aldea, gordo con lleno de cachorros.

- ¡Si claro! - Se rió, alto y de corta duración, pero sus ojos tenían algo oscuro en ellos que Jimin reconoció - ¡Me llevas de regreso y los dos morimos! - Gruñó mientras intentaba liberar su brazo bueno - Creerán que me llevaste contra mi voluntad .

La frente de Jimin se arrugó, inclinándose hacia atrás con las manos aún sujetando sus muñecas mientras lentamente comenzaba a fruncir el ceño - ¿De qué mierda estás hablando?

- Después de todo, ¿Cómo podría huir? ¿Con qué pensamientos propios? ¿Desde cuándo tenemos la capacidad de romper el maldito lazo? - Preguntó mientras algo salvaje y desinhibido brillaba en sus ojos. - Sin embargo, a diferencia de ti, mi ejecución será lenta - continuó, finalmente deteniéndose mientras recuperaba el aliento - Seré encadenado o drogado, así que no puedo contraatacar esta vez cuando los visitantes vinieran hacia a mí. Aún si obtendrás una mejor opción que yo, incluso en la muerte. - Jimin no tenía razón para no creerlo. Había demasiados signos que apuntaban a ese resultado, pero la idea de todo aún era extraña.- No puedo regresar, no puedes llevarme de regreso! - Gruño mostrando sus dientes. Todavía quería dar una pelea débil incluso en ese estaba.

- Maldita sea ¿Aun en piensas pelear?

- Cada maldito segundo. - murmuró desafiante sacudiendo la cabeza y apretando los puños como si estuviera luchando contra la inconsciencia, pero estaba perdiendo. No se parecía en nada a los pocos omegas que había visto antes. No se parecía en nada a ellos, no actuaba en nada como ellos, y aun así confundió pero intrigó al alfa.

¿Era debido a su salvaje actitud?
Tal vez sí, pero ahora Jimin tenía un gran control sobre él, especialmente los primeros dos días, y su cuerpo había estado excitado mucho antes que su mente.