ɴᴏ ᴍᴇ ᴍᴜᴇʀᴅᴀꜱ || ᴊɪᴍꜱᴜ [ OMEGAVERSE +21 ]

24.

Sonriendo, YoonGi giró la cabeza hacia él con un aura demasiado amenazante — No creo que estés en condiciones de decidir si debo o no, cerdo alfa.

— Espera-!

Al menos el cachorro se estaba divirtiendo mientras Jimin era bombardeado con látigos de agua. Maldijo y maldijo por el objetivo despiadado con una mano de YoonGi. No importa de qué manera esquivó, no podía escapar. Sus pantalones seguramente estarían empapados.

Ambas pequeñas bestias se rieron a costa del alfa, una vez que tuvo suficiente y se fue fuera de su alcance. No se retiraba, simplemente tenía que retroceder y quitarse las botas, ya que sus calcetines empapados lo asqueaban.

Solo regresó una vez que YoonGi se había calmado y se había concentrado en bañarse, limpiando la piel y el cabello del cachorro ahora igualmente relajado con un paño pequeño que debe haber estado en el balde.

— Qué extraña manera de agradecerme por ayudarte a oler a menos mierda — se quejó Jimin mientras intentaba estrujar la parte delantera de sus pantalones.

— En realidad huele maravilloso. La mayor parte del tiempo. A diferencia de ti.— se rió YoonGi acariciando al cachorro estirado sobre su pecho.

— Sabes muy bien que huelo jodidamente exquisito.

— Supongo. — se encogió de hombros mientras continuaba acicalando debajo de sus brazos y sobre su estómago redondo — Si te gustan las cosas demasiado dulces.

— ¿Dulce? — La cara de Jimin se arrugó escépticamente — ¿de qué estás hablando?

— Sí, tú — YoonGi se volvió hacia él mientras desaceleraba sus movimientos, inclinando la cabeza con curiosidad — ¿nunca te han dicho eso antes?

Jimin se rascó la mandíbula en contemplación, evitando el interés que brillaba en esos hipnotizantes ojos mientras recordaba la última vez que se comentó su aroma, años y años atrás, cuando él y los otros jóvenes se presentaron por primera vez.

—Y hueles a tierra fresca y húmeda, ¡pero en el buen sentido!... ¡hueles, sabes, como un alfa debería oler! ¡Bueno! Muy fuerte y esas cosas, por supuesto!

— ... Huh — resopló Jimin mientras se recostaba sobre su estómago al lado de la pareja, con la barbilla apoyada en los brazos cruzados y la mandíbula sobresaliendo hacia adelante. Sus ojos rodaron en respuesta cuando se volvió hacia el cachorro, esperando a que YoonGi se retractara de sus palabras y tono.

Pero no lo hizo.

Luego de largos minutos en silencio.

Con un suspiro exagerado para no revelar su afán de atención, Jimin extendió la mano y enganchó un dedo alrededor de un rizo mojado en la nuca de YoonGi. Girándolo hasta que hubo un temblor involuntario que reverberó por su columna vertebral. El cachorro, ahora durmiendo encima de él, mostrando poco interés.

— Hablas tanto como el viento susurra, ¿Pero quién soy yo para detener tu charlatanería? — reflexionó sonriente — ¿qué quieres decir con dulce?

YoonGi no hizo ningún gesto para detener el contacto. Tal vez incluso inclinarse un poco al tacto como muestra de perdón — No lo sé. Supongo que si tuviera que describirlo, estaría cerca a la que el enflautador siempre tenia para los invitados, para establecer "la escena" cuando entraban. Aparentemente se supone que los omegas huelen a postres, y supongo que los diferentes tipos de dulces y los perfumes baratos ayudaron a esa ilusión.