ɴᴏ ᴍᴇ ᴍᴜᴇʀᴅᴀꜱ || ᴊɪᴍꜱᴜ [ OMEGAVERSE +21 ]

25.

Ninguno de los dos dijo una palabra mientras la expresión vacilante de YoonGi comenzó a disminuir cuanto más tiempo Jimin lo miraba sin una pizca de humor.

— ¡Qué! ¿Qué ...? — Tartamudeó mientras retiraba su brazo. Jimin estaba lo suficientemente cerca como para ver el tono rosado que se elevaba en las mejillas blancas. Incluso con la piel recién enjuagada, su aroma solo se incrementaba cuando se ponía más nervioso — Yo.. lo sabría si lo estuviera.

— Quizás llegue pronto, entonces.

— ¿Como podrías saberlo?

— Estar contenido en un espacio pequeño durante siete días tiende a dejar huella en los sentidos, ¿no lo crees?

Después de otra pausa considerable y con un mordisco notable en su mejilla pálida, YoonGi se giró para alcanzar su camisa tirada e hizo que el cachorro descansara sobre ella. Jimin captó su intención y tiró del fuerte bebé un poco acercándolo. El omega acomodo al pequeño correctamente sobre la hierba y luego le dirigió a Jimin una mirada aguda.

— Bueno, entonces, ¿a qué huele eso? — Murmuró buscando una respuesta seria a la pregunta que aún tenía. Jimin resopló antes de abrir la boca. — Y no solo digas" bueno" — interrumpió — eso es siempre lo que dicen los alfas: "hueles bien".

— Pequeña mierda arrogante, ¿Qué te hace pensar que realmente hueles bien?

— Ven aquí, solo te voy a ahorcar un poco.

Jimin atrapó su mano extendida con garras — Jengibre.

Una gama completa de la duda divertida invadió a YoonGi, con una ceja levantada y una encantadora sonrisa a medio lado. — ¿Jengibre?

Jimin se encogió de hombros — Eso es lo más parecido a lo que puedo compararlo. Tan fuerte que supera todo lo demás como si ese fuera su diseño. Impregnado en la tierra y absorbiendo algo de tu vitalidad y resistencia ... y dulce, una cualquier dulzura oculta usada para producir mi fruto.

— ¿Tu que? ¿Te refieres a mi ...?

Después de unos pocos parpadeos confusos, la mandíbula de YoonGi finalmente cayó cuando Jimin sonrió. Era la primera vez que expresaba el pensamiento en voz alta, pero sabía desde el principio quién era el padre del cachorro. Tener un intercambio tan interesante solo reafirmó esos instintos gritones.

— Él no es tuyo— declaró YoonGi una vez que la conmoción lo dejó. Asertivo y lo suficientemente brusco como para que la actitud audaz de Jimin dé paso rápidamente a algo mucho más aturdido. Asombrado, incluso ante la declaración.

— ¿No lo es? ¿En que sentido? Si no es mío, los dioses tienen que dar explicaciones porque su concepción tenía que ser divina.

— Imbécil.

— Entonces ¿tienes preferencia por los rubios? — se burló.

— Tal vez mi padre era rubio y heredó eso — respondió mientras intentaba quitarle la mano de la mano a Jimin, pero su agarre solo se apretó.

— Si ese pensamiento te trae más consuelo que la realidad, y seas capaz de darle sentido a ese laberinto de tu cerebro lejos de mí ser — escupió Jimin — Pero pensé que te haría bien saber que estoy al tanto de la verdad muy obvia.

— ¡Que dijiste?! La verdad obvia es que fui yo quien lo crió durante la mayor parte del año, lo cuidé y lo calenté durante las estaciones frías que siguieron a su nacimiento, estoy allí durante las noches de insomnio y quién calma todos los ataques, y cambio su pañal y satisface sus necesidades, en lo que respecta a ese cachorro, soy su único padre.