ɴᴏ ᴍᴇ ᴍᴜᴇʀᴅᴀꜱ || ᴊɪᴍꜱᴜ [ OMEGAVERSE +21 ]

37.

— B-bueno, te retiraste — respondió YoonGi con su propia respiración laboriosa.

— Sí, porque yo... mierda, porque simplemente se bajó el calor y nuestro pequeño es una amenaza, podría despertar pero ese no es el punto. — Jimin sacudió sus brazos para enfatizar — ¡me jodiste! ¡Y no en defensa propia!

—Yo ... yo solo ... me quedé atrapado en el momento, ¡de acuerdo! — Tartamudeó mientras trataba de cubrirse la cara enrojecida con las manos — ¡Le sucede a todos todo el tiempo! ¡Incluso me lo has hecho antes!

— Así que... ¿En realidad no querías marcarme como tuyo? — Jimin sonrió maliciosamente, el sudor rodaba por el costado de su cara y el cabello le hizo cosquillas, pero no quería moverse ni distraerse con nada más — ¿Eres una mierda mintiendo, ¿recuerdas?

—... Quiero decir — YoonGi murmuró — ... Sí, pero no tan descuidadamente como lo acabo de hacer.

—¿Oh? — Su sonrisa se ensanchó mientras soltaba sus muñecas para poder envolver sus brazos alrededor de su espalda y girarlos de costado, tratando de moverse debajo de sus manos para poder llegar a su cara avergonzada — Así que planeabas que hacerlo ¿eventualmente?

Después de una pausa, hubo un pequeño asentimiento y Jimin resopló. Las réplicas de su clímax comenzaron convertir su cuerpo en papilla después de pasar demasiado tiempo sin ningún tipo de alivio, pero el omega estaba haciendo lo mismo en su mente.

Y finalmente besó la parte expuesta de la frente de YoonGi.

— Gracias, bestia de mierda.

Hubo algunos murmullos en respuesta que Jimin no pudo escuchar, así que apartó una de sus manos para descubrir un omega enrojecido con los ojos cerrados, negándose a mirar a Jimin cuando le pidió que repitiera lo que dijo.

— Muérdeme también — susurró YoonGi.

Imponer los dientes en la pareja era lo que muchos consideraban un deseo que surgió hace mucho tiempo, cuando no eran más que bestias y no podían usar palabras para expresarse. Con el tiempo, se desvaneció de la tradición a la historia y volvió a la tradición nuevamente. Aun así, es algo que se quedó en el fondo de la mente de Jimin. Enraizado y resonando, pero al final no era necesario sentirse satisfecho o conectado. No tenía ningún significado personal para él, pero todavía lo tenía para algunos.

Como YoonGi.

— Yo — Jimin se rió con incredulidad mientras miraba desde su cuello hacia su rostro mientras los ojos de YoonGi se abrían —... ¿realmente quieres que lo haga?

Asintió nuevamente, más seguro esta vez.

— ¿Puedo saber por qué?

— Quiero que estemos en la vida del otro... Los tres. — dijo mientras bajaba los brazos e inclinaba la cabeza para exponer el plano de piel sudorosa, empapada de jengibre y de color oliva — ... Es lo que todos queremos.

Jimin se tragó su corazón una vez que digirió las palabras, una sonrisa estalló en su rostro mientras besuqueaba toda la piel cálida y comprimía el marco más pequeño dentro de sus brazos, un zumbido de satisfacción y euforia se encendía en su sangre y lo hacía sentir en la cima de esas montañas cercanas a donde se encontraron por primera vez con tantas estaciones ilustres.

— Está bien.— respondió con otro beso a los estúpidos labios sonrientes de YoonGi — Pero luego tenemos que volver a mi habitación porque si el cachorro se despierta y me encuentra aquí, estoy seguro de que me asfixia mientras duermo...

Con otro asentimiento más ansioso.

YoonGi cerró los ojos, aún con una sonrisa pegada en su rostro cuando Jimin se volvió hacia su cuello. Abrió la mandíbula, sus colmillos se sintieron anchos y afilados en la boca, y hundió los dientes en un tendón duro y una piel suave hasta que probó el hierro.

— Te amo.