ɴᴏ ᴍᴇ ᴍᴜᴇʀᴅᴀꜱ || ᴊɪᴍꜱᴜ [ OMEGAVERSE +21 ]

4.

Ya habían pasado dos días y ahora Jimin ya no lo miraba, el omega permanecía en la esquina mas alejada de la cabaña. Estiraba las piernas y daba vueltas descubriendo la manta que se había cubierto el día anterior de su cintura. Goteaba mucho. Gran parte de angustia se había dispersado dejando rastro de información enmascarando la cabaña y haciendo que Jimin salivara hasta el punto en que constantemente babeara sobre sí mismo.

Dicha información era que era un omega saludable, y muy Fértil.

Adolorido, dejó escapar un retumbar bajo de su garganta, un gruñido improvisado y tenso que hizo que el alfa resoplara. Sabía que su propio aroma era tan fuerte, ya que reaccionaba a su lamento desesperado.

— Cállate, no voy a tocarte — aseguró pero el omega solo giró la cabeza hacia un lado con un labio tembloroso.

— Entonces déjame ir — exigió con un temblor en su voz.

— Estas débil como la mierda en este momento y, si no te has dado cuenta, estás en celo. ¿Es una buena idea para ti?

— No finjas que te importa

— No, pero si terminas muriendo porque quieres ser un imbécil después de que decidí curar tus heridas, entonces te mataré, plaga ingrata.

— No necesito tu ayuda.

— ¿Crees que te quiero aquí? — se burló — ¿Apestando el lugar y siendo un dolor de testículos? Si hubiera sabido que eras un omega, no me habría molestado que dejara que te quedaras allí.

— Claro .. — cruzó los brazos y los tobillos tan apretados como la tapa de un frasco — ¿Eres tan amable de salvar a otro alfa o beta en el bosque durante una tormenta de nieve como esta?

— Lo único que sabía al salir, era que alguien estaba sangrando por mi cabaña y un cuerpo colapsó lo suficientemente cerca como para despertarme. Resulta que fue un imbécil que fue atacado por un animal.

— Y ganó.

— Apenas — se rió Jimin — si no fuera por mí, ambos habrían perdido.

El omega le lanzó una mirada rápida — No te lo agradeceré.

— No tienes que hacerlo — respondió el alfa fríamente — Tu olor es suficiente, omega. Quieres agradecerme, está bien, pero no con palabras.

— Puerco cochino — expusó sus dientes con una voz sibilante — Juro que te convertiré en mi próximo abrigo antes de irme.

— Me gustaría verte intentarlo mientras estás así.. ¿Puedes hacer algo más gotear y preñarte?

— Púdrete. — Soltó, forzando a regañadientes la agresión que quería expresar. Se dio la vuelta, de modo que su lado se presionó contra la pared. Jimin cerró la boca con el ceño fruncido paso el resto de la noche. Sin siquiera molestarse en echar un vistazo a la inquieta bestia que luchaba por mantenerse quieto. Al menos a el le iba mejor, pero no por mucho.

Los ruidos incesantes que el omega estaba haciendo lo estaban volviendo loco, los golpes carnosos de un puño y de vez en cuando un suspiro amortiguado y las hierbas aromáticas calientes desplegándose como un capullo de flores, causando que los ojos del alfa ardieran y que le picara el ombligo.

Esto comenzaba a ponerse ridículo.

Jimin giró sobre los codos cuando escuchó un gemido, del omega cubriendo sus necesidades. — Estoy sorprendido — Soltó sarcástico, la mano del omega se detuvo, pero no levantó la vista — Aun no has intentado saltarme encima.

— Pensaba lo mismo de ti — respondió, Jimin pudo ver una pizca de su resplandor cuando liberó su mano— Has estado gruñendo de vez en cuando desde el amanecer. Olvidé que podías hablar.

— Te envolviste como la gente de la costa hace con sus muertos, para que no te toques a ti mismo ¿no es así? — Se burló, el omega levantó constantemente la cabeza, formando una arruga en su nariz. — Un omega que se niega a sí mismo, y que niega cualquier parte de sí misma es algo difícil de creer ¿Es por tu religion? ¿Creencia? No sabía que tu tipo seguía las reglas.

— Creo en algo que no requiere tal costumbre — respondió secamente — me jodo hasta que mis dedos se arruguen y no siento culpa.

Jimin expulsó la imagen mental del omega gimiendo sobre sus propios dígitos hasta la combustión — ¿Entonces por qué atarse hasta el punto de adormecer sus piernas?

— Para no poseerme afuera, estúpido — Siseó tan suave como una lluvia de niebla con un profundo olor

— Pero claramente no funcionó.

— No, no lo hizo. Es difícil ... ignorar algo tan natural y antiguo — reflexionó el omega mientras golpeaba lentamente con los dedos sobre las tablas del piso — Denigrarlo solo empeora con el tiempo hasta que comiences a hacer cosas malvadas. Controlarlo realmente tampoco importa, cuando no hay nadie para controlarlo sino uno mismo. — Su mano se movió debajo de la manta, autopenetrandose, pero sus dedos no se movieron — Aun si solo quisiera ocultarlo, el impulso siempre está ahí, detrás de todo lo demás, pero luego aparece así de vez en cuando... de una manera que lastima el cuerpo y la mente ... Incluso cuando estaba en la capital, en ese gallinero, los supresores lo opacaban pero, aun allí estaba... débil. Todavía allí, y en un lugar donde no pude elegir a mi pretendiente. Palpitando alrededor de nada más, en el aire hasta que llegó un sucio alfa sucio o una beta aburrida y lo resolvió. Por un momento. Pero nada lo calmo, de verdad...

Jimin tragó — ... Basta, cierra la boca.

— ¿no lo entiendes? — se rió entre dientes y apretó con fuerza su brazo rígido — No es la necesidad de aparearse, alfa. Realmente no. Lo que quiero decir es algo más peligroso. Es el impulso de reproducirse, fecundar.

— Tch. Los animales son los que se aparean sin pensar, cuando sus cuerpos les dicen que lo hagan. Me niego a ser así.

— Sí, dices eso ahora, sabiendo lo que soy ... pero ¿cuánto tiempo pasara para que tu rencor y tu ego se debiliten? Entonces, ¿cómo serás? — Se mordió el labio inquito por verlo.

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