ɴᴏ ᴍᴇ ᴍᴜᴇʀᴅᴀꜱ || ᴊɪᴍꜱᴜ [ OMEGAVERSE +21 ]

18.

- Solo escondete. Todavía no te he dado

La desconfianza y la confusión estaban escritas en toda la expresión de YoonGi antes de que Jimin hablara.

- Está bien - respondió YoonGi apresuradamente con un breve asentimiento. El reconocimiento y tal vez incluso un poco de alivio borraron la duda en un instante y fue tan reconocible porque Jimin sintió lo mismo, sabiendo que YoonGi fue tan rápido en creerle.

Jimin lo soltó y observó cómo se liberaba toda esa energía cargada, enviando al omega a volar apenas con un sonido antes de saltar sobre hileras de arbustos gruesos y desaparecer hábilmente.

Justo a tiempo.

- ¡Oh! ¡Lo encontré! ¡Qué feliz mañana, Jimin, amigo!

El alfa de pelo negro estaba radiante. Dejó que su espalda presionara naturalmente contra el tronco del árbol y cruzó los brazos sobre su pecho para amortiguar el ruido sordo de su corazón. Todos sonreían cuanto más se acercaban, incluso cuando Seokjin dio un manotazo a cualquier insecto volador que lo estuviera molestando hoy.

- Sabía que te encontraríamos aquí - cantó el beta mientras se acercaba, aunque la sonrisa aguda se desvaneció ligeramente en las esquinas. Una pequeña arruga entre las cejas con su nariz temblando en el aire. Se formó una pregunta en sus labios e hizo que Jimin se erizara en la defensa. Demasiado listo para sacar algún tipo de excusa aunque solo sea para quitárselos de encima. - Has estado aventurándote aquí casi todos los días, ¿sabes? Tuvimos que asegurarnos de que no comenzaras a volverte salvaje.

- Ah, por supuesto que solo nos estamos burlando - añadió Namjoon rápidamente mientras miraba a su alrededor, pero cualquier consulta que tenía, se desvaneció en su brillo optimista habitual.

Jimin exhaló silenciosamente por la nariz. - Sé que no me seguieron, entonces, ¿qué quieren realmente ustedes dos rapaces?- se quejó.

- Bueno - Jin juntó las manos y le lanzó una mirada de complicidad al hombre más corpulento que estaba a su lado. - Parece menos de lo que era a principios del verano.

- Su nariz se está volviendo marron por estar constantemente metiéndote en mi mierda- se burló Jimin.

- Sería divertido si, después de todo, afirmas que todo este espacio no te ha servido más que comida de conejo y, por lo tanto, nos gustaría frotarte la nariz con nuestra mierda.- respondió Jin con las manos en las caderas ahora, con una sonrisa petulante jugando en sus labios.

- No, sería irónico - señaló Namjoon y Jimin se chupó los dientes

- Así que ustedes dos quieren morir esta mañana, ¿es eso?

- Oh, cállate, ranúnculo. Íbamos a ver nuestras trampas y pensamos que pasaríamos por allí - explicó Jin con un movimiento arrogante de su muñeca.

- Hemos estado tratando de atrapar sapos. Mi madre solía comerlos todo el tiempo, así que quiero hacer un banquete sorpresa para él la próxima vez que vayamos de visita - intervino Namjoon

- Y hemos tenido bastante éxito con nuestras trampas de agua. Tanto es así que ahora somos nosotros los que prosperamos con el juego. Pero bueno, mira el lado bueno, Jimin. Al menos estás recogiendo nueces para compensar la falta de comida real - bromeó Jin pero se cortó un poco cuando Jimin apretó su nariz.

- Tus nueces son aproximadamente del mismo tamaño que las que están debajo de mis pies, así que no empecemos a pretender que son mucho más grandes hoy, ¿de acuerdo? - Respondió Jimin sonriendo, pero la marca en sus labios delataba su irritación - Solo tengo que encontrar el lugar de caza adecuado, y luego ustedes perdedores pueden volver sobre mis hombros mientras los llevo el resto de la temporada como de costumbre, ¿Entendido?

Seokjin estaba lloriqueando y el ruido debe haber desencadenado los instintos de Namjoon ya que inmediatamente aparto a Jimin y acomodó protectoramente al beta detrás de el.

- Saldremos de tu camino. Solo ten cuidado cuando estés aquí solo. Sabemos que puedes cuidarte a ti mismo - dijo Namjoon totalmente serio - Pero hay animales aquí más astutos de los que les damos crédito. Abre los ojos.

Se miraron el uno al otro más de lo que Jimin hubiera preferido, pero afortunadamente no había sospecha en esos ojos que reflejaban solo preocupación y tal vez incluso una oración de protección.

Jimin asintió brevemente y despidió con la mano una respuesta antes de que sus compañeros se volvieran para irse con un gesto mientras se dirigían río abajo y finalmente se perdieron de vista.

Pero no se apartó del árbol y siguió el rastro de YoonGi, hasta que estuvo absolutamente seguro de que se habían ido.

...Maldición.

El problema era que Jimin descubrió que este era el único momento del día en que el omega se daba a conocer.

Incluso en los días en que el salvaje no se le aparecía, Jimin sabía que estaba cerca. Podía sentirlo tan naturalmente como todos sus otros sentidos, pero nunca llamó a la bestia.

Por eso ser interrumpido por sus aliados lo dejó molesto porque YoonGi podría haber reducido fácilmente sus pérdidas y corrió de regreso a donde quiera que vaya durante las tardes y noches, a pesar de aceptar su solicitud.

Demonios, si él fuera YoonGi, habría pensado que también era más seguro de esa manera.

Quizás mañana, entonces

- Jimin.

Fue el turno del alfa de casi saltar cuando YoonGi rodeó un árbol cercano como una enredadera, con la cabeza inclinada hacia atrás mientras miraba por encima de los hombros de Jimin en busca de signos de otros.