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Pateó de nuevo la piedra que estaba en su camino. Llevaba así días, perdida en sus pensamientos. Desde que había tenido esa horrible conversación, si es que se podía llamar así, con Senku, no se habían dirigido la palabra. Estaba muy enfadada, tanto con él como con ella. Se sentía tonta por tener sentimientos por ese científico maleducado y borde, estaba dispuesta a olvidarle, a eliminar cualquier pizca de afecto hacia él.

Volvió a golpear la piedra, que rodó hasta encontrar un obstáculo y chocar con fuerza contra él. ______ iba a ignorar por completo la insignificante piedra, pero no pudo evitar detenerse al ver con lo que había chocado.

— ¿Qué es esto? —con cautela se puso de rodillas. Acercó el dedo y toco aquella extraña figura de piedra. Lo acunó en sus manos para poder analizarlo mejor— ¿Es un pequeño gorrión?

No sabía con exactitud que era, parecía un gorrión de verdad. Decidió guardarlo en su mochila para examinarlo tranquilamente en su casa.

No pudo entretenerse más tiempo, llegaba tarde a clase y no quería más problemas en su vida. Si es que podía tener más.

La chica rectificó en el momento, podía tener más. La profesora solicitó a los alumnos una ficha con lo que querían dedicarse en el futuro y al parecer la profesora no estaba muy convencida de su elección. Al terminar la clase se quedó junto a la profesora en el aula.

— ¿Estás segura de que quieres dedicarte a esto? Es un mundo muy...

—Muy difícil. Lo sé, no hace falta que lo digas profesora. He tenido a alguien para recordármelo todos los días. Pero, no me rendiré. Y, cuando me dicen que no tiene futuro, más ganas me da de hacerlo, para demostrar a aquellos que lo dicen que están equivocados.

La profesora se quedó con la boca abierta ante la contestación de su alumna. ______ se sentía orgullosa de lo que había dicho. Abandonó la clase sin pronunciar ninguna palabra más.

Al cruzar la puerta se topó de frente con Senku. No quería saber nada de él, así que, bajó la cabeza y lo esquivó.

—Oye... — hizo caso omiso y continuó. No quería verlo, quería borrarle de su cabeza, aunque costará.

Recordó su cuaderno lleno de bocetos, lleno de él. Sintió lastima, pero, tenía que hacerlo. En el descanso cuando su clase se vació comenzó a arrancar las hojas; lentamente, como si cada una de ellas fueran un pedacito de ella, de su pasado, y con dolor se deshacía de ellas.

—Te odio... —murmuró. Llegó al último que quedaba, cuando iba a hacer fuerza se detuvo. Acarició el suave papel justo en la cara del rubio, posteriormente lo agarró con fuerza y tiró de él. Cerró el cuaderno con violencia.

Ahora la parte más difícil, tirarlas. Decidió tirarlo en un cubo de basura más alejado que solían usar los trabajadores del instituto, no confiaba nada en sus compañeros de clase. Cerró los ojos al abrir su mano, no quería ver como caían.

—Adiós recuerdos. Adiós Senku Ishigami... — aquellas fueron sus últimas palabras. Y también, la última vez que vio al científico. Una luz verde cegó a ______, impidiéndole dar un paso, impidiéndole hablar, e impidiéndole ver el mundo.

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¡Nuevo capítulo! 
Espero escribir mucho esta cuarentena. Cuidaos mucho 😔
Aunque hayamos llegado a la petrificación, todavía se mostrarán escenas de los días de instituto. Ya que, no sólo lo que se mostró en estos 5 capítulos es todo lo que pasó, tuvieron muchas situaciones y como sabéis el pasado modifica el futuro 😉

CIENCIA VS ARTE [SENKU x LECTORA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora